Octavia Danvers.
La diligencia estaba preparada, lista para partir. Noah y Helena, mis fieles amigos, habían venido a ofrecer sus cálidos adioses.
—¿Estás segura de embarcarte en esta travesía, O'? —inquirió Noah, su voz teñida de duda.
—Por supuesto, y no temas, mi retorno está asegurado. No planeo pasar mis días lejos de mi hogar... ¿o tal vez sí? —reflexioné en voz alta, una chispa de aventura brillando en mis ojos.
—Ni se te ocurra, Octavia Danvers —amenazó Noah con una sonrisa juguetona.
Reí alegremente.
—De acuerdo, de acuerdo.
—Pero dime, ¿qué hay de Mike? ¿Nadie le informó de tu partida? —prosiguió Noah.
—Helena se encargó de ello —respondí con tranquilidad.
—Sí, creo que no tardará en llegar —confirmó Helena.
—Hablando del rey de Roma... —exclamé al ver a Mike cruzar el umbral de mi casa.
Mike me obsequió con una sonrisa radiante, de oreja a oreja.
—¿No necesitas un acompañante en tu viaje?
Mis ojos se abrieron de par en par.
—Mike, no estarás pensando...
—He meditado largamente sobre ello, y he decidido que deseo ser tu compañero en esta aventura por el mundo que has planeado. Acompañarte en este periplo sería un honor para mí, y no puedo imaginar la mejor forma de experimentar nuevas tierras y culturas que a tu lado.
—Será un honor tenerte como mi compañero de viaje —le respondí con una sonrisa sincera.
Mike me observó fijamente por unos instantes.
—Pero quita esa cara de tonto, puedes al menos disimular un poco —intervino Noah, dándole un amistoso golpe en el hombro a Mike.
—¿Y no has traído tu equipaje? —pregunté mientras miraba a mi alrededor.
—Está afuera, esperando —respondió Mike con seguridad.
En ese momento, Levi, Chris y Camila hicieron su entrada.
—Te echaré de menos, cuñada. Espero que regreses pronto, esta casa no es lo mismo sin ti —exclamó Camila entre sollozos mientras me envolvía en un fuerte abrazo.
—Yo también te extrañaré, Cami. ¿Quién me preparará esas deliciosas tortas de chocolate que tanto me gustan? —dije con un puchero juguetón.
Cami rió entre lágrimas.
—Cuando vuelvas, te prepararé la torta de chocolate más grande que hayas visto.
—Por eso eres mi cuñada favorita —sonreí.
—Solo tienes una cuñada —bromeó Chris.
—Ah, cierto —respondí con una risita.
—¿Estás lista para partir, O'? —preguntó Levi, cambiando de tema.
—Sí. Ah, Mike me acompañará en esta aventura, dice que desea ser mi compañero de viaje.
—Espero que puedas soportarla —dijo Chris entre risas.
—Qué gracioso —respondí con un tono juguetón.
—Soportarla será parte de mi prueba de amor —contestó Mike, mirándome con una sonrisa llena de ternura.
Mis mejillas se encendieron ante sus palabras.
—No te hagas ilusiones, muchacho —comentó Levi en broma.
Todos soltamos una risita.
—Se respira el amor por aquí —comentó Helena con una sonrisa pícara.
Levi no dijo nada y caminó hacia la salida.
—No perdamos el tiempo en tonterías y salgamos ya.
Después de despedirnos de todos, Chris derramando algunas lágrimas y diciendo que me extrañaría, Levi no es de muchas expresiones, pero pude notar que al igual que Chris y mis amigos, me echaría de menos. Mike y yo nos subimos al carruaje para dirigirnos a la estación de tren.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Mike después de unos minutos en silencio.
—Bien, estoy asimilando todo —sonreí.
Mike puso su mano sobre la mía.
—Sabes que siempre estaré para apoyarte.
—Lo sé —le di una sonrisa de boca cerrada.
—Lamento todo lo que pasó con Oliver, espero que lo puedan solucionar, ustedes dos se aman... —Mike inclinó su cabeza.
—No creo que esto tenga solución...
Mike me miró sorprendido para luego darme una sonrisa.
—En este viaje haré que te sientas mejor.
—Lo sé, chico en llamas —le di una sonrisa tierna.
En todo el camino la pasamos hablando de una cosa y de la otra. Las risas nunca faltaron. Fue una buena idea que Mike quisiera acompañarme, así no me sentiría tan sola.
Nunca es bueno estar tan solo.
Espero tener muchas aventuras junto con Mike.
—Sabes, O', sé que Oliver y yo no nos hemos llevado muy bien, pero sabía que él te hacía feliz... y eso era todo lo que necesitaba para sentirme tranquilo. Ahora con todo esto que pasó... sé que estás sufriendo.
—A veces es necesario, Mike —volteé a verlo—, lo que no te mata te hace más fuerte...
Mike sonrió.
—Eres una chica muy segura.
Suspiré.
—No lo creo... a veces tiendo a ser muy insegura y desconfiada... sabes, antes de sentir este amor que siento por Oliver, solía ser muy desconfiada con los hombres, decía que lo único que ellos buscan de una mujer es una esclava, por eso nunca se me cruzaba por la cabeza el casarme, no quería sentirme atada a un hombre. Pero Oliver... me hizo cambiar esa forma de pensar, él me demostró que no todos los hombres buscan eso en una mujer.
—Oliver es un buen chico, de eso no hay duda. Aunque me deteste por el hecho de que soy tu amigo —una risita salió de sus labios.
—Oliver no te detesta, Mike, él solo... siente que eres una amenaza para él —reí.
Mike levantó una ceja.
—Así que soy una amenaza para Oliver Thompson, el chico más atractivo de Alexandria, vaya, cada día uno se entera de muchas cosas.
Reí.
—Tú también eres muy atractivo, no te hagas.
—Pero, ¿de qué sirve ser atractivo si la chica que yo quiero, no me quiere?
—Mike, sabes que mi corazón pertenece a Oliver.
—Lo sé y no te preocupes. Seguiré siendo ese amigo leal que siempre has conocido, incluso si mi corazón anhela algo que no puede ser.
ESTÁS LEYENDO
No Te Enamores De Mi✔️
Novela Juvenil"No te enamores de mí" es una novela ambientada en una época de etiqueta y formalidad, donde el amor y la pasión florecen en medio de un compromiso forzado. En esta historia de enemigos que se convierten en amantes, los personajes deben enfrentar la...