Después de la introducción que demoró cerca de veinte minutos, Irina regresa al escenario para proponer un brindis por el cincuenta aniversario de su empresa y por los lazos de amistad que ha forjado su familia con otras productoras. Después cede el micrófono a quien quiera decir algunas palabras, a lo que todos parecen estar atentos a mi jefe.
Obviamente él lo nota, se pone de pie con elegancia y se dirige al escenario para comenzar a hablar con ese tono de voz suave que me hipnotiza. No toca el micrófono, solo se para detrás, tan alto como es él y con las manos en los bolsillos. Saluda a todos con una broma bastante irónica que provoca risas por su humor ácido y elocuente.
—Conocí a Irina cuando yo era un chico de dieciocho años, ella ya era una espectacular mujer y yo solo podía verla pasar a lado de su padre, Jhon, hacia las juntas que tenían, con el entonces, presidente de Black Productions…
Cuando dice «el entonces presidente», supongo que se refiere a su padre.
—A mí no me dejaban formar parte de esas reuniones, sólo era un joven alocado y con muchas ganas de follar con actrices porno y que consiguió que le permitieran hacerlo.
Un murmullo de risas cubre el ambiente, incluso yo quiero reírme del concepto que tiene el Sr. Black de sí mismo siendo un adolescente.
—La primera vez que vi a Irina, en mi cabeza le hice toda clase de cosas… —El jefe guarda silencio para permitir las risillas de los demás, incluso las de Irina, el hombre que está a su lado que supongo es su esposo, algo mayor por cierto y Jay—. Pero ella, como la mujer imponente que era, no fijó sus ojos verdes en mí… en ese momento —agrega, para provocar otra explosión de risas y que yo me atragante con mi saliva.
¿Se folló a Irina?
¿Y tiene el descaro de insinuarlo abiertamente?
—Recuerdo que cuando tomé la dirección de Black Productions, ella ya tenía algunos años frente a Summers Gold y fue la primera en brindarme su orientación, porque mi apreciada Irina siempre ha sabido ser amiga, colega y competencia sana, sin importar factores externos…
—Jhon y Herbert eran grandes amigos —susurra una vocecita suave hacia mí, miro a Mandy, que observa a mi jefe con verdadero orgullo y cariño—. Supongo que sabes quién es Herbert.
—Sí, el padre del Sr. Black.
Ella asiente.
—Cuando Monty se quedó con la empresa, se dedicó sacarla del hoyo en el que la había metido Herbert, este buscó apoyo de sus demás colegas para tenerla de vuelta, entre los principales que lo apoyaban, estaba Jhon. Querían hundir la productora, para así ser absorbida por Summers, aunque Jhon ya no estaba al frente, sigue tomando algunas decisiones respecto a la empresa.
Señala a un hombre bastante mayor, con el cabello completamente blanco, acomodado en una de las salitas launge, junto a otro, que tiene un aire que se me hace conocido, pero al estar de espaldas a mí, no puedo verlo, sin embargo su postura, me parece conocida.
—¿Y qué pasó?
—No lo consiguieron, por supuesto. —Sonríe—. Monty no lo ha tenido fácil, al menos en el inicio, su padre le puso muchas trabas, rompió relaciones con proveedores, actrices, medios y otras compañías para dificultar el trabajo de su hijo, si la compañía se iba a la quiebra, él podía comprarla de nuevo o simplemente permitir que Jhon la absorbiera, en cualquiera de los dos casos él se beneficiaría y sacaría a su hijo del medio. Por eso Monty es tan respetado, porque no solo sacó la empresa prácticamente de la quiebra, lo hizo contra todo pronóstico y las trabas de Herbert y la posicionó entre las mejores, junto a SGP
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LA ASISTENTE PERFECTA
Romance¿Cuál es el trabajo de tu sueños? ¿El qué te paga un sueldo con el que jamás habías soñado? ¿O en el qué tienes un jefe ardiente como el infierno? ¿Y si se juntan ambos en uno solo? ¿Qué estarías dispuesta a hacer para conservar el mejor trabajo del...