Capítulo 11

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Oliver Thompson.

Había regresado finalmente a Alexandria, tras siete años en la capital que se me hicieron una eternidad.

Mi padre había decidido enviarme a la ciudad cuando tenía nueve años, deseando que me preparara para administrar sus empresas y trabajar a su lado. Antes de partir, me reveló el acuerdo que había hecho con el señor Danvers. A pesar de mi corta edad, era consciente de muchas cosas, pero siendo un niño en aquel entonces, no le presté demasiada atención, aunque estaba al tanto de todo.

Personalmente, detestaba la idea de tener que casarme con una chica a la que no conocía, a pesar de que mis padres me hablaban maravillas de ella. No estaba interesado en absoluto en aquel compromiso. Sin embargo... Nunca me he opuesto a mi padre, siempre le he obedecido, ya que fui criado en una familia muy estricta y, siendo hijo único, llevaba sobre mis hombros una gran responsabilidad. Si tenía que casarme, lo haría, aunque si tuviera elección, jamás lo habría hecho.

—Mi niño, mira cuánto has crecido —dijo mi madre Evelyn, tomando mis mejillas con sus manos para besar mi frente.

Evelyn Thompson, una mujer que rebosa de amor para darme. Su cabello oscuro y ondulado cae sobre sus hombros, tiene unos hermosos ojos marrones, es delgada y la elegancia es lo que la caracteriza.

Hice una mueca de fastidio.

—No me aprietes las mejillas, madre.

—Oh, hijo, estoy muy feliz de que por fin hayas vuelto y esta vez para quedarte. Te hemos echado de menos. Pero lo importante es que al fin estás aquí y estás hecho todo un hombre, la capital te sentó muy bien, mi niño.

—Madre, todos los años ibas con papá a visitarme, no seas exagerada. Además, recuerden que ustedes fueron los que me mantuvieron alejado de aquí, querían que me convirtiera en todo un caballero de alta sociedad, ¿no es así, madre?

—Fue por tu bien, Oliver, queríamos un buen futuro para ti y que estudiaras en las mejores escuelas, donde te prepararían para ser el hombre que eres ahora y manejar muy bien el capital de tu padre —mi madre sonrió mientras acariciaba mi cabeza.

—Mi muchacho al fin está aquí —mi padre apareció detrás de mí.

Después de los saludos y la bienvenida a casa, nos sentamos en la sala a charlar un poco. Mi padre me contó todo lo que había pasado estos últimos días, sobre la familia Danvers, de la chica con la cual me casaré. Pronto cumplirá dieciséis años y su fiesta será en su enorme casa campestre.

Escuché con atención todo lo que mi padre me decía sobre lo que debía hacer cuando conociera a la chica.

No es que esté emocionado por conocer a mi futura esposa. Esto es más molesto de lo que pensé. Según lo que mi madre comenta acerca de esta chica, Octavia, es una chica que se la pasa metida en problemas y se comporta de una manera que una dama no debería. Pero que eso cambiaría cuando me casara con ella. Mis padres aprecian mucho a la señorita Octavia y a sus hermanos, por lo tanto, pasan por alto aquellos detalles, dicen que no culpan a la señorita Octavia por sus modales porque cuando sus padres murieron, ella sufrió demasiado y que por esa razón ella se comportaba de esa manera.

No imagino lo molesto que esto será para mí, pero trataré de hacer lo que mis padres dicen. Tengo aún dos años para conocerla mejor y convertirla en una "Esposa ejemplar."

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora