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xlii. el mapa merodeador

( CAPÍTULO CUARENTA Y DOS: EL MAPA MERODEADOR )

POR LO GENERAL, HACIA EL COMIEZO del último trimestre antes del verano, Dawn estaba entrenando para la final de Quidditch. Mentiría si dijera que el Quidditch no ocupaba la mayor parte de su tiempo, incluso más que las clases.

Sin embargo, este año, era el último mes antes de la última prueba.

Dawn estaba emocionada porque esta prueba, ella y Harry la harían juntos. Esto significaba que tenían más posibilidades de ganar. Al principio, odió el hecho de que su nombre hubiera sido puesto en el Cáliz, pero ahora no lo odiaba tanto. Tenía la oportunidad de ganar una gran cantidad de galeones y se había hecho amiga de personas que jamás imaginó se haría amiga y, hasta disfrutaba de las pruebas —una vez que lograba superar los nervios, obviamente—.

Después de la clase de Transformaciones, la profesora McGonagall les dijo a los campeones del torneo que estuvieran en el campo de Quidditch a las ocho en punto.

Cedric, Dawn y Harry se dirigieron al campo juntos.

—¿Qué creen que va a ser?—Cedric preguntó mientras bajaban las escaleras de piedra.—Fleur dice que serán túneles subterraneos y que tenemos que encontrar un tesoro.

—Lo dudo. Hicieron eso en 1899. Cada año es algo diferente.—Dawn comentó. Había leído sobre el torneo y, para su sorpresa, un estudiante había muerto en uno de los torneos. Se dijo a sí misma que había sido un accidente, sin embargo, no podía pasar otra vez. Hogwarts se aseguraría de que eso no sucediera.

—Además, es un poco simple.—agregó Harry.—Después de todo lo que nos han hecho pasar este año, no creo que nos envíen a la oscuridad a buscar algunas monedas de oro.

—Por una vez, entiendo tu sarcasmo.

Cuando finalmente entraron en el campo de Quidditch, para su sorpresa, ya no era el campo de Quidditch. El suelo había sido completamente alisado, los aros habían desaparecido. Las gradas fueron desmontadas y reemplazadas por bancos.

—¡¿Qué han hecho?!—Dawn prácticamente gritó.—¡No podré jugar Quidditch aquí! ¿Quién está a cargo?

Harry examinó el área y la pequeña luz parpadeante que iluminaba a su alrededor.—Son setas.

—¡Hola!—gritó una voz alegro y se giraron para ver a Ludo Bagman seguido por Krum y Fleur. Hizo un gesto a su alrededor mientras sonreía feliz.—Bueno, ¿qué piensan? Están creciendo muy bien, denle otro mes y tendrán más de veinte pies de altura. ¡Tu campo de Quidditch volverá a la normalidad una vez que terminen la prueba! Ahora, ¿me imagino que pueden adivinar que está creciendo aquí?

—¿Césped...?—dijo Dawn.

Harry y Cedric soltaron bufidos.

—¡Graciosa!—Bagman rió.—Un laberinto. La tercera prueba es muy sencilla. La copa de los Tres Magos se colocará en el centro del laberinto. El primer campeón que la toque recibirá la máxima puntuación.

—¿Simplemente atravesaremos el laberinto?—Fleur preguntó.

—No es tan fácil, habrán obstáculos. Hagrid proporcionará una cantidad de criaturas, luego habrán hechizos que deberán romperse... ese tipo de cosas, ¿saben? Ahora los campeones que entren primero tendrán una ventaja; el más joven entrará primero.

Todos miraron a Dawn.

—Primero entrará la señorita Kale, luego Krum, luego la señorita Delacour y el señor Diggory y por último... el señor Potter.

—No voy a entrar sin Harry.—Dawn dijo de forma firme mientras negaba con la cabeza.—Vamos a entrar juntos. Estamos juntos en esto. Tendrá que arreglar eso con alguien, pero de ninguna manera entraré sin Harry. Empezamos esto juntos y lo terminaremos juntos.

Harry le lanzó a Dawn una mirada de agradecimiento.

—Muy bien, la señorita Kale y el señor Potter entrarán primero seguidos del resto de los competidores.

Momentos después de eso, Dawn y Harry regresaron al castillo.

Dawn le había estado explicando a Harry cómo consiguió detención porque quería un poco de agua de las cocinas y Filch la atrapó.

—¡Es porque no lo vi!—ella gritó enojada.—Literalmente, estoy pensando en comprar una especie de comunicador que me diga si hay alguien a mi alrededor dentro de una proximidad de diez metros——

Harry dejó de caminar, suspiró y luego metió la mano en su bolsillo trasero para sacar un trozo de pergamino. Ella arqueó una ceja.

—Este es el Mapa Merodeador.—explicó rápidamente mientras presionaba su varita contra el mapa.—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

Se comenzaron a dibujar figuras en el mapa, le tomó un par de segundos a la chica darse cuenta de que era Hogwarts. Los nombres de los estudiantes y profesores se presentaron ante sus ojos.

—¿Qué demo...?

—Lenguaje. Este mapa muestra dónde están los profesores, cada estudiante o fantasma durante todo el día y en todo momento. Mira, tú y yo caminando hacia el castillo. Mi papá y sus amigos lo hicieron cuando estaban jóvenes, inteligente. Es como una tradición de los Potter. Mi papá me lo regaló—

—Maldita sea.

—Puedes tenerlo todo el tiempo que quieras. De esta manera, Filch no podrá darte más detenciones. Simplemente no dejes que lo vea.

—Pero es tuyo.—susurró Dawn.—Tu padre te lo dio. Es la tradición Potter.

Harry parecía querer decir algo, pero simplemente negó con la cabeza.—Me lo puedes devolver en septiembre.

Dawn estaba tan fascinada con el mapa que solo asintió agradecida. Sus ojos se posaron en el nombre de Draco Malfoy que estaba paseando por la biblioteca por alguna razón.

—No puedes retractarte ahora. Una vez que me des esto, significa que oficialmente no puedes cancelar esta amistad.

—Esto funciona en ambos sentidos.

Dawn le sonrió; Harry rodó los ojos y se apartó.

(Lamentablemente, esa amistad que tanto adoraba en este momento no duraría mucho tiempo).

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