Capítulo veintiuno; La diferencia es que él es sexo, y tú eres amor.
Karol S.
—Si nos gritas así, si me siento mal. —susurro bajando la mirada a mis pies.— Así que no me grites que entre el chico y yo no ha pasado nada. O bueno, entre Axel y yo.
—¿Nada? —Valentina arquea una ceja. Me río.
—O sea, no ha pasado nada después de lo que pasó el sábado. Solo hemos venido a conocer más el lugar porque la madrastra de ellos es la dueña. —hace una señal.— Y accedí a venir porque como me viste, me caí encima de él por huir de las preguntas de Clara. Fue solo una coincidencia. Además de que su hermana es mi compañera de clase.
—Ya, bueno. ¿Y tú no vas a decir nada, Ruggero?
—Ni la conozco. —levanta sus manos en señal de paz.— Soy inocente.
—Además ellos piensan que seguimos siendo novios. —continúo.— Pero que tenemos “libertad”
Hago comillas con mis dedos, Valentina golpea su frente.
—¿Ustedes saben que meterse en esto les va a traer problemas?
Ruggero y yo nos miramos.
—¿Más de los que Camila causó en nuestra ex relación? No lo creo. —levanto mis manos en señal de paz.— Y yo ya me iba. Así que si me disculpan... Solo vine a saludarte, Valentina.
La rubia sonríe sin haberme creído ni una pizca de lo que dije, me encojo de hombros.
Por supuesto que no quería soltar saludarle, quería que Ruggero me hablara pero más cortante no puede estar.
Pero lo de ya irme es real. Tengo sueño y planeo tener un mega cambio este semestre así que necesito estar tranquila.
Y dormir mis ocho horas.
—Bueno, me voy. —beso la mejilla de Valentina.— Cuídate, deberíamos juntarnos para hablar algún día.
—Oye, sí. Que buena idea. Ya me hacen falta amigas y este seguramente me va a obligar a estar con Camila y no quiero.
—Claro, porque Camila siempre está primero. —ironizo sonriendo.— Mejor me voy. Hasta luego.
Muevo mi mano a modo de despedida y regreso mi atención a Clara que se pone de pie entendiendo. Se despide de ambos hermanos y camina hacia mí sujetando mi mano.
—Hola, rubia.
—Hola, rara. —Valentina le devuelve el saludo.— ¿Tienen cómo volver? Puedo hacer que Agustín les lleve.
—Ni irme quiero. —confiesa Clara pero pellizco su brazo.— No, o sea sí quiero.
—Si no quieres irte, quédate con nosotros y diviértete conociendo a la pesadilla que hizo que estos dos se separen. —Valentina tira de su mano.— Ruggero, puedes llevar a Karol a casa.
Él me mira, yo lo miro a él.
Sonríe y yo evado su mirada.
—Encantado. ¿Nos vamos, mi amor?
Le piso ocultando un quejido, él se ríe envolviendo su brazo en mis hombros. Acerca sus labios a mi oreja.
—Me las voy a cobrar todas, Karol.
Trago saliva.
Por eso he estado rezando por mi vida todos estos días.
Él y yo tenemos algo pendiente.
Aún así, accedo a que me lleve a casa. Me duele la cabeza. Y mi épica caída de hoy, lastimó mi piecito.
Mi pobre piecito.

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Miente Para Mí
FanfictionLuces feliz, tanto que sacrificaría mi vida para que lo seas a mi lado.