Capítulo Nueve; Las casualidades se convierten en destinos unificados.
¥ Tres años después ¥
Karol S.
Casualidades...
Comenzaría mi reflexión sobre esto con —y valga la redundancia— una reflexión toda ñoña y bien preparada mientras hago un breve repaso en mi vida.
Lo haría, solo si no estuviese centrada en mi desastre. En ese desastre que estoy viendo ante mis manos.
Así que lo voy a resumir con un...
No todas las casualidades son buenas ni todas las casualidades son malas. Existen casualidades que simplemente son... Perfectas.
Perfectas como el despertar cada mañana sabiendo que estás viviendo la vida que elegiste. Sabiendo que estás haciendo de ti una mejor persona y todas esas cosas que dicen en los libros de motivación.
Hay casualidad que te llenan el alma de amor y alegría. Casualidades que... Te hacen pensar que tomaste la mejor jodida decisión de tu vida.
¡Tú vida!
Vaya, es que sí que han pasado muchas cosas en mi vida desde que tengo dieciocho años. La edad adulta le llaman.
¿Cómo olvidar que estuve obsesionada con conseguirme un novio?
Bueno, ahora lo tengo. Un sexy novio que vive conmigo.
Un novio que no quería como novio pero terminó siendo eso y más. Y con más me refiero al anillo que descansa en mi mano.
Ese anillo que simplemente no esperé pero que cuando llegó, me dejó llorando por toda una hora mientras abraza a quien hoy denomino como... La casualidad de mi vida.
Porque quién diría que ese imbécil que se cruzó en mi camino mientras iba camino a mi primer día en la universidad iba a terminar siendo mi futuro esposo.
Si, hablo de ese hombre al que casi envío al hospital, del hombre que casi me saca un ojo y del hombre que...
—¿Qué haces?
Sobresaltada ladeo el rostro viéndole seriamente mientras me abraza por la espalda y besa mi mejilla. Golpeo su estómago con mi codo causando su risa.
—Me creía la protagonista de un libro de amor mientras reflexionaba acerca de las casualidades. —levanto mis manos llenas de masa y hago señas en el aire.— Estaba en la mejor parte y me interrumpiste.
—Dale, narra tu reflexión para mí. —me suelta para sentarse en la encimera.— Y deja esto, ya lo arruinaste.
—Lamento no ser la encargada de la cocina en la relación, maldito perfeccionista. —ruedo los ojos tirando todo a la basura antes de caminar al lavadero para enjuagar mis manos.— Pero bueno, ¿Te digo la reflexión?
—Dila.
Toma una manzana de la encimera, tomo una silla y la acomodo sentándome en esta. Peino mi cabello con mis manos mojadas antes de aclararme la garganta.
Me voy a inspirar mucho en este monólogo.
—Decía que nunca en la vida habría imaginado que el idiota que se cruzó en mi camino el primer día de universidad se convertiría en mi futuro esposo. —explico moviendo las manos.— Decía que ese hombre al que casi mato y que me dejó con un parche de pirata en el ojo cuando por “querer salvarme” me tiró e hizo golpear con una piedra mi hermoso ojo, ese hombre que...
—¿En serio vas a decir solo cosas malas de mí?
—Pues solo estoy diciendo la verdad.
—Ya recordé por qué me caes mal, niñita tonta.

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Miente Para Mí
FanfictionLuces feliz, tanto que sacrificaría mi vida para que lo seas a mi lado.