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No lo podía creer.
¿Cómo había sido así de descuidada para terminar de esa forma? ¡No era el momento! No cuando tantas amenazas estaban sobre sus cabezas, no cuando era una simple humana débil que sólo hacía estorbar. O por lo menos así se sentía hace un tiempo, así la hacía sentir él.
Pero antes no era así, antes, desde el comienzo de su relación hace un año, definitivamente no era así. Él no era muy demostrativo y su carácter solía ser duro y tosco, pero no con ella. Siempre había sido dulce, cálido, atento y demostrativo, todo eso la había llevado a enamorarse perdidamente de él.
Hace un tiempo las cosas comenzaron a cambiar entre ellos, en él. Pero Frankie lo justificaba siempre, con su familia, con sus amigos, con ella misma. Justificaba su falta de afecto, su mal humor, sus malos tratos, su distancia, su extraño comportamiento. Era mucho por lo que estaba pasando, mucho lo que cargaban sus hombros y ella no deseaba ser una carga más.
Inevitablemente se sentía así, pero tenía sus razones. Y aunque Frankie lo considerara un problema, una carga, estaba feliz, y sabía que a él también le alegraría, por eso quería compartirlo con él. Pero nunca había tiempo para ellos en su vida, no desde que había sido desplazada por todo y todos.
Intentó muchísimas veces antes hablar con él, buscarlo y sobretodo ayudarlo en algo, pero la manada de alfas y los sacrificios humanos no parecían solucionarse con nada. Menos por una tonta humana incapaz de hacer algo valioso por la gente que amaba.
De todas formas aquel día se animó, era momento. Hace más de una semana no sabía de él y el tiempo pasaba muy rápido, quería compartir su noticia con él y que pudieran vivirlo juntos. Ese era su mayor deseo.
Pensó que al ser temprano en la mañana encontraría el loft solo con él, esperaba que fuera así. No fue grande su sorpresa al encontrarse el lugar con más personas, la nueva manada de Derek.
—Hola —los saludó a todos tímidamente—. Lamento interrumpir —se disculpó sinceramente.
Los presentes le sonrieron, ella era muy cálida y les gustaba verla, era dulce y tierna, los comprendía y siempre contenía. No así fue la respuesta que recibió de su novio, su rostro se ensombreció y enfureció apenas sus ojos se posaron sobre ella.
