"Postales de amor." - Wandanat (g!p)

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Wanda M.

-Quizá haya conocido a alguien... Me puse triste, y por eso te llamé, pero todo está bien ahora.

Mi madre me miró dudosa al otro lado de la cámara.

—¿Te dijo algo ofensivo?

Negué.

— Se asustó por, bueno... Esas cosas, y creí que me odiaría o algo así, tú siempre eres buena con las palabras.

Tres días atrás había llamado a mi madre después de lo sucedido con Nat. Le llamé llorando, y de nuevo me sentí como una adolescente frustrada que se odiaba a sí misma. En realidad, no pase mucho por eso, como digo, mi madre es excelente con las palabras, es excelente haciendo sentir bien a los demás.

Cuando pienso en ella imagino que es una chispa de esperanza que jamás podría apagarse.

— Hija, creo que es algo pronto para 'conocer a alguien'... Si es que me lo preguntas, solo ten cuidado con el corazón, ¿de acuerdo?

Asiento frente a la cámara mientras la veo continuar picando sus verduras.

— ¿Lorna, y mi pequeño hijo cómo están?

— Cada día más insoportable y cerca de ser adolescente... Goose, él también está entrando en la adolescencia, ya no me abraza, pero me acompaña en mis horas de lecturas. ¡GOOOSE, ven a saludar a tu madre!

Al cabo de unos minutos mi gordo Pitbull aparece tras la pantalla en dos patas sobre la encimera.

— Hola, pequeño... ¡Te extraño! Te extraño mucho, cuando regrese a casa te recompensaré, ¿lo sabes? — él estira las orejas, y después de un rato baja de ahí.

— Te extrañamos en casa, hija, Thor, y Loki... Vienen casi siempre, pero faltas tu.

— Te extraño también, mamá — y una pizca de tristeza me invade.

— No te desanimes, aquí estaremos toda la vida para ti, tú continúa haciendo lo que debas hacer.

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Natalia R.

— ¿Por qué eres una mujer tan complicada? La esposa de Bruce y la de Peter se reunieron perfectamente bien los domingos por las tardes, no hicieron escándalos, no llamaron la atención... Estamos en una etapa adulta de nuestras vidas, debemos comportarnos como tal.

Lo dice porque tiene 30, estúpido imbécil amargado.

— Disculpa por iniciar una revolución en tu ausencia, Steve.

Termine de servir su plato y se lo coloque en la encimera. He cocinado de mal humor así que francamente espero que le haga mal.

— ¿Te parece que ahí es donde estoy sentado?

Puedo elegir pelear con él, pero decido ahorrarme un mal rato acercándole el plato hasta su asiento.

Me mantengo en silencio mientras me llevó bocados de la cena a la boca. No tengo hambre, no realmente, pero comer significa poder no hablar con él.

— Gamora y Nebula dicen que no respondiste sus llamadas, si no estuviste con ellas, tampoco en casa de tus padres, ¿qué hiciste, cariño?

— El teléfono de la casa apesta, Gamora y Nebula no me agradan y para tu información si estuve en casa de mis padres. No los veo nunca, y los extraño.

Steve se relajó en su asiento y comenzó a desabotonar su camisa para después dejar la prenda tirada por la cocina.

Soltó el cinto de su pantalón y me observó con una sonrisa.