Natalia R.
Me alejo de Wanda e inspecciono el pequeño jardín que decora el lugar... Me pregunto si ella lo habrá hecho por su propia mano, si ha comprado todo... o como es que llegó a la conclusión de que eran las plantas adecuadas. Pero me formo una hipótesis: Quizá haya recordado lo que le enseñe, o quizá no tiene nada que ver conmigo.
- ¿Alata, gardenia, mirabilis, y cestrum? No son tan fáciles de cuidar...
- Me ha costado bastante esfuerzo.
- ¿Hace cuanto que sales con Lewis?
- No hace mucho... Aun, aún estamos resolviendo el asunto.
- Siempre creí que le gustabas – al instante me arrepiento de lo que he dicho.
- ¿Por qué pensabas eso?
- Se metía en tu cama, a mirar supercampeones contigo... y se creía muy interesante por darte chocolate caliente cuando estabas enferma...
Recuerdo muy bien ese día... Quería cortar su cabeza cuando la encontré dentro de la habitación, pero, ¿con qué cara? Wanda había estado llorando días antes por mi culpa.
Wanda hace una mueca que le resta importancia al asunto.
- Siempre creí que estaba siendo amable... No me importaba mucho lo que hiciera nadie, mis ojos estaban bastante ocupados contigo en ese momento como para observar a las demás personas.
¿En ese momento? Auch.
- Steve acabó en el hospital, por cierto.
- Mierda, no creí que golpearas tan fuerte, Nat...
- No, no - digo entre risas - llevo varios meses sospechando que algo le sucedía, y resulta que el legado de su padre le pesaba demasiado... El viejo murió hace no mucho por una enfermedad degenerativa. Sylvie me trajo las nuevas.
- ¿Está mal si me alegro? Por cierto, ella me pidió que dijera un par de cosas que ya olvidé... Algo así como que es tu mejor amiga por siempre y que intento hacer lo posible.
- No - digo - estoy muy feliz por eso también, una parte del infierno ha terminado... Solo queda el resto.
- Haremos todo mañana, la prueba y demás... Será rápido, se encargarán los abogados. ¿Tienes hambre?
- ¿Fue la misma noche en que te marchaste?
- ¿Qué?
- Cuando conociste a la rubia.
- ¿Carol? Su cabello era rosa en ese momento.
¿Me importa? No, pero no seré grosera, Wanda es demasiado tierna como para hacerme enojar.
- Bien, cuéntame la historia completa... Ya te he dicho la mía.
- Oh... No me has dicho la tuya completamente, pero, iniciare yo, si- Wanda ríe como niña pequeña y se acomoda sobre la silla - bueno... Fue aterrador al inicio, ser madre es un asunto sobre el que debemos ser muy respetuosas... Más que nada estar dispuestas... Pero Oliver lo ha hecho fácil... También regresó mi padre, fue una locura.
- Nunca me hablaste de tu padre.
Ella toma una bocanada de aire, y parece estarse preparando para hablar.
- Era un adicto... a muchas cosas - dice, y las palabras salen tan puntuales que parece que es la primera vez que dice eso en voz alta a alguien - cuando yo era más joven él se drogaba todo el tiempo... No era genial, no había dinero, ni comida en la mesa, y mamá insistía en querer ayudarlo, eso me hacía enojar, pero, un día simplemente se marchó, justo después de salir de la clínica por sobredosis. Después de unos meses lo di por muerto.
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"Postales de amor." - Wandanat (g!p)
RomanceDonde Wanda Maximoff ha conseguido un lugar en el sello jurídico más importante de Europa, y Natalia Romanoff es esposa del presidente. (Wanda g!p) Para ti, siempre.