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Wanda M.

- ¡Está es la canción, escúchala!

Carol aparenta ser una increíble bailarina pues desliza su cuerpo a tiempos y maneras muy complejas para mi entendimiento, en lo que cabe intentó seguirle el ritmo.

"Now I'm out dancing with strangers, you could be casually dating.

Damn, it's all changing so fast"

- Así es la vida, si

- Yeah, that's just life, baby...

Ya no existe lejanía entre ambas, o vergüenza, su cuerpo esta fuertemente pegado al mío, nuestras narices casi se pueden rozar.

Carol hizo que repitieran la canción un total de mil veces hasta que fui capaz de memorizar gran parte de ella. Bastante cansadas, tomamos asiento en uno los booth del lugar.

- Hey, Carol – el dj desciende del escenario y toma su mochila – la dejaré en bucle, me voy.

- ¡Bien!

El hombre cierra la puerta tras suyo, ahora somos solo ella y yo.

- ¿Todos te conocen aquí?

- El mundo entero sabe mi nombre... - con su dedo índice acaricia mi nariz, y ríe – excepto tú...

- Engreída

- Podré ser una engreída, pero llevas queriendo besarme las últimas dos horas... Wanda, yo también, así que no te preocupes. La tortura es mutua.

La observó sin decir nada, bebo el resto del contenido en mi vaso y cierro los ojos unos minutos sintiendo la cabeza pesarme horriblemente.

- Probablemente pienses eso porque estás ebria, al igual que yo.

- It 's been a hell of a year, thank God we made it out... - Carol sostiene mi mano izquierda como un micrófono y continua en lo suyo - we were riding a wave, and trying not to drown... - para este punto se ha puesto de pie de nuevo - And on the surface, I held it together but underneath, I sorta came unwound... - de manera despreocupada retira la peluca rosada de su cabeza y me deja observar su linda y natural cabellera rubia.

¿Por qué repentinamente a todas las chicas del mundo les da por usar peluca? Dios mío.

- I've been a breaker and broken... - me pongo de pie para seguirle el juego - every mistake turns to moments... - para este punto la he sujetado de la parte trasera de su cuello...- wouldn't take anything back.

- Cumplí mi cometido, la memorizaste.

La rubia me empuja contra una de las tarimas del lugar, intentó sujetarme de algo para no caer, mi cerebro tarda en reaccionar pues ya me he sentado en algún sitio

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La rubia me empuja contra una de las tarimas del lugar, intentó sujetarme de algo para no caer, mi cerebro tarda en reaccionar pues ya me he sentado en algún sitio.

- Es buena, pegadiza.

- Lo sé.

- ¿Por qué la peluca, Carol? Si tu interés es que nadie te reconozca, fallas, todos siempre miran dos veces a la gente con cabello de color.

- ¿No es discriminación?

- Si, un poco, no lo sé, me parece cool, quizá debas teñir tu cabello.

- No teñiré mi cabello nunca.

- Está bien, haz lo que quieras. Era un consejo.

- ¿Debo hacer lo que quiera?

- ¡Claro! Haz lo que quieras, igual te romperán el corazón y morirás.

- Estás realmente dolida, es penoso.

- No estoy dolida – recalcó – estoy disfrutando la vida en club privado en Nueva York con una chica desconocida pero bastante caliente que tiene delirios de rockstar, todo en un solo día, me parece un avance.

- Me halaga que alguien con un rostro como el tuyo piense que soy caliente, pero, ¿delirios de rockstar? Auch...

Con mi mano izquierda acarició la mejilla de Carol quien hace un puchero al propósito. Voy deslizando mi mano por su cuello, y por todo su brazo descubierto, antes de que Wandito decida traicionarme, me alejo de ella.

- Tengo que irme, Carol, fue un gusto conocerte.

Ella frunce el ceño, se levanta y camina hasta la puerta del sitio la cual asegura girando el pestillo, regresa hasta donde me encuentro, y en un ágil movimiento baja el cierre de su vestido dejando a la vista un juego de lencería negro, el cual es mucho más transparente que negro.

Mi cabeza aún intenta procesar todo lo sucedido, pero mi cuerpo ya se ha aferrado al suyo, nuestras bocas se unen por primera vez, y se siente raro... Una mezcla de adrenalina, vodka, tequila, cerveza... colorantes raros y demasiada euforia dentro de nuestros cuerpos.

Mis manos desgarran por la mitad las bragas de Carol, la escucho gemir después de observarme hacer eso, me pone lo suficiente como para acabar sobre su cuerpo semidesnudo besando cada pedazo de piel expuesto. Ella se acomoda de espaldas sobre la misma tarima, y separa sus piernas permitiendo que mi boca inspeccione el lugar.

Su sabor es algo normal, agradable, el alcohol lo hace llevadero.

Rápidamente sus manos se aferran a mi cabello dirigiéndome con prisa, sigo sus indicaciones. Al cabo de un rato sus caderas comienzan a empujarse con prisa sobre mi rostro, aprovechó para introducir dos dedos dentro suyo que en conjunto con mis movimientos orales, provoca que no mucho tiempo después, su orgasmo salga disparado directamente a mi boca.

Es fácil llegar cuando estás ebria, todas las sensaciones son explosivas, y digo eso porque mis pantalones están a punto de explotar. Me separo de su cuerpo limpiando con la orilla de mi camisa el líquido que ha empapado mi barbilla.

- No te vayas aun, quiero follar contigo la noche entera.

La observó con una sonrisa mientras sus piernas continúan temblando.

Con movimientos torpes se coloca de rodillas en la tarima, sujeta la esquina de mi saco y me empuja hasta quedar lo suficientemente cerca.

- ¿Follar no es algo muy íntimo para dos desconocidas?

Carol rueda los ojos y sujetándose de mi cuerpo se pone de pie de nuevo, los temblores en sus piernas la hacen tambalear así que debo sostenerla.

Estampa sus labios contra los míos, su lengua se introduce para jugar con la mía sin una pizca de vergüenza, yo cedo totalmente a sus ideas.

Introduce una mano debajo de mi camisa y comienza a acariciar mi piel desnuda.

- Quiero probarte también, Wanda.

Colocó una de mis manos sobre mi entrepierna tratando de que no se note que alguien está entusiasmado con esa idea.

- No, no puedo, C-carol... - sus besos se dirigen a mi cuello mientras que una de sus manos acaricia mis muslos internos buscando llegar más allá – es, es una cosa complicada.

- ¿Qué es complicado, Wanda? Acabas de comerme la v-

- ¡Ya se, ya se! – me separo de ella riendo, me mira molesta – colócate el vestido, anda.

De mala gana hace lo que le pido. Una vez que se ha terminado de vestir la tomó de la cintura y comenzamos a caminar hasta la puerta, en donde me obliga a detenerme.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora