*Editado*
Palabras: 1713
Categoría: ATP
Sin embargo Jackson Whittemore no se rindió, ni siquiera su espíritu bajó después de esa mala jugada. La volvió a llamar, pero Amber no contestó, por lo que su buzón de voz y buzón de mensajes se llenó de los más tontos –y algunos divertidos- mensajes de parte del chico; tanto así que estuvo tentada en más de una ocasión a cambiar de número, pero terminó por bloquearlo. Y eso tampoco lo hizo rendirse, así que juntando toda la información que había obtenido de parte de Danny decidió hacerle una visita, pensando que frente a frente las cosas se le harían más fácil y ella no lo enviaría al demonio.
Luego del instituto Amber trabajaba medio tiempo en una pequeña librería del centro, le gustaba la independencia y no tener que contar con el dinero de sus padres para conseguir sus cosas y caprichos, además le daba tiempo para poder hacer sus deberes tranquila y leer un poco cada día. Casualmente –y para su horrible suerte y descontento- cierto castaño con cara de ángel pero personalidad de diablo se había convertido en el mejor cliente de la librería. Todos y cada uno de los días luego de sus clases iba y compraba libros que obviamente jamás leería, paseaba desinteresadamente por los pasillos, ojeaba una que otra cosa, e intentaba con todas sus fuerzas obtener un poco de atención de parte de ella, pero eso no pasaba.
A la segunda semana Amber ya estaba desesperada y con solo ganas de sacarlo a patadas cuando apenas sonaba la campanilla y cruzaba la puerta, pero no podía porque su jefe se lo había prohibido considerando que ese muchacho era una mina de oro. Estúpida mierda millonaria, gruñía la rubia cada vez que lo veía aparecer.
Pero, después de un par de semanas más la situación comenzó a divertirle solo un poco, y por mero aburrimiento –solo eso- comenzó a prestarle atención, obvio cuando Jackson no comenzaba a comportarte como un verdadero idiota, porque de no ser así, era alguien casi agradable.
Aun así el acoso no terminó en su lugar de trabajo, sino que se extendió hasta la salida de su preparatoria donde el estúpido atractivo la esperaba todos los días luciendo malditamente bien apoyado en su flamante porche para llevarla a la librería. La mayoría de las chicas babeaban por él cada tarde, de hecho ese era el panorama de todas cuando el timbre sonaba finalizando las clases, pero Amber no lo entendía, no entendía cómo podía gustarles ese chico con actitud arrogante y pedante escudado en los millones de sus padres. Definitivamente ella prefería al chico que se escondía debajo de toda esa mierda.
ESTÁS LEYENDO
ONE SHOTS |TEEN WOLF|
FanfictionConjunto de historias cortas (one shots), sobre la serie televisiva Teen Wolf