Wanda M.
El rostro de Robert se encuentra cubierto de sangre, no de una manera totalmente macabra... pero, si, tiene bastante sangre, supongo que no medí mi fuerza lo suficiente... Una pizca de arrepentimiento se cuela por mi garganta, al final del día es mi papá o lo que sea... podría disculparme, pero no lo haré, me mantengo firme, no lo merece.
- Wanda... - coloca sus dos manos al frente y lentamente intenta acercarse a mí, de nuevo – solo, solo quiero hablar...
- ¿Qué estás haciendo aquí?, ¿Cómo te colaste?
El toma asiento en uno de los sofás, con un ademán me invita a hacer lo mismo, niego con la cabeza, suspira cansado y toma asiento solo, es entonces cuando me permito observarlo, su cabello está brilloso, limpio... A simple vista es suave, su barba no está desaliñada, por el contrario, se ve cuidada, al igual que su rostro, ninguna marca o corte, totalmente limpio, como un hombre de bien. El traje, los zapatos... Jamás creí ver a mi padre en un estado decente, muy en el fondo me alegro.
- Wanda, no me escabullí dentro de la empresa, no hice nada ilegal o turbio como podrías estar pensando. Yo soy Tony Stark.
- Robert, te cambiaste el nombre, ¿Por qué no lo imagine? Falsificación de identidad... algo típico de ti.
- Necesitaba... Yo necesitaba iniciar desde 0, con un historial como el mío sentar cabeza no era nada fácil, Robert... ese hombre quedó en el pasado. Ahora soy Tony, dueño de StarkForce, no es gran cosa, yo solo... Intento ser mejor que ayer, hija...
- No... - advierto – cállate, no me llames hija, ni un carajo. Tu y yo no compartimos ni siquiera apellido, no me interesan tus palabras, ni lo que tengas que decir, quiero mi renuncia lista mañana.
- No puedes irte, has firmado un contrato.
- ¡Una mierda tu contrato!
- Wanda, por favor... - se aproxima hasta la puerta y permanece de pie impidiéndome salir – fue muy difícil acercarme a ti... te observe desde la universidad, cada cosa que los profesores decían de ti, fuiste maravillosa, hija, y eso inflaba mi pecho de orgullo. Tus primeros casos, todo... Estuve al tanto, después te marchaste a Rusia y me pareció algo increíble, StarkForce cada vez iba por mejor camino, no fue hasta que la oportunidad de un nuevo despacho se abrió que busqué contactarte... Todo este lugar, es tuyo, tuyo y de Lorna, de tu madre, Virginia, ella...
- Basta, Robert... Yo no soy una puta terapeuta para lidiar con tus arrepentimientos de mierda, si el remordimiento quema tu pecho, es tu jodido problema como lo solucionas, no estoy interesada en tu empresa, en tu dinero, en tu ayuda, ni en nada que pueda venir de ti.
- Sé que es muy tarde... Ahora eres una mujer hecha y derecha, ¿para que necesitarías a tu padre, no es así? Te falle, eres quien eres y no gracias a mí. No busco ningún crédito, hija, debes creerme.
- Lo hiciste.
- Pero quiero enmendarlo, con las tres... Quiero ofrecerte todo lo que siempre debiste tener de mi parte.
- Para tu mala suerte, Robert... Ya no soy una niña como Lorna, no, ya no soy más indefensa, no necesito que me acompañen a tomar el camión, no necesito quien pague por mi comida, o sujete mi mano al cruzar la calle... ¿Sabes cuando hubiese sido buena tu ayuda? Para mi graduación, por ejemplo... Tuve que doblar turnos de media noche por 3 meses enteros para poder pagar mi título... Y ni hablar del resto de mi vida... tu, mierda hijo de puta, pasamos meses enteros en comedores comunitarios, ¿ahí pensabas en nosotras, te importaba tu familia? No, esa es la respuesta, eres un puto egoísta, eres un falso, y un mentiroso, y no tengo nada para ti. Lo que Virginia o Lorna decidan es problema de ellas, no mío.
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"Postales de amor." - Wandanat (g!p)
RomanceDonde Wanda Maximoff ha conseguido un lugar en el sello jurídico más importante de Europa, y Natalia Romanoff es esposa del presidente. (Wanda g!p) Para ti, siempre.