Capítulo 56

551 73 121
                                    

Octavia Danvers.

Una semana después.

—Creo que ya hemos caminado lo suficiente, ¿no te parece? —inquirió Mike, con un dejo de cansancio en su voz.

—Estamos a un paso de llegar, deja de lamentarte.

—Préstame una pluma y un papel, te legaré todos mis bienes si llego a perecer aquí.

—Y dicen que las exageradas somos las mujeres —respondí con una sonrisa—. Aquí es donde afirmo que no hay gran diferencia entre un hombre y una mujer. Nosotras, las mujeres, podemos lograr muchas cosas sin la ayuda de ustedes, los hombres. No somos tan vulnerables como creen —añadí, esbozando una amplia sonrisa—. Hemos llegado.

Mike se desplomó en el suelo, exhausto.

—Por fin.

Reí.

—Este es el lugar al que anhelaba llegar. La cima de una montaña. Todo es tan bello desde aquí arriba.

—Bellos quedaremos nosotros si morimos congelados aquí.

—Mike, si sigues quejándote, te arrancaré una oreja.

—De acuerdo, ya me callo —dijo Mike a la defensiva.

—La vista es espléndida —comenté.

—No más que tú —respondió Mike, volviéndose para mirarme.

Le di un pequeño golpe en el brazo.

—Eres un tonto.

—Sabes, O', desearía poder tener muchos días así contigo, solo tú y yo.

Desvié la mirada.

—No seas tan optimista, chico en llamas.

—A veces deseo cosas imposibles, ¿verdad? Pero de todo aprendemos, y una de las cosas que mi madre me enseñó es que si deseas algo con todo tu corazón, tal vez algún día ese deseo se cumpla. Todo es cuestión de paciencia.

Sonreí mientras él continuaba hablando.

—Quiero disfrutar de todos los días que me quedan en este mundo a tu lado. Y desearía que fueran muchos... Pero mientras esté aquí, quiero que sepas cuánto valoro nuestra amistad y el amor que siento por ti —volví a mirarlo, y su mirada se perdía en el horizonte.

—Eres demasiado bueno para este mundo —le dije.

Sus ojos se encontraron con los míos.

—Dame una esperanza, Octavia Danvers.

Una de mis manos acarició su mejilla, y luego acerqué mis labios a los suyos y lo besé. Me aparté lentamente de Mike, tras el beso compartido. Lo miré profundamente a los ojos y suspiré.

—¿Qué fue eso? —preguntó Mike, sorprendido.

—Esperanza —continué—. Sabes que mi corazón late por Oliver. Pero he sentido algo sincero y especial contigo, y no quiero ignorarlo.

—Mi querida Octavia, comprendo tus sentimientos y el pasado que compartes con Oliver. Pero quiero que sepas que, con cada latido de mi corazón, estoy dispuesto a ganarme tu amor y confianza.

Con una mirada aún llena de confusión por aquella esperanza que le había dado a Mike, me encontraba en una encrucijada emocional, debiendo tomar una decisión que probablemente afectaría su destino. Las sombras del pasado se mezclaban con las promesas del futuro, y solo el tiempo revelaría el camino que ambos debíamos seguir.

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora