"Postales de amor." - Wandanat (g!p)

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Natalia R.

Deberíamos estar encontrándonos con Wanda antes de las 2, justo después del estúpido curso en que Steve anoto a Jojo... Claro que encontraré la manera de evitar que asista, lo haré enojar tanto que acabará marchándose enfurecido, y ambos estaremos libres con la excusa de ir a comer... Steve detesta cuando jojo llora, y Jojo solo deja de llorar cuando come.

Me siento mal por aprovecharme del ya pronosticado llanto de mi hijo, pero es la única manera para no poner en peligro a Wanda.

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- Mami... - termino de amarrar las agujetas de jojo, levantó la mirada, está enojado – mami...

- Amor...

- No quiero ir, dijiste que no iría...

- No irás, cariño - susurro por lo bajo - ¿confías en mamá?

- Pero haz hecho que me ponga este traje...

- Confía en tu madre, Johansen.

Hace un puchero, pero no discute más, toma su pequeño gorro, deja un beso en mi mejilla y baja corriendo por el corredor.

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- Puedo quedarme contigo si quieres aprender a tirar.

- ¿A tirar? No suena divertido.

- Podríamos cazar pájaros juntos... Ir de pesca, las cosas que los padres y los hijos hacen.

Jojo rueda los ojos y se recuesta en el asiento trasero, ha estado mucho más distante con Steve desde que le conté sobre Wanda, no puedo culparlo.

- Drax – habla jojo refiriéndose al hijo de Quill – hace lo de ir de caza, se ríe cuando las aves caen, yo pienso que no es gracioso.

- ¿Qué harás cuando seas mayor, y tu madre necesite ayuda?

- La ayudaré.

- Pero no sabrás disparar un arma, debes comenzar a practicar.

- Es algo feo.

Steve detiene el auto y sonríe evitando alargar el pequeño debate que Jojo decidió iniciar, él realmente ama discutir por todo, y a mi me gusta escucharlo discutir por todo.

Nos acercamos hasta la entrada del lugar, a cada paso que damos por el campamento mi cabeza trata de inventarse una excusa interesante para armar un escenario y ser echados del lugar.

Jojo aprieta mi mano tres veces, suele hacer eso cuando tiene miedo, aprieto la suya 3 veces de vuelta haciéndole saber que está a salvo.

Steve se acerca a hablar con quien parece ser el militar a cargo, un hombre de bastante edad. Varios niños de la misma estatura de Jojo caminan por el campo, algunos juegan con dardos, otros parecen desarmar objetos extraños en la nieve, ni siquiera sé qué hacemos aquí.

- ¿Tu padre te traía a esta clase de sitios cuando eras joven?

- No, Natalia, ojalá lo hubiese hecho.

- Él no está feliz aquí.

- ¿Me odiara un poco más después de hoy, no es así?

- No te esfuerzas mucho en hacer que te quiera.

Jojo detiene su inspección y se acerca a mi cintura de nuevo.

A punto de firmar la autorización, observó a un grupo de niños punzarse entre sí con los dardos, he encontrado de qué quejarme, pero un grupo religioso se aproxima hacia nosotros.