Capítulo 61

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Octavia Danvers.

—Mike, ¿por qué esta decisión tan repentina? —pregunto, dubitativa.

—No es repentina, O'. Lo he estado meditando días atrás. Y creo que sería espléndido viajar hoy mismo a Canadá, así disfrutaríamos más de nuestra aventura. Ya llevamos varios días en este lugar, ¿no crees que es hora de partir? ¿De vagar por otras tierras?

Reflexiono por un momento.

—Tienes razón, Mike... Bien, iré a preparar mis maletas.

—Perfecto, te espero, mi bella —sonríe ampliamente.

Me dirijo a la habitación para comenzar a empacar. Por un instante, mi mente viaja a Alexandria, recuerdos con Oliver inundan mi pensamiento, y un pequeño dolor en mi corazón me hace sentir nostálgica.

Quizás en tierras lejanas encuentre consuelo, tal vez en cada nuevo amanecer descubra un atisbo de paz. Pero por ahora, debo seguir mi propio rumbo, desvaneciendo los ecos de un pasado que se aferra a mi ser. En cada paso que dé, en cada nuevo horizonte que se dibuje ante mis ojos, encontraré el alivio que mi corazón anhela, y en el vaivén de mis viajes, buscaré la redención que solo la distancia puede ofrecer.

Sabía que el amor podría hacerme sufrir, pero aun así quise arriesgarme. Quise sentir lo que es enamorarse y ser herida.

Niego con la cabeza, apartando aquellos pensamientos que me atormentan.

«Concéntrate, Octavia. Primero tú, después tú, y por último, tú...»

Vive, disfruta de las aventuras, siéntete libre.

Pero en Oliver encuentro mi libertad, mi felicidad, todo lo encuentro en él...

Mike golpea a mi puerta.

—¿Estás lista?

—Sí, ya estoy terminando —digo, apresurándome a empacar.

***

Nos hallamos en la estación de ferrocarril, aguardando la llegada de nuestro transporte.

Mike se muestra ensimismado, apenas ha pronunciado palabra, y cuando le dirijo alguna pregunta, es como si mi voz no alcanzara a penetrar sus pensamientos.

—¡Mike! —Exclamo, elevando ligeramente el tono de mi voz.

—¿Qué?, ¿qué sucede, O'?

—¿Qué te sucede a ti, Mike?

—Yo... nada, nada. Tan solo estaba reflexionando sobre las aventuras que nos aguardan en Canadá —responde Mike con un dejo de nerviosismo.

Entrecierro mis ojos.

—No te creo. Vamos, dime, ¿qué ocurre? —insisto mientras le propino unos suaves pellizcos.

Mike me sostiene la mirada fijamente por unos instantes.

—Perdóname, O'.

Frunzo el ceño.

—¿Perdón por qué? —suelto una risita.

Mike sopesa sus palabras.

—Es que... esta mañana llegó una misiva... para ti... la leí, lo siento, O'. Te mentí.

—¿Una carta para mí? ¿Y qué decía?

—La carta provenía de Oliver, hablaba de su ruptura con Verónica, que ya nada lo vinculaba a ella, en fin... Temía que regresaras con él, porque sabía que así sería. Y yo perdería el último lazo que me une a ti. Aunque sé que jamás lograré que me ames como yo te amo. No te mereces esto, O', mereces ser feliz... Y sé que lo serás cuando vuelvas a estar con Oliver. Lo siento tanto, O'. De verdad, perdóname —sus ojos se humedecen.

—Aprecio tu franqueza, Mike. Lamento mucho que sufras por mí, de una forma u otra, me siento culpable, al no poder corresponder a tu amor —le doy un apretón en su hombro.

—No tienes por qué sentirte culpable. Nadie puede controlar los designios del corazón.

Desvío mi atención para dirigir mi mirada hacia un costado. Mis ojos se abren de par en par al reconocer a la persona que se encuentra detrás de Mike, a unos cuantos pasos de distancia.

—¿¡Oliver!? —grito con una mezcla de emoción y desconcierto a la vez.

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora