Capítulo 60

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Oliver Thompson.

El crepúsculo tiñe el cielo con tonos dorados, y mi corazón late con la inquietud de saber si mi amada ha recibido la carta. Camino de un lado a otro.

—Espero que Octavia siga allí y pueda leer mi carta —comento después de un rato sin hablar.

—Tranquilo, Oliver, confía en que sigue allí —me tranquiliza Chris.

—Bien, me iré cuanto antes. Chris, Levi muchas gracias por su ayuda. Y por escucharme —digo extendiendo mi mano a ellos.

—Es un gusto que todo se haya resuelto y que puedas ser feliz con nuestra hermana aunque no voy a negar que al principio te quería lejos de ella —confesó Levi.

—Así es, Oliver. Y tú bien sabes que nuestros padres fueron muy unidos, por lo tanto queremos que sigamos así y más que ahora seremos familia —Chris sonrie ampliamente.

Salgo rápidamente para dirigirme a la estación del tren junto con Alec que había decidido acompañarme. No se quería perder el momento de nuestro encuentro.

No puedo dejar de mover el pie cosa que Alec nota al instante.

—Ey, cálmate hermano —dice Alec poniendo su mano en mi pierna derecha.

Bajo mi mirada y luego volteo a verlo con cara de pocos amigos —Quita tu preciosa mano de mi pierna ¿si?.

Alec quita su mano y me ve confundido.

—No seas mal pensado, cochino —dice poniendo cara de asco.

Volteo a ver hacía la ventana del tren —No sé si O' ya recibió mi carta o por el contrario se iría de aquella hospedería sin poder leerla.

—Oliver, no seas impaciente, solo espera a que lleguemos allá y lo averiguaremos.

—¿Y si ya no esta?, ¿si se fue a otro país?. Lo que mas me tiene preocupado es que está con Mike.

—Tranquilo, si ya no esta ahí buscaremos otra manera de hallarla, y no deberías preocuparte por Mike. Solo es su amigo. No entiendo por qué te disgusta tanto.

Volteo a ver a Alec con cara de "¿en serio?".

—Tú sabes amigo mío lo enamorado que Mike esta de Octavia, así que si me preocupo... me preocupo de que haya aprovechado el momento para... enamorarla y quizá para persuadirla de que se olvide de mí —aprieto mi puño.

—Bueno, eso habría que verlo.

—Gracias por tu ayuda —digo muy serio.

Después de un largo viaje al fin llegamos a la gran ciudad. Descansamos un rato y comimos algo antes de continuar nuestro camino.

Nos adentramos por unas calles llena de gente, hasta dar con la hospedería donde se supone debía estar Octavia alojandose.

Adentrándonos al lugar, nos dirigimos hacia el que parecía ser el encargado de la hospedería, un hombre de edad avanzada con una mirada que sabia que parecía haber observado el fluir de innumerables historias.

—Buenos días, buen señor. Hemos venido de lejos en busca de una dama llamada Octavia Danvers, ella se ha hospedado en este lugar en compañía de su amigo, Mike. ¿Puede decirme en que habitación se encuentran?.

—Lamento decirle joven, que la dama y el caballero se han marchado hace un rato.

—¿No dijeron para donde iban? —pregunto.

El anciano se queda pensando por un rato hasta que al final abre sus ojos con emoción:

—Ahora que lo recuerdo, escuché sin querer al joven caballero, decirle a la dama que irían a la estación de tren para emprender su nueva aventura juntos.

Le agradezco al anciano por su información para después salir del lugar camino a la estación de tren, esperando no llegar demasiado tarde.

—Alec, se van a ir juntos nuevamente... ¿Sabes lo que eso significa?.

—Que un pelirrojo te quito a Octavia —comenta Alec. Volteo a verlo con los ojos entornados.

—No seas payaso —continuo—. Si no alcanzamos a llegar, probablemente la habré perdido para siempre...

—No digas eso, hombre. Ya veras que la encontraremos. A demás, cuando hay un amor tan fuerte como que el ustedes dos se tienen, no hay nada que pueda impedir que estén junto —Alec me da una palmadita en el hombro animandome.

Te encontraré, Octavia... Sea donde sea que estés, siempre nos encontraremos.

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora