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xli. mujer escarlata

( CAPÍTULO CUARENTA Y UNO: MUJER ESCARLATA )

DOS DÍAS DESPUÉS DE LA SUSPENSIÓN, DAWN se encontró en las mazmorras en clases de pociones conversando con Hermione Granger.

Habían estado haciendo una poción de primer año que encontró bastante fácil. Estaba sorprendida por decir lo menos, pero cuando Granger se le acercó para preguntarle sobre su suspensión, le dijo por qué y desde entonces las dos habían estado hablando.

—¿Así que lo besaste? Es solo para aclarar, ¿sabes? Para mi libro.

—¡No lo besé! Estoy ofendida.

—Mentiras, Granger. Mentiras.

Una ceja se elevó en dirección a Hermione por parte de Dawn. Dawn le había estado preguntando a Hermione sobre su relación con Viktor Krum. Después de revelar los detalles sobre lo que sucedió entre ella y Ethan y su ruptura, Dawn decidió que tal vez era hora de que la morena le revelara algo de información.

Dawn había visto a Ethan tres veces desde la ruptura y siempre había sido agradable. Era un buen chico, pero no era el chico que llegaba a su mente cuando la palabra amor era mencionada. Aunque esa era una historia completamente diferente.

Hermione le envió una mirada.

Dawn le dio un pequeño empujón.—Solo estoy bromeando. Creo que Krum es agradable. Un poco misterioso, un poco caliente, si me preguntas.

—Estamos perfectamente felices con nuestra relación en este momento. Estamos tomando las cosas con calma. Es muy respetuoso conmigo, disfruto de su compañía.

—Yo no escribiría eso en tu biografía de citas, Hermione. ¿También te gustan las caminatas en la playa?

Hermione estuvo a punto de hablar solo para ser interrumpida por Ron y Harry, que llegaron al lado de las chicas. Ambos habían hecho mal sus pociones y Snape los había obligado a hacer todo de nuevo.

—¡Te lo dije!—Ron colocó una copia del Diario el Profeta frente a ellas, Dawn se inclinó hacia adelante y lo tomó; ambas chicas comenzaron a leer.—¡Te dije que no dijeras nada sobre Rita Skeeter! Ella te ha hecho ver como una especie de... mujer escarlata.

Dawn lo miró.—¿Mujer escarlata?

—Así las llama mi madre.—murmuró Ron, con las orejas enrojecidas.

Hermione dejó el diario sobre la mesa y comenzó a burlarse.—Si esto es lo mejor que Rita puede hacer, entonces está perdiendo su toque. Qué montón de basura.—dijo y Dawn continuó revolviendo su poción. Hermione se aclaró la garganta.—Sin embargo, ¿cómo pudo saberlo?

—¿Saber qué? No has estado haciendo pociones de amor, ¿verdad?—Ron preguntó.

—No seas estúpido. No, es solo... ¿cómo supo que Viktor me pidió que lo visitara durante el verano?

La reacción de Ron hizo que tanto como Harry como Dawn se rieran en silencio mientras él exclamaba:—¿Qué?

Hermione se encogió de hombros.—Me preguntó justo después de sacarme del lago. Después de deshacerse de su cabeza de tiburón——

Una risa histérica salió de la boca de Dawn.—Lo siento, me resultó tan difícil no reírme cuando vi lo grande que era su cabeza.

—No fue tan divertido.—Harry murmuró.

—¿Cómo lo sabes? Estabas demasiado ocupado inconsciente.

—¡Si, para tratar de ayudarte!

—Estabas dormido, Har. No hubo mucha ayuda.

Hermione trató de ignorarlos.—De todos modos, Madam Pomfrey nos dio una manta a ambos y luego Viktor me apartó de los jueces para que no escucharan y dijo eso, que si no estaba ocupada durante el verano, que podría ir——

Harry y Dawn intercambiaron una mirada.

—¿Veinte galeones que están juntos para el final del verano?—ella susurró.

Harry se burló.—Cincuenta, para fines del próximo año.

Los dos se dieron la mano.

—¿Y qué dijiste tú?—preguntó Ron. Había estado mordiendo el interior de su mejilla con fuerza.

—Bueno, estaba demasiado ocupada viendo si Harry estaba bien.

—Qué fascinante tu vida social, señorita Granger.—dijo Snape detrás de ellos. Dawn rodó los ojos y golpeó su cabeza contra el escritorio.—Pero debo pedirte que no lo discutas en clase. Diez puntos menos para Gryffindor.

Sin embargo, justo cuando estana a punto de irse notó el periódico frente a Dawn y antes de que la morena pudiera esconderlo, él lo tomó para su disgusto.

—¿Ah, leyendo revistas durante la clase? Otros diez puntos menos para Gryffindor. Oh, por supuesto, Potter tiene que mantenerse al día con la prensa...

—Por supuesto que si.—Harry asintió sarcásticamente.—¿Qué otra cosa estaría haciendo un chico de catorce años?

—Otros cinco puntos menos para Gryffindor por tu descaro, señor Potter.—para gran molestia de todos, Snape comenzó a leer el artículo para la clase.—La angustia secreta de Harry Potter... El querido niño Potter, ¿qué le está pasando ahora? Un chico como ningún otro. Los simpatizantes de Harry Potter deben esperar que, la próxima vez, conceda su corazón a un candidato más digno... Qué conmovedor.

Harry tomó el periódico de sus manos y lo apunto con su varita.—Incendio.—exclamó, para luego sentarse.

El periódico inmediatamente se prendió fuego. Dawn disfrutaba de ver a Harry y Snape pelear. Ella pensaba que era entretenido. Snape apagó el hechizo mientras gritaba:—¡Potter, diez puntos menos por usar magia en clase! Creo que los separaré a los cuatro. Weasley, quédate aquí. Granger, ve al lado de la señorita Parkinson. Potter, a la mesa junto a mi escritorio y Kale, al lado de Malfoy.

Dawn inclinó la cabeza.—¿Y si me niego?

Snape se dio la vuelta.—Recibirás otro ensayo además del que ya te has ganado por las clases perdidas. Parece que tu ausencia ha inflado tu cabeza, Kale.

—¡Su cabeza no es tan grande!—la voz de Colleen hizo eco desde el frente del salón de clases. Snape la había dejado ahí porque apestaba en pociones.

El resto de la clase transcurrió sin problemas a pesar de que, justo cuando se iba, Snape la llamó y la obligó a hacer dos ensayos de pociones, porque aparentemente "se merecía el castigo".

Una hora después salió de las mazmorras con la esperanza de ir a cenar sin que nadie le dijera algo que la pusiera de mal humor, lo cual en su defensa, era poco probable.

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