No Te Enamores De Mi✔️

Capítulo 43

Octavia Danvers.

—Te ves preciosa, Octavia —exclamó Helena con una radiante sonrisa.

—Jamás me había sentido tan femenina como hoy —respondí con un guiño juguetón.

Helena alzó los ojos al cielo.

—Tú y tus bromas.

Solté una risita.

Chris se asomó por la puerta.

—¿Ya estás lis...? —Sus ojos se abrieron de par en par—. ¡Estás hermosa, O'! Estás deslumbrante, ese vestido te queda a la perfección.

Sonreí.

—Gracias, Chris. Pero no es para tanto.

—En verdad, querida hermana, eres la imagen misma de la elegancia y la gracia. Todos en el baile quedarán maravillados.

Los invitados ya habían comenzado a llegar, así que me dispuse a bajar de inmediato.

No negaré que me encontraba un tanto nerviosa, llena de expectativas y anhelos. Cumplir dieciocho años marcaba el inicio de una nueva etapa en mi vida, repleta de posibilidades y desafíos, y estaba dispuesta a afrontarla con valentía y determinación.

Lucía un hermoso vestido celeste de mangas holgadas.

Me detuve en seco al ver a tanta gente allí, sus miradas fijas en mi persona.
Levi se acercó a mí y tomé su brazo para comenzar a descender las escaleras a su lado. La gente empezó a aplaudir y sonreír, haciéndome sentir bienvenida.

—¿Asustada, señorita Danvers? —preguntó Levi mientras bajábamos.

—Un poco —respondí sin apartar la vista del frente.

Al llegar al final de la "pasarela", Levi se inclinó hacia mí y susurró:

—Disfruta de la fiesta y felices 18 —sonrió y se alejó, dejándome allí en medio de la multitud, sin saber qué hacer.

Miré a mi alrededor en busca de Helena o Noah, pero no los encontré. Varias personas y compañeros se acercaron a felicitarme. Hasta que mis ojos se encontraron con los de Oliver, quien me observaba fijamente.

Oliver alzó su copa y bebió un sorbo, mientras yo le dedicaba una sonrisa nerviosa.

—¿Por qué tan solitaria la cumpleañera? —La voz de Mike a mis espaldas me sobresaltó.

—¡Mike! ¡Hola!

Mike tomó mi mano con delicadeza.

—Debo decir que luces absolutamente radiante esta noche —dijo, besando mi mano.

Sonreí.

—Gracias, chico de cabello en llamas —respondí, dándole un cálido abrazo.

—Y como muestra de mi aprecio y amistad, he traído un pequeño obsequio para ti, en honor a este día tan especial —dijo, sacando un pequeño cofre del bolsillo de su pantalón y extendiéndolo hacia mí —Ábrelo —dijo Mike, emocionado.

Tomé el cofre y lo abrí con cuidado.

—Oh, Mike, es precioso —exclamé al descubrir un delicado collar de perlas en su interior—. No puedo expresar cuánto significa esto para mí.

—Estoy encantado de que te guste. Que este collar sea un símbolo de nuestra amistad perdurable y de los momentos felices que compartimos en este día de celebración. Y que siempre lo lleves puesto, para que así te acuerdes de mí.

—Es hermoso, Mike, muchas gracias —dije, dándole otro abrazo.

Mike me ayudó a ponerme el collar. Sus ojos encontraron los míos, estábamos tan cerca que podía escuchar su respiración.
Su mirada descendió hacia mis labios.

—Ya no puedo aguantar más —dijo, y luego me besó.

Sus labios contra los míos. No sé por qué, pero le seguí la corriente.

Abrí los ojos y vi a lo lejos a Oliver, quien me miraba con sorpresa.

Me sobresalté y aparté a Mike.

—Espera, Mike, esto no... yo...

—Tranquila, O', solo fue un beso —dijo, sonriendo.

Mi corazón latía con fuerza.

—Mike, los amigos no se besan, ¿de acuerdo?

—Los amigos a veces se enamoran —respondió.

—Pero no está bien —dije, poniéndome de pie—. Mike, olvidemos ese beso, nada ha pasado, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —dijo Mike, cabizbajo.

—Lo siento —fue lo único que dije antes de salir de allí rápidamente, dejando a Mike atrás.

Me dirigí a mi habitación. Me encontraba en un estado de confusión y sorpresa tras el inesperado beso de Mike. Mis pensamientos se agolpaban en mi mente, mientras mi corazón latía con fuerza.

El amor y la amistad se entrelazaban en un torbellino de emociones, mientras los nombres de Oliver y Mike chocaban en mi mente. La confusión reinaba y debía lidiar con la sorprendente realidad de mi corazón dividido. Dos jóvenes por los cuales albergaba sentimientos profundos, pero solo uno tendría cabida en mi corazón...

Me miré en el espejo. Debía tomar una decisión...