Capítulo 34

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Helena y yo tomamos la decisión de acompañar a Oliver a su morada.

Al llegar, allí yacía Oliver, reposando en su lecho, durmiendo con la inocencia de un infante.

—Bien, nos retiramos, señora Evelyn —pronuncié.

—Agradezco que hayan traído a mi hijo, Octavia. Eres una joven de bien y sé que serás una excelente esposa para él —dijo con una sonrisa llena de afecto.

—Sí, claro —respondí con una sonrisa forzada.

—Comprendo que este compromiso no ha sido sencillo para ustedes. Pero a pesar de todo, estoy agradecida de que mi hijo tenga la oportunidad de desposar a una dama de su talla. Con el tiempo, las cosas entre ustedes mejorarán y serán la pareja más feliz de Alexandria.

—Por supuesto... bien, hasta luego, señora Evelyn. Me temo que debo partir, en casa me esperan mis hermanos —dije mientras hacía una reverencia y comenzaba a salir de la residencia de los Thompson.

Una vez alejadas de aquella casa, respiré profundamente.

—Dios, qué incomodidad —comenté a Helena.

—No fue para tanto. Además, ya estás comenzando a lidiar con todo esto —respondió.

—Claro que no es así. No puedo soportar que me hayan condenado a casarme con ese muchacho. Lo detesto.

—Octavia, no puedes odiar al joven Oliver tanto como dices. ¿Quién podría odiar a un joven con ese cabello tan llamativo y esa sonrisa encantadora?

—El joven Oliver es de los que no suelen sonreír mucho, son muy contadas las veces que lo he visto sonreír realmente. Su semblante es muy serio, es como si siempre estuviera de mal genio. A veces se me hace muy parecido a Levi.

—¿Entonces qué me dices de la encantadora sonrisa del joven Mike? —me dio un pequeño golpecito en el hombro—. Ese chico sí que está como quiere —rió. Y yo me uní a la risa.

—Mike sí es lo que todo un hombre debe ser. Atractivo, alegre, atento y caballeroso.

—Tienes razón, O'. Pero Oliver no se queda atrás, es todo un galán y convenientemente rico.

—Hel, no comprendes. No quiero casarme con él, no importa cuán peculiar o encantador pueda ser. Este compromiso es una afrenta a mi libertad y felicidad. En simples palabras, no deseo casarme con nadie.

Helena y yo tomamos caminos separados.

Al llegar a mi casa, comencé a subir las escaleras y me detuve al escuchar la voz de Levi.

—¿Se puede saber dónde estabas? —preguntó muy serio.

Volteé y le di una enorme sonrisa.

—Estaba con Helena y Noah.

—Bien... acompáñame a la oficina, necesitamos hablar contigo —dijo y comenzó a caminar.

—Si es sobre mi matrimonio déjame decirte que no quiero saber nada de eso hasta...

—¿Nos vas a escuchar primero?, antes de reclamarnos.

Abrí mis ojos —¿Ok?...

***

—¡Cielos!, esto es prodigioso! —exclamé, dando saltos de júbilo.

—Octavia, sosiego, por favor —dijo Levi con un dejo de impaciencia.

—Hermana, no te regocijes en demasía, aún no es seguro que esto prospere —añadió Chris con amabilidad.

—Hermanos, ¡pero es un rayo de esperanza! No puedo contener mi alborozo. En el fondo de mi ser, sabía que había una solución para evitar desposarme con ese petimetre.

—Creí que ya te habías resignado a tu destino. ¿Acaso olvidas que te liberó de ese hombre aquella noche?

La sonrisa se desvaneció de mi rostro.

—Lo recuerdo, y estoy eternamente agradecida... Mas eso no significa que haya dejado de detestarlo, o que desee casarme con él. Sigue siendo un engreído insoportable —Levi y Chris me observaban con semblante serio—. Bien, bien, lo siento... Pero en fin, ¿La idea es exportar más licores y con esas ganancias saldar la deuda que mi padre tenía con el señor Thompson? Me parece un plan ingenioso.

—¡Oh, sí!, pero para que tal empresa llegue a buen puerto, precisaríamos del beneplácito del señor Thompson, y cerciorarnos de que acepta este nuevo convenio, pues el señor Thompson anhela ver a su hijo unido en matrimonio contigo. Además, es propietario de una parte de la Fábrica "Polis". Su parecer es de suma importancia para llevar a cabo la labor —expresó Chris con solemnidad.

—Y no solo eso, ciframos nuestras esperanzas en que Alemania y Canadá acojan nuestra propuesta con beneplácito —añadió Levi con tono esperanzado.

—¡Sin lugar a dudas aceptarán!, el brebaje de Polis es el más exquisito de todo el orbe —exclamé henchida de entusiasmo.

—Te advertí que no sería prudente revelárselo tan prematuramente —recriminó Levi a Chris con un dejo de reproche.

—¿Y cómo puedes afirmar con tal certeza que es tan bueno?, si jamás has degustado el licor —inquirió Chris con recelo.

Un leve rubor tiñó mis mejillas.

—Pues bien, yo... en una ocasión me introduje furtivamente en la fábrica de papá y, a escondidas, bebí de una botella que rezaba "Licorpolis", y he de decir que no estaba nada mal —confesé esbozando una tímida sonrisa.

Levi esbozó un amago de sonrisa que se desvaneció con presteza.

—No nos causa extrañeza, eres de temperamento jovial y efusivo.

Chris sonrió con afecto.

—Ay, hermanita, sin duda alguna, tú eres el regocijo de este hogar.

Levi asintió con una sonrisa.

—Así es... —guardó silencio por unos instantes y luego prosiguió—. Bien, ya puedes retirarte, O', no profieras palabra sobre esto a nadie, ni siquiera a Oliver. Más adelante te informaremos sobre el curso de los acontecimientos —sentenció con gravedad.

Sonreí.

—De acuerdo.

Me despedí y ascendí las escaleras con premura, me recluí en mi aposento y me dejé caer sobre el lecho.

La perspectiva de liberarme de las cadenas impuestas por mi linaje y mi familia me embargaba con una sensación de emancipación que jamás había experimentado. Era un rayo de luz en un mundo de obligaciones y convencionalismos. Era consciente de que la decisión no sería liviana, pero por vez primera, la posibilidad de forjar mi propio destino parecía más tangible que nunca.

Es una tenue esperanza que no pienso dejar escapar.

Oliver...

Su nombre se adueñó de mis pensamientos.

Me llevé la mano a la frente.

«Oliver es un necio.» Afirmé con convicción.

Rebosaba de entusiasmo y ansiaba compartir la nueva con Helena y Noah, pero aún no era el momento propicio, hasta que no tuviéramos la certeza de que el negocio que mis hermanos emprenderían tendría éxito.

Solo anhelo que al fin pueda librarme de ese matrimonio concertado.

No Te Enamores De Mi✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora