━━ ⦗ dusk till dawn! ⦘
❝sus fortalezas provienen
de ser probadas por la
imprevisibilidad de la vida. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
la vida de dawn kale da un giro
completo cuando en su...
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( CAPÍTULO TRECE: OJOS DE CACHORRO )
DAWN Y LILY TENÍAN UNA relación tensa y ambas lo sabían.
La morena se despertó de su profundo sueño cuando el aroma de las frutillas llenó sus fosas nasales. Minutos más tarde, esraba sentada con las piernas cruzadas en la mesa de la cocina frente a James, que estaba leyendo el Diario el Profeta y Lily, que parecía estar escribiendo una carta al Ministerio, apenas podía distinguir el logotipo.
Dawn se sentó allí, pensando en cómo unas noches antes, Matthew y ella se habían besado. Había sido inesperado por decir lo menos, estaba literalmente sorprendia. Estuvo despierta durante casi una hora después de pensar en ello.
Dawn resopló mientras pensaba en ello. Ella miró hacia arriba para ver a James que la observaba con curiosidad.
—¿Todo bien, pequeña cierva?
Dawn no sabía por qué encontraba divertido que el chico se haya arrastrador por la ventana... asíntió de todos modos, a pesar de la mirada curiosa de James.
—¿Alguna vez usarías una plancha para tu cabello?—preguntó Dawn, señalando el cabello extremadamente desordenado de su padre, similar al de Harry e incluso al de ella. Los ojos de James relampaguearon con una ligera picardía y se dio cuenta de que estaba a punto de contarle una historia.
—No, pero una vez Sirius trató de usar una conmigo. Afortunadamente, lo atrapé en el acto.—James explicó—Y desde ese día nunca me he acercado a una. Mi cabello es demasiado delicado para eso.
—Sin embargo, Sirius definitivamente lo hace.
—Oh, definitivamente lo hace.—James estuvo de acuerdo. Hubo un silencio durante unos segundos más antes de que decidiera arriesgarse y preguntar.—¿Quieres salir a jugar Quidditch?
Lentamente, Dawn negó con la cabeza.—Han pasado meses, probablemente ni siquiera pueda lanzar——
—Sabes que eso no es cierto.—James le aseguró de inmediato. Dawn lo miró sin creerlo.
—Además, estoy ocupada.
—¿Con qué?
—Tengo una cita.
—¡¿Con quién?!
—Mi cama.
Luego de esto, la morena regresó a su habitación.
Mientras la limpiaba, encontró una serie de cosas, incluido su viejo diario. Dawn lo guardó de inmediato. Sin embargo, se detuvo al ver una foto de ella y su madre. Ni siquiera la miró porque sabía que si lo hacía, se echaría a llorar, cosa que nadie quería. Ella lo guardó.
—¿Qué es exactamente lo que te molesta de Lily? ¿Honestamente?
Se giró al escuchar la voz de James, quien entraba a su habitación. Dios, ella sabía que él iba a preguntar eso.
No pongas los ojos en blanco, Dawn. No pongas los ojos en blanco. Pensó.
Ella iba a responder, pero James agregó rápidamente:—La verdad.
—Simplemente no quiero que más personas entren en mi vida y se vayan. Tecincamente, tú fuiste el primero y luego y mamá y luego Dave. Sé que se habría quedado si se lo hubiera pedido, pero cuantas más personas conozco o me asocio, más probabilidades tienen de irse o morir.—dijo y las siguientes palabras que dijo fue de manera vacilante:—Y especialmente no quiero que la próxima persona en la lista seas tú.
—No lo seré.—James le aseguró en voz baja, sonaba seguro y positivo de que eso no iba a suceder.—Lo prometo.
—¿Promesa del meñique?
James extendió su meñique hacia ella. Parecía que desde el año pasado la "promesa del meñique" había significado algo para los dos. Ambos entrelazaron los dedos suavemente por un momento.
—No me iré a ninguna parte. Al menos, no por mucho, mucho tiempo.—le dijo, ella asintió lentamente y pensó en sus palabras.—No tienes que alejar a Lily. Sé que es difícil para ti, lo sé. No quiero que dejes entrar a Lily a menos que estés lista para hacerlo. No tienes que hacerlo. Depende de ti, solo creo que esta discusión entre ustedes está teniendo un peor efecto.
—Está bien, doctor Phil.
—Sarah siempre será tu madre, Dawn. Nadie puede reemplazar eso.
Dawn extrañaba a su madre más que a nada. Literalmente cualquier cosa.
Cuando él dijo esto, su estómago se hundió, aunque una parte de ella le gustaba el hecho de que el supiera eso.
—Ya que estamos hablando con la verdad.—habló Dawn, mirando hacia otro lado por un segundo.—Tenemos que hablar de Hogwarts. Quiero volver. Quedan dos semanas antes de las vacaciones de navidad y quiero ver a mis amigos.
—Sé que los extrañas...—James asintió aunque ella sabía que iba agregar algo a eso. A veces odiaba lo sobreprotector que era.—Simplemente no puedo dejar que se salga con la suya después de las cosas que le ha estado haciendo a los niños.
—Ella no se va a acercar a mí——
—Pero, Dawn, esa tremenda mujer te lastimó. De forma emocional y física. No puedo... no puedo dejarla salirse con la suya.
—¿Tremenda mujer? Es peor que eso.
—Una tremenda perra.
—Perfecto.
Después de unos segundos, Dawn dice.—Sé que no quieres que regrese y entiendo por qué, pero, ¿sentarme aquó sin hacer nada y dejarla ganar? No es tan bueno estar allí y hacer algo, el club de defensa que Harry está haciendo, enseñará hechizos que ayudará a más estudiantes.—dijo Dawn y él parecía estar escuchando.—James, por favor, me volveré loca si me quedo aquí todo el día. Además, mi educación se irá cuesta abajo si me quedo aquí.
—No te importa tu educación.
—Uh, podría hacerlo.
—Pero no lo hace.
—La moraleja de mi punto.—dijo, rodando los ojos, pero no de manera molesta.—Necesito volver a la escuela. Estoy aquí todo el día con mis pensamientos y no es bueno. Necesito ver a mis amigos. Harry también está en Hogwarts, no va a pasar nada. Papá por favor.
Dawn lo miró fijamente con sus grandes ojos color avellana y James solos supiró.
