|Rechazame| Christopher Vélez

Capítulo 9

- ¿De verdad quieres dejarlo hasta aquí? - Preguntó mirándome lleno de pesar.
- Alex, es lo mejor para los dos, créeme -.

Mi cabeza estaba confundida respecto a los hombres mayores, mejor dicho respecto a un hombre.

- Está bien ___ - Dijo tras dejar salir un suspiro - Respeto tu decisión, pero al menos dime que podemos seguir siendo amigos - Pidió.
- Claro que podemos seguir siendo amigos, ya te he dicho que te adoro demasiado y no me gustaría que ese lazo de amistad entre nosotros se rompa por ésto -.
- De acuerdo, intentaré ser tu amigo nada más, si necesitas tiempo para ti y estás segura de ésto, entonces creo que debo aceptarlo -.
- Estoy segura de que pronto pasará Alex, por eso fue mejor hacerlo ahora - Aseguré.
- Yo, entiendo, y lo mejor será que me vaya, ¿Disculpame sí? Solo quiero pensar unos momentos - Comentó apenado.
- Descuida, te entiendo Alex - Dije sincera.
- Adiós ___ - Me dijo.

Sin más que esperar, Alex despareció de mi vista luego de haberse ido.
Dejé salir un suspiro y lo mejor que pude hacer fue salir de la plaza para ir al auto de Christopher, tal vez había tardado unos veinte minutos cuando mucho.

- ¿Tan rápido? - Me preguntó una vez que subí al auto.
- Te dije que no tardaría mucho - Respondí.
- ¿Veinte minutos fueron suficientes para tu novio? - Cuestionó mirando la caja de chocolates en mis manos.
- ¿Por qué piensas que fue mi novio quién me los dió? - Lo encare.
- Bueno, solo lo supongo - Respondió.
- Entonces supones mal, no creo que veinte minutos sean suficientes si fuera mi novio quién estuvo conmigo - Dije.
- En eso tienes razón, veinte minutos no son suficientes si se trata de ti - Afirmó.

¿Qué?

- ¿En serio piensas eso? - Lo mire sorprendida.
- ¿Por qué no lo haría? Por algo Lía quiere estar tanto tiempo contigo -.

No bueno, Christopher era un experto arruinando momentos.

- Tienes razón - Respondí.

Puse los ojos en blanco y preferí mirar por la ventana, o aclaraba ya la situación conmigo misma, o definitivamente no volvería a casa de Lía ni a cualquier lugar en donde Christopher estuviera.

(...)

Habíamos llegado nuevamente a su casa, Lía bajó de inmediato en cuanto Christopher la llamó, ahora mismo íbamos de camino al lugar donde Lía amaba los helados.

- Oh no - Dije bajito mirando mi celular.
- ¿Pasa algo? - Preguntó mi amiga.
- Sí, demasiado - Dije mientras le mostraba la pantalla.
- Responde, puede ser algo importante -.

Yo la miré mal pero le hice caso, atendí la llamada.

- Bueno - Dije.
- Hola princesa -.
- Hola Mario -.

Estaba haciendo hasta lo imposible por no mirar a Christopher.

- Anoche estaba tomado pero recuerdo perfectamente lo que pasó, ¿Será que puedo verte hoy? - Preguntó.
- Am, tendrá que ser en otro momento, tal vez mañana, ahora estoy ocupada - Respondí.
- ¿No puedes hacer un espacio para vernos? En serio quiero hablar contigo - Insistió.
- Mira, podremos hablar sin excusas mañana, te doy mi palabra, ¿De acuerdo? - Propuse.
- Está bien princesa, esperaré, cuídate mucho, te veo mañana, ¿Te parece si paso a tu casa a las tres? -.
- Me parece bien, bye - Dije simple.

Cuando colgué el teléfono miré de reojo a Christopher, quién mantenía el rostro serio, nunca se sabía que pensaba este hombre.

- ¿Y? - Preguntó Lía.
- Bueno, ya me comprometí a hablar con él mañana - Dije.
- ¿Y si te pide un noviazgo? -.

Yo abrí de par en par los ojos.

- Tendré que decirle lo mismo que a Alex - Aseguré.
- Me tienes que contar esa historia, pero me dijiste que incluso podrías tener una relación con Mario en lugar de Alex - Oh no, Lía y sus cosas delante de su hermano.
- Fue un decir Lía, solo para que te dieras cuenta de que Alex no me interesaba como novio, es más, ¿Quieres un chocolate? - Pregunté pasándole la caja de chocolates, tal vez así la mantenía con la boca cerrada hasta estar solas.
- Tendremos que hablar de ellos en algún momento, pero sí, obvio quiero chocolates -.

Negué levemente y traté de no mirar a Christopher, creerá que tiene razón respecto a lo que ha dicho y supuesto de mí.

(...)

- Vamos señoritas, pidan lo que quieran - Dijo Christopher después de que llegamos a la heladería.

Definitivamente los sabores eran deliciosos, yo decidí pedir uno de chocolate, Lía de avellana y Christopher de vainilla.
Nos sentamos en una mesa cercana a la ventana, la verdad es que yo no sabía que decir delante de Lía y su hermano, así que miré hacia la calle mientras esperábamos nuestros helados.

- ¿Cuántos años tiene tu novia Chris? - Preguntó Lía llamando mi atención, y por supuesto la de Christopher.
- ¿Por qué tu pregunta? - Inquirió él con una ceja arqueada.
- Quiero aclarar algo con ___ - Respondió Lía.
- ¿Cómo? - Pregunté confundida, a lo que Christopher me miró de la misma manera.
- ¿Y es relacionado a Romina? - Claro que está consternado, igual que yo.
- No como tal, solo dime cuántos años tiene - Pidió Lía ya desesperada.
- Tiene veinticinco años - Respondió finalmente.
- ¿Lo ves ___? - Lía me miró.
- ¿Ver qué? - Cuestioné sin entender.
- Ella es una mujer con la mentalidad de señor que tiene Christopher -.
- Ajá, ¿Y cuál es el punto? - Inquirí.

Tanto Christopher como yo veíamos confundidos a Lía.

- Que seguramente las fiestas no le gustan, se la vive en la empresa de Christopher y las pocas veces que la he visto, no logras hacerla reír con nada - Comentó.
- ¿A dónde vas con eso? - Pregunté.
- ¿Qué quieres decir Lía? - Cuestionó Christopher.
- Lo que quiero decir es que no estás lista para vivir como una mujer de veinticinco años como Romina, mucho menos con un hombre como Christopher - Dijo.
- ¿Qué? - Pregunté abriendo los ojos como plato.
- Mi hermano y sus amigos son aburridos, y Romina lo entiende porque pues ya está más madura, por algo está con mi hermano, ahora que tenemos a Christopher aquí puedes estar segura de que lo único que podemos hablar con él es de viajes y empresas y eso, por eso un hombre mayor no es para ti querida amiga -.

Oh no, ahora sí a Lía se le había soltado la lengua demasiado.

- ¿Te gustan los hombres mayores ___? - Preguntó Christopher con incredulidad.