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Wanda M

- ¿Por qué no puedo pasar?

- Solo espere unos minutos, la están llevando a quirófano.

- ¡Se supone que estaré con ella! ¡Lleva 20 minutos sola!

Siento los brazos de mi hermana alejarme del mostrador, la empujo y permanezco frente a la enfermera... Sé que no es su culpa, pero necesito estar con Carol.

Durante estos 7 meses me he dado a la supersticiosa búsqueda de información sobre el embarazo, y he leído muchísimo sobre la violencia obstétrica, me asusta bastante, es por eso que la elección de la clínica fue muy minuciosa. No pienso dejarla sola un minuto más, esta situación debe ser estresante y aterradora para ella, alguien debe sujetar su mano, un rostro conocido debe estar ahí para darle seguridad, es mi responsabilidad hacer todo eso.

- ¡Enfermera! - insisto - ¡Necesito estar con ella!

La mujer desvía la mirada rascando su nuca. Sin poder contenerme más, tomo su estúpido portafolio y busco el nombre de Carol, quirófano numero 5... Tomo la pañalera de osito Pooh del hombro de Lorna que he llenado con un montón de cosas de bebés que mamá y google dijeron que eran necesarias, y emprendo una carrera por los pasillos. Quizá haya empujado a un par de personas, no me importa... ¡MI HIJO ESTÁ POR NACER!

Al llegar al quirófano indicado no encuentro a nadie, rápidamente comienzo a entrar en crisis, entonces encuentro a un enfermero, al llamarlo, el hombre parece querer huir, siento que todos en el hospital me temen.

- Busco a mi esposa, está por dar a luz... Carol Danvers, ¿sabe dónde la puedo encontrar? Estoy segura de que esta es la planta de maternidad.

- Podría revisar en la recepción, seguro que ah-

- ¡En la lista aparece que está en este quirófano! ¿Ve a alguien?

El muchacho niega asustado. Un fuerte grito que rápidamente reconozco nos toma desprevenidos a ambos.

Justo en la habitación tras mío, la puerta está semi abierta, Carol descansa sobre una camilla, sus ojos y frente se arrugan debido al dolor que siente.

Sin esperar más me adentro a la habitación, algunas enfermeras me saludan.

- Esposa, ¿eh? - entre quejidos bromea, dejo la pañalera sobre la pequeña mesa en la esquina, ella extiende una de sus manos para que la sostenga, me acerco y la envuelvo en un abrazo.

- ¿Lo escuchaste?

- Si, lo escuche...

-Es que, nadie me decía nada... y, estaba preocupada... ¿Estás asustada? - Carol llena de caricias mis brazos y asiente - sí, lo imagine... Sé que es una experiencia muy... bueno, aterradora... quiero que sepas que no me iré. Bueno, si quieres que me vaya me iré pero si no, te cuidaré todo el tiempo, vigilare todo, quiero que te sientas segura.

Unas cuantas lágrimas recorren su rostro, ella besa una de mis manos y se recuesta contra las almohadas. Sus ojos se cierran de nuevo, y aprieta mis manos con fuerza mientras emite un quejido sonoro.

- ¡Vas bien, Danvers, contracciones cada 15 minutos!

- ¡¿Cómo eso es bueno?! - Pregunta ella a la enfermera.

- Caminen un poco por el lugar, mientras más rápido dilates, más cerca estarán de conocer a su pequeño.

Mi corazón late con rapidez, y sé que el de Carol también.

- ¿Vamos por un paseo? Están todos ahí afuera...

- ¿Vino mamá?

- Si, incluso mi papá... - una mueca se forma en mi rostro - no se si eso es bueno, también están Scott y Hope.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora