Capítulo Cuarenta y Tres; Somos amigos y nada más.
Karol S.
Ale termina de recoger su cabello, retoco mi labial.
Es sábado. Y después de tantos sucesos en la semana, habíamos tomado la decisión de festejar el cumpleaños de Agustín hoy ya que el lunes no se pudo.
Es que he estado ocupada con la preparación de mi defensa de tesis que se hará el próximo viernes. Valentina no se ha estado sintiendo bien y bueno, Agustín no quería hacer nada sin su novia.
Pero, siendo sábado, ya por fin podemos hacer esto.
—¿Y al final si invitaste a Pablo?
—Sip. —musito saliendo del baño con ella a mi lado.— Pero no sé si pueda venir. Con eso de que se está preparando para la graduación y eso...
—Cierto que él ya hasta tiene trabajo. —suspira.— Amiga, ¿Estás segura de que le quieres?
—Sí, Alessia. Me gusta y le quiero mucho.
—Ya, pero es que no te conviene. —niega.— Te recomiendo tirarlo... Y decirme dónde.
Me río, ella me abraza.
—Sabes que bromeo, ¿Verdad?
Asiento. Obvio que lo sé, si en toda la cena previa a este after party se estaba echando miraditas con Gastón.
Sigo sin entender la historia pero supongo que está bien. Supongo...
Cómo sea.
Volvemos a la mesa, me lamento por la ausencia de Clara pero su embarazo ha hecho que después de la cena se vaya a dormir acompaña de Axel. Los pies la estaban matando.
Así que me he propuesto disfrutar por ella.
Aunque, me siento el mal tercio de estas parejitas.
—Oye, Karito. Te tenemos que decir algo.
Agus toma mi mano por encima de la mesa. Sonrío.
—Si quieres, te puedes ir, Agus te llevará. —dice Gastón. Asiento.
—¿Es porque sienten que hago mal tercio en sus respectivas parejas? —pregunto sin tapujos. Ellos se miran extrañados.
—¿Qué? Obvio no. —Valentina rueda los ojos.— Es que Ruggero está estacionándose. Celebrará con nosotros.
—Es mi mejor amigo con todo y estupideces, lo sabes, ¿Verdad?
Reconozco el miedo en la voz de Agustín. Me río apartando mis manos.
—Necesitaré mucho alcohol.
—¿Eso significa que no te irás?
—Eso significa que esta noche seré la mujer más feliz de este lugar. —muerdo mi labio inferior.— Espero.
No tengo tiempo de reaccionar cuando le veo entrar al lugar. Respiro profundo.
No pasa nada.
Es cierto, Ruggero es su amigo, puede estar aquí. Y yo también.
Porque, ¿Qué importa esto? El chiste es que Agus disfrute.
—Hola, chicos.
Todo el mundo le saluda. O buenos, sus amigos, porque yo me mantengo en silencio y Alessia le mira como si estuviera ideando la manera de matar a alguien y no dejar pistas.
Bajo la mirada a mi teléfono cuando este vibra. Contesto la llamada.
—¿Dónde estás?
—En la entrada, ¿Qué privado dijiste que era?

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Miente Para Mí
FanfictionLuces feliz, tanto que sacrificaría mi vida para que lo seas a mi lado.