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Natalia R.

- Oficialmente Johansen figura como hijo de Wanda Maximoff y Natalia Romanova ante la ley, Johansen Romanoff Maximoff en documentos oficiales. Las visas de ambos han sido expedidas con éxito gracias a la señora Konanchi, e influencias en el gobierno por parte de Tony.

- Debo agradecerle personalmente – digo.

- ¿Qué pasa con la empresa?

- Bueno, siguiendo lo estipulado por Alexei Romanova antes de morir, Wanda al ser la madre biológica de Johansen, al haber aportado biológicamente la parte que... - Jane titubea un poco al hablar, probablemente porque Wanda es su amiga - lo esperado de un varón, es ella quien figura como miembro de la junta con la parte mayoritaria de las acciones.

Yelena ríe jugando con su botella de agua.

- ¿No crees que es gracioso? Papá y su misoginia... Dijo, la empresa será del primer hombre que preñe a mi hija, y después, todo esto será de su primogénito... solo si es varón, y ¡vuala! Wanda, eres mi ídola.

- Maximoff... No, no quiero ser entrometida, pero, ¿esto no es una broma? – pregunta mi madre – Nunca había escuchado de un caso así antes.

- Es como es, no tienes que hacer ninguna pregunta – Advierto.

Wanda se mueve incómoda sobre el asiento, se que odia hablar de este tema, toma una de las carpetas y se la tiende a Melina.

- Los registros médicos necesarios para que comprenda la situación -Wanda carraspea, y se pone de pie acercándose a Jane – hemos tomado una decisión, la única manera de evitar perder el sello es afiliándolo a StarkForce, transfiriéndolo aquí a Nueva York.

- Me parece bien, es mejor eso a dejar que se pierda.

- Volverá a ser Romanova&Co.

- Si haces eso, perderemos, una cantidad considerable d-

- Será así, porque si no, simplemente dividiré la herencia existente y cada quien tendrá que intentar vivir con ello el resto de su vida, Yelena no debe preocuparse, su novia es una estrella de cine, y ella una reconocida modelo. Natalia... bueno, tampoco, tampoco debes preocuparte por eso, porque... tenemos un hijo juntas, y...

- Wanda, cuñada, en otro momento le recitas las razones por las cuales la mantendrías el resto de su vida, ya sabemos que te gusta, sigue.

Wanda mira a Yelena sorprendida, mi hermana de verdad es una puta descarada.

- Quiero decir que, usted debería preocuparse considerando su poco austero estilo de vida.

- ¿Me estás amenazando, Wanda? Te creía diferente.

- Y yo a usted, sorpresas de la vida. Pero no, no es una amenaza, solo planteó las posibilidades.

Melina bufa enojada y firma las hojas que se le han entregado.

- ¿Qué pasará con Rogers? – Me pregunta de manera directa.

- Lo voy a demandar.

- ¿Razones?

¡¿RAZONES?!

Dios, esta mujer me hace perder la cabeza, verdaderamente.

- ¿Enviarme a terapias de conversión? ¿Abuso? ¿Violencia física y emocional? Estoy segura de que un juez sabrá encontrar miles de injurios contra mi persona cometidos por ese imbécil.

- Mírate, estás de pie e intacta, no necesito otro escándalo sobre nuestro apellido, y menos ahora que trasladaremos el sello y-

- ¿Tu sabías sobre Adler Krasnaya, mamá?

- No se dé que hablas – dice Melina, al mismo tiempo en que acomoda su bolso sobre su hombro, pero se que miente, es una jodida arpía, ¿por qué no lo pensé antes?

- No, hey, ¡responde, Melina! ¿Qué pasó con el accidente de papá? – Insiste Yelena.

- Fue Steve – digo – Por eso es que no lo dejaba, por eso es que no podía dejarlo, pero para ese incidente, él necesito saber cosas muy precisas, cosas que quizá, solo tú sabrías, mamá.

- No todas las personas tenemos la conciencia limpia. ¿Qué más da? Espero que todo salga bien en ese dichoso show jurídico que estás por montar, espero y te crean, al mundo no le sorprende mucho una mujer con un par de golpes.

Lo siguiente que sucedió es que Yelena lanzó la botella de agua contra el rostro de Melina, y después de manera agresiva se lanzó sobre la mujer, todo mientras no dejaba de repetirle que era una perra sucia en ruso. Esa es la personalidad de mi hermana, supongo.

Wanda tomó mi mano y me sacó de la habitación, detuvo el elevador un rato, y yo simplemente me solté a llorar en sus brazos... por cada sollozo ella depositaba un beso en mi mejilla, y antes de que pudiese darme cuenta ella estaba llorando también, fue entonces cuando caí en cuenta que esa era la primera vez que yo decía en voz alta que había sido víctima de violencia doméstica.

Era la primera vez que lo decía en voz alta, y, por ende, la primera vez en que Wanda se enteraba.

Pero, sobre todo, es la primera vez que lo reconozco para mis adentros: He sido abusada, golpeada, violentada y sometida a dolor constante. Soy una víctima, y también una sobreviviente.

Y es vergonzoso... Dios sabe que es así, me llena de vergüenza, como si yo tuviese la culpa. Pero quiero creer que no es así, quiero creer que no soy yo la culpable de todo.

Manejamos en silencio hasta su casa, una extraña lluvia invadió el mes previo a Navidad, permanecemos sentadas debajo de las gotas frías sobre el césped.

- Me siento molesta, molesta... siento muchísimo odio dentro de mí, si, si yo hubiese sabido antes... Jamás hubiese permitido que ese imbécil te tocara un solo pelo... Nat, ¿lo sabes? Eres lo mas precioso que he visto en mi vida, y solo mereces ser admirada, sólo eso... Lo siento tanto. Siento mucho todo lo que la vida te ha hecho pasar, porque no has merecido nada de eso nunca, y no es tu culpa. No lo es.

Se ha puesto de rodillas en frente mío, sus ojos están realmente tristes, y las lágrimas le caen a cántaros, sujeta mi cintura y yo me aferro a su cuello... Es la primera vez en que alguien me mira frente a frente, y de manera honesta, me demuestra que, siente mi dolor, no lo puede remediar, no puede cambiarlo, y no puede hacer nada por mí, pero siente mi dolor, y eso es todo lo que necesito, alguien que pueda sentarse en el césped conmigo y sentir lo que siento, y respetarlo, y respetarme.

Tomó su nuca con suavidad y la acercó a mí.

- Bésame, Wanda, por favor...

Ella suspira con nerviosismo, sus labios tiemblan, sus ojos se pierden en los míos.

Ella separa mis piernas con suavidad y se acerca más a mí.

Restriego mi frente contra la suya solo para confirmar que no es un sueño como el de la noche anterior, esto de verdad sucede: Estoy a salvo y ella está junto a mí.

- ¿Es lo que desea, señorita Romanoff?

Mi corazón se desprende de mi pecho, y cae, pero no se rompe, no duele, una cama de nubes esponjosas lo sostienen, y lo rellenan... Lo hacen sentirse liviano... Es exactamente lo que sucede mientras los labios de Wanda se encuentran con los míos... Con suavidad toma mi labio inferior entre los suyos, y succiona... todo es lento, tememos tocar nuestras pieles, antes de que mi lengua pueda abrirse camino ella se aleja, sonriente.

- Extrañé eso... besarte, lo extrañé mucho.

- ¿Podemos seguir? – digo, suplicante.

- Creo que debemos solucionar un par de cosas antes de... antes de saber que es lo pasa a partir de ahora.

Acaricio su mejilla con una de mis manos, ella la toma entre las suyas y deposita varios besos sobre mis nudillos.

Wanda Maximoff, estoy completa y perdidamente enamorada de ti, lo estaré toda mi vida.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora