Capítulo 47

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Oliver Thompson.

La presencia de Verónica en aquel lugar me inquietaba sobremanera. Todo parecía envuelto en un halo de misterio. La curiosidad me consumía, y mi mente se agitaba con preguntas sin respuesta.

—¿Qué hace Verónica aquí? No puedo evitar preguntarme cuál es la razón de su visita —indagué, incapaz de contener mi inquietud.

Mi padre entrelazó sus manos, su semblante reflejando la gravedad de la situación.

—Oliver, esto es muy serio. Verónica ha venido para informarnos que está esperando un hijo, y espera que cumplas con tus responsabilidades.

La noticia cayó sobre mí como una losa, dejándome sin aliento.

Tras unos segundos de silencio, logré articular palabra.

—¿Qué? Eso no puede ser.

Verónica abrió sus labios en una expresión de sorpresa.

—¡Sí lo es!... y es tuyo, Oliver —dijo, dirigiéndome una sonrisa tierna.

«No puede ser, no puede ser.»

Llevé mis manos a mi cabeza, sumido en mis pensamientos.

—Oliver, sabes lo que significa esto, ¿no es así? —preguntó mi padre.

—Padre, ¿podemos hablar a solas un momento? —pedí.

Mi madre se quedó con Verónica, mientras que mi padre y yo nos dirigimos a su despacho.

—Padre, yo...

—No tienes que decir nada, Oliver, todo está muy claro. Sé que estás con Octavia Danvers, pero ahora tu obligación es casarte con esa joven —dijo mi padre con firmeza.

Fruncí el ceño.

—Padre, la mujer que amo es Octavia Danvers.

—Embarazaste a esa muchacha, Oliver, y no mediste las consecuencias, no estás en derecho a exigir ahora. Te casarás con ella y punto. No vamos a darnos el lujo de que hablen de nosotros, eso sería un escándalo sin duda —dijo mi padre, poniéndose de pie.

No dije nada y lo dejé salir, cerrando la puerta tras mí.

Esto es una pesadilla. No podía creer lo que me estaba pasando, ¿por qué precisamente a mí? Nunca debí haber tenido relaciones con esa joven.

Idiota.

Mi corazón estaba comprometido con Octavia, y la noticia del embarazo de Verónica me presentaba un dilema imposible. Por un lado, sentía una responsabilidad hacia Verónica y el hijo que esperaba. Por otro lado, mi amor por Octavia ardía en mi pecho. Me encontraba atormentado por mis pensamientos.

No tenía idea de cómo decírselo a Octavia, esto iba a destrozar su corazón y con justa razón. Pero... no tenía otra opción. Tendría que vivir con esto...

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora