Capítulo 126

81 7 3
                                    


Tras ducharse, fue turno de Yune. El infante entró rápidamente en el baño y allí comenzó a quitarse por cuenta propia sus prendas, mientras su madre tomaba alguno de sus juguetes de baño y los introducía en la bañera con algo de agua. 

-Solo un momento ¿si? Debemos salir -dijo la chica comenzando a mojar su cuerpecito lentamente, mientras Yune tomaba uno de sus patitos de hule.- ¿Quieres ir a la plaza con el tío Yeol?

Yune asintió frenéticamente, chapoteando un par de veces en la tibia agua y riendo al hacerlo. 

-Entonces debemos darnos prisa porque sino se va y nos deja aquí -mintió de la misma forma que siempre lo hacia para que su hijo no se entretuviera de más jugando.

De forma ágil bañó al infante y tras envolverlo en una toalla y sacar el tapón de la bañera para que sola se vaciara, lo llevó rápidamente a la habitación donde lo dejó delicadamente en la cama, buscando entre sus numerosas prendas de vestir qué ponerle para ese día.

Aquel día era soleado, pero una brisa algo fresca lograba sentirse, por lo que optó por un suéter a rayas de lindos colores y un enterito de color claro, los zapatos cómodos que Yune adoraba y estaba listo.

El nombre de apareció en la pantalla del móvil de la joven, al responder, el chico le avisaba que iría a hacer algunas comprar con Baekhyun y se encontrarían allí, así ella podía ir tranquila a su reunión con Ten, lo cual le pareció una gran idea.

Tomó a Yune de su pequeña manito, ayudándolo a bajar de la cama y tomando su bolso, donde tenía pocas pertenencias propias como por ejemplo el móvil que acababa de guardar, su billetera y alguna que otra cosa, siendo completado por pertenencias del infante, convirtiéndose en alguna clase de bolso para él.

Tras asegurarlo en la silla de su vehículo, se puso en marcha a dicha cafetería donde minutos atrás había vuelto a confirmar con el tailandés de verse allí.
Una vez en el lugar, bajó a Yune con sumo cuidado y ambos ingresaron al local, miró a su al rededor, en busca del pelinegro pero no logró divisarlo por ninguna parte, por lo que creyó que solo se había retrasado un poco, y decidió tomar asiento en alguna mesa cerca de los grandes ventanales, para que tanto ella como el pequeño observaran un poco fuera del lugar, pues la vista daba directamente a la plaza frente a la cafetería donde se encontraban.

Aproximadamente diez minutos más tarde, cuando la chica comenzó a creer que Ten no llegaría, el chico apareció corriendo justo por donde se encontraba observando, frente al gran ventanal. Giró en su sitio para verlo ingresar al local, agitado, observó al rededor y ella levantó su mano en una señal, en cuanto la vio sonrió, notándose su respiración dificultada. Y también notando como su mirada pasó de ella, a Yune, de inmediato.

-Hola, lamento la tardanza -dijo una vez junto a ella.

La chica negó y señaló el otro asiento junto a ella.

-Ven aquí cariño -llamó a Yune para que dejara aquel sitió libre para Ten. El pequeño, obediente como de costumbre, terminó sentado junto a su madre, observando con sus grandes ojitos a aquella persona desconocida para él, y Ten no hacía lo contrario.


-El es Yune, mi hijo -habló la chica al notar como la mirada de Ten no se desprendía del pequeño junto a ella.- Yune, el es un amigo de mami, saluda, su nombre es Ten

-¡Hola! -dijo con su tierna voz.

Ten pareció sorprendido por un momento, pero pronto se conmovió por la educación y ternura  que emanaba el infante.

-Hola Yune, ¿Cuántos años tienes, pequeño?

-¡Así! -exclamó y levantó tres de sus pequeños deditos, emocionado por su nueva edad.- ¡Tres! -aclaró recordando la enseñanza de su madre de también decir su edad y no solo mostrarla.

Mi amor por ti~ | Taemin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora