━━ ⦗ dusk till dawn! ⦘
❝sus fortalezas provienen
de ser probadas por la
imprevisibilidad de la vida. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
la vida de dawn kale da un giro
completo cuando en su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
( CAPÍTULO VEINTIDÓS: ¡MERLÍN, MÁTAME AHORA, POR FAVOR! )
FLETCHER USBA UN TRAJE NEGRO Y, para su sorpresa, su cabello, que por lo general estaba desordenado, estaba peinado hacia atrás con lo que parecía ser la famosa poción para el cabello de Fleamont Potter. Era posiblemente que fuera el chico más guapo que había visto en toda la noche y que ella pensara eso era extraño.
—¿Qué estás haciendo...?
Él la miró y ella pudo ver cómo el chico dudaba en hablar.—Voy a bailar contigo.
—Ya tengo una cita——
—Y actualmente está allí, vomitando.—Fletcher comentó, enviándole una mirada lamentable.—Y a menos que quieras bailar sola haciendo el cha-cha, te sugiero que tomes mis manos.
—Ni siquiera conoces el baile——
—En realidad, lo hago. He visto a la profesora McGonagall bailando con los estudiantes toda la semama, pero si quieres ir a bailar sola... sé mi invitada.
Dawn lo miró con recelo, pero detrás de sus ojos marrones no vio ningún indicio de que bromeaba. No podía creer que él quisiera hacer esto. Ella había visto vagamente ese lado más amable de él, como en la oficina de Snape cuando la defendió.
Es por eso que asintió.
Desde el frente de la fila, donde vagamente podía ver a Harry acompañado por Parvati, podía notar que estaba bastante nervioso. Antes de que pudiera preguntarle si estaba bien, la voz de la profesora McGonagall la interrumpió.
—¡Muy bien, damas y caballeros! Tomen las manos de sus compañeros. ¡Las puertas se abrirán en unos momentos!
Dawn fingió no escucharla y parecía ser que Fletcher hizo lo mismo. La idea de tomar su mano no era tan mala como a principios del año, pero aún así le resultaba extraña.
Eso fue hasta que vio que una de sus manos se acercaba a una de las suyas.
Acercó su mano a la de ella rápidamente y casi parecía nervioso. Ella (aunque nunca lo admitiría) había separado los dedos muy ligeramente para dejar espacio para sus dedos más grandes. Ella sintió las yemas de sus dedos rozar sus sus nudillos.
El calor de sus manos se extendió a las de ella mientras daba un paso imperceptible más cerca de su costado. Un segundo después, Fletcher hizo lo mismo.
Quería mirarlo, pero se contuvo de hacerlo. Solo estaban tomados de las manos, no sabía por qué pensaba tanto en eso.
Fletcher sintió que su dedo índice frotaba su mano sin querer, porque cada vez que estaba cerca de ella sentía que iba a vomitar arcoirís.
Las puertas se abrieron de golpe y fueron recibidos por la música del salón a todo volúmen. Junto con esto, muchos estudiantes estaban allí junto con los profesores. Ella no esperaba tanta gente.
