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Por sobre el silencio común del loft solo se escuchaba el sonido de la televisión de la planta baja y las bocas rumiante de los integrantes de la manada mientras masticaban cuanta cosa tenían en frente. Era verano, el sol se había escondido un par de horas atrás, pero el sofocante calor persistía en el ambiente.
Peter, su desastroso padre, no estaba. Nunca estaba a menos que fuera totalmente inoportuno. Derek había salido, y el resto de la manada solo estaba gastando oxígeno, disfrutando de la calma. Pero el hecho de solo ver películas y comer no parecía ser muy interesante para Aura Hale, sobre todo estando sentada al lado de Isaac y con sus sobreprotectores familiares fuera del radar.
Decidida a ocupar su tiempo provechosamente se levantó de su asiento y estiró su mano en dirección al rubio lobo en señal de invitación.
Los ojos azules de Isaac miraron la mano de Aura y siguió el camino hasta el rostro de la traviesa chica. Pero no bastó hacer preguntas, simplemente la tomó y se dejó guiar.
—Subiremos el volumen al televisor —bromeó Erica desde su lugar, Boyd solo se carcajeó a su lado.
Aura guiñó un ojo desde las escaleras y desapareció con Isaac por ellas hasta su habitación. Ambos entraron en ella y la puerta se cerró en sus espaldas.
Nervioso, siempre estaba nervioso en compañía de ella. Toda la seguridad que había ganado con la mordida y su transformación se esfumaba en presencia de Aura Hale o al menos hasta que entraba en confianza y con un par de besos se volvía en el lobo más valiente del mundo. Su relación era casi nula, un tonteo de parte de ella que él agradecía recibir.
— ¿Disfrutabas de la película? le preguntó Aura con voz inocente a Isaac al mismo momento en que comenzó a caminar hacia él y con la misma inocencia fingida se quitó su camiseta, quedando solo en sujetador.
—No tanto... —tragó grueso deslumbrado por esa piel blanca y ese cabello rojizo que no sabía de quién había heredado.
—Prometo que ahora lo harás —sonrió ladinamente—. Levanta los brazos —le pidió tomando la orilla baja de su camiseta. Isaac obedeció al mandato como si fuera la voz del alfa ordenando. Aura sin problemas se deshizo de ella—. Acuéstate...
