"Postales de amor." - Wandanat (g!p)

22

Wanda M.

— No sé, Thorsito, estoy entrando en pánico... Nadie aquí habla inglés, y menos sokoviano...

El hombre frente mío continúa diciendo cosas que honestamente suenan como insultos.

Suenan cómo las cosas que Natalia dice cuando algo la hace enojar.

Se ve sexy enojada, debo recordárselo.

— Eres como los estadounidenses en Latinoamérica molestos porque nadie habla inglés... ¡ESTÁS EN RUSIA, OBVIO HABLARAN RUSO!

Ruedo los ojos a pesar de que no puede verme.

— ¿Estás con tu novia?

Thor ríe.

— Espera.... — se escucha el ruido de objetos y de nuevo regresa la línea — Hey, Wanda...

— Hola, niña inteligente... Podrías decirles a estos hombres que necesito dos motos para el próximo sábado, y también un instructor, y mucho equipo de seguridad...

Valks ríe al otro lado de la llamada. La colocó en altavoz y ella pasa un buen rato intercambiando frases con el hombre. Pero finalmente me mira con una sonrisa, así que supongo que todo marcha bien.

— Disfruta tu luna de miel, boba... — Valkiria se despide, y de nuevo el ruido — es asombrosa, Wands... ¿A que lo es?

Sonrío tendiendo un par de billetes al hombre, y este me entrega una ficha que no se bien lo que significa. Comienzo a caminar de nuevo hacia mi auto, y suspiro dentro de él.

— Lo es, Thor, si...

— Ya quiero visitarte, tu madre aún insiste en ir... ¿Sabes? No sé qué más inventar.

Muerdo mi labio nervioso. Amo a mi madre, y la extraño más que nada, también a Lorna... Pero, ¿la haré venir solo para que se dé cuenta de que mi vida es un desastre? No.

— Dile a Loki que le mienta, él es bueno para eso.

Thor ríe.

— Bien, te veo en la víspera de navidad, boba.

Y la llamada se cuelga.

Enciendo el automóvil, y me dirijo al despacho de nueva cuenta.

A veces la vida puede sentirse solitaria, pero creo que ese sentimiento es nuevo para mí.

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Ya es primero de diciembre, y me parece algo hermoso. Diciembre siempre me ha parecido uno de los mejores meses en el año, eso no quiere decir que no pueda entender a aquellos quienes lo detestan. Puede ser un mes agobiante, pero me gustan ese tipo de cosas.

— ¿Debería conseguirle un traje a Dani?

Miró de reojo al perro de Mónica. Es un Bulldog bastante gordo.

— Consigamoslo ahora, será mi regalo... ¿Escuchas Dan? Te toco la mejor tía.

— No creo que vendan cosas de perro cerca de aquí, Wan.

Doy un leve empujón a Mónica para después acelerar mi paso a la primera tienda de bebé que pude visualizar.

Por suerte un montón de trajes navideños cuelgan del mostrador. Mónica me mira curiosa desde la entrada del establecimiento, una pena que no dejen entrar al pequeño Dan.

Tomo dos trajes, uno de Santa, y otro de Grinch.

— ¿En qué talla lo buscaba? — Pregunta una de las trabajadoras.