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Natalia Romanova.

- ¿Puedes abrir más las piernas para mí, por favor?

Tomo la orilla de mi vestido con torpeza mientras que las suaves manos de Wanda acarician la piel de mis muslos de arriba hacia abajo, cada centímetro de piel que sus dedos rozan con lentitud contribuye a desarmarme por completo.

Está arrodillada ante mí, sus ojos me devoran de arriba hacia abajo, hago lo que me dice, abro las piernas, ella desliza mis bragas, deshace mis tacones y con cuidado los aleja. La diminuta tela color negro ha ido a dar justo sobre el pestillo de la puerta.

Sujeto su cabello con brusquedad, odio decirlo, pero no me importa si le ha dolido... Quiero tomarla, y hacerla completamente mía, quiero que mañana no pueda pensar en otra cosa salvo en que la he hecho mi mujer, que me pertenece, que no le puede pertenecer a nadie más, quiero que sepa que ninguna mujer ha sido tan suya antes ni lo será jamás como yo estoy por serlo en este momento.

Me toma del trasero y aprieta, clavando sus dedos en mi piel desnuda, empuja mi cintura hacia si misma asegurándose de que no exista distancia alguna entre mi sexo y su rostro.

Tan pronto la distancia desaparece, mi espalda se curva con facilidad, apoyo mis manos sobre sus hombros... El sofá me deja a la altura perfecta para observarla saborear cada parte de mi... Su lengua juguetea con lentitud, sin ninguna prisa, encuentra el punto exacto sin ningún problema, succiona haciéndome gemir bastante fuerte, pero no nos importa.

Introduce su lengua dentro de mí y la retira para después continuar con su trabajo oral en el sitio indicado.

Aumenta la velocidad cuando es apropiado, mi boca comienza a secarse al mismo tiempo en que otras zonas de mi cuerpo se sienten completamente empapadas, empujo mi cintura con rapidez mientras que mis manos sostienen el cabello de Wanda con autoridad obligándola a no detenerse en lo absoluto, los movimientos de ambas son rápidos y necesitados, muerde con total experiencia... Justo cuando siento que todo lo que llevo dentro esta por salir ella se aleja, por instinto gruño enojada, sonríe.

- ¿Así es como te gusta, bonita?

- Chúpame como me gusta, anda.

Toma un suspiro en el que trata de tranquilizarse a sí misma, me mira con total sumisión y asiente, actúa como si fuese yo quien tiene el mando, pero estoy totalmente expuesta ante sus ojos, cuando su lengua repara el contacto con mi sexo, entonces lo confirmo, Wanda Maximoff es quien tiene el control total de la situación, y de mí también.

El tiempo no transcurre en gran medida hasta que exploto de placer directo en la boca de Wanda, ella me toma con gusto... Desliza el cierre del vestido dejándolo caer sobre el sofá, sus besos suben por todo mi abdomen, yo soy quien desabrocha el sujetador y lo lanza por los aires, la mano izquierda de Wanda se desliza con discreción hasta su entrepierna y la veo masajear suavemente mientras observa mi torso desnudo, segundos después toma uno de mis senos entre sus labios, se turna para darle atención a cada uno. Intenta empujarme sobre el sofá, pero se lo impido.

Se pone de pie, su respiración cada vez es menos estable.

- Necesito tenerte.

- ¿Ahora? - suelto esa pregunta con ingenuidad, se lo que necesita

- Ahora...

Acerco mi rostro hasta la bragueta de sus pantalones, son de tela, es fácil percibir el problema latente tras ellos, bajo el cierre con cuidado y deshago los dos botones que tienen sufriendo a Wanda.

- ¿Te he puesto tan dura?

- Si no está en tu boca en los próximos 15 segundos, moriré...

Me sonríe, yo la miro desde abajo, sin romper el contacto visual deslizo su bóxer, cae hasta sus pies al igual que sus pantalones, tomo su miembro entre mis manos, ella se apoya de la pared tras mío, dejo caer un hilo de saliva en mi mano izquierda antes de comenzar con cualquier movimiento, lo sujeta de la base y con cuidado, pero sin preguntar, lo acerca hasta mi boca... Mis labios se abren para recibirle, no protesto, es justo lo que deseo.

Su abdomen se contrae al mismo tiempo en que se fuerza para no empujar su cuerpo contra mi boca, eso me vuelve completamente loca. Se deshace de su camiseta dándome una mejor vista, su cabello revuelto y el toque de ebriedad que se ha apoderado de su rostro me motivan a continuar chupando y a no detenerme nunca.

Sujeta mi cabello y disimula una cola, la enreda entre una de sus manos y comienza a jalar, los gestos en su rostro me dejan saber que disfruta cada una de las cosas que mi boca realiza, gime al mismo tiempo en que Lana emite un "ah" durante la canción, no tengo idea de quien sea ese tal salvatore, pero creo que está canción fue hecha de manera personal para la castaña enfrente mío.

Sus gemidos se detienen al mismo tiempo en que retira su miembro de mi boca, su glande roza contra mis pezones, ambas soltamos un quejido ante el contacto. Wanda se aleja hasta el pequeño dispensador de condones en el baño, toma un paquete y rompe la envoltura con sus dientes.

Me pongo de pie, cuando termina de colocar el látex sobre su amigo la empujo contra el sofá, me toma del trasero con brusquedad y me jala sobre sobre su regazo, chupa dos de sus dedos y los lleva hasta mi centro en donde estimula a un ritmo perfecto, siento a su miembro golpear entre mis pliegues, me excita la sensación de deseo que su cuerpo me transmite, porque mi cuerpo la desea de la misma manera también.

Subo un poco para poder tomar su miembro entre mi mano libre y acomodarlo justo en mi centro, voy bajando con cuidado, ella empuja bastante despacio mientras acaricia mis caderas, su lengua juguetea con mis pezones, una vez que el dolor ha desaparecido bajo por completo sintiéndola entera dentro de mí, Wanda toma mi trasero y lo amasa al mismo tiempo en que comienza a embestir mi centro con rudeza, no hace falta que haga gran esfuerzo pues es ella quien realiza todo el trabajo, creo que el gimnasio le ha caído muchísimo más que bien pues la fuerza que tiene para empujar mi cuerpo sobre el suyo es de otro planeta.

Aprieto sus mejillas y deposito besos apurados sobre sus labios, los jadeos de una se mezclan con los de la otra, exploro el área de su cuello y la lleno de besos, su perfume es delicioso, ella es deliciosa, sentirla penetrarme una y otra vez es completamente delicioso.

Después de un rato ambas estamos al borde, sin salir dentro mío se pone de pie sujetándome entre sus brazos, apoya mi espalda contra la puerta del baño y comienza a penetrarme en esa posición. Mis piernas se enrollan en su cintura, sus gemidos directamente en mi oído no contribuyen a que pueda resistir más tiempo, la rapidez aumenta y la intensidad también. Wanda se deja ir por primera vez dentro mío, y yo por segunda vez me dejo ir encima suyo.

- Eres hermosa – dice, casi en un susurro.

Me sonríe para después morder su labio inferior de manera discreta, empuja de nuevo con suavidad haciéndome jadear. Es completamente hermosa, Wanda es completamente hermosa.

Sus ojos verdes me hipnotizan el tiempo suficiente como para recordar que debo responder.

- Eres un sueño hecho realidad.

Wanda me besa, con cuidado y fragilidad... Como si minutos atrás no hubiese estado a punto de tirar la puerta abajo con tal de hacerme venir.

- ¿Vamos a casa? - pregunta.

- Con una condición.

- La que desees.

- Que continues follándome el resto de la noche.

-Creí que eso estaba claro...

Ella me da un pequeño guiño, creo que he muerto y revivido en menos de un segundo.

Con rapidez nos vestimos de nueva cuenta, no importa cómo nos veamos o si hemos colocado los botones de manea precisa, bajamos por las escaleras sujetas de la mano y corremos fuera del sitio sin despedirnos de nadie, tomamos el primer taxi que desfila en la calle. 10 minutos después que han sido infernales estamos de pie en la puerta de mi departamento, queda mucho más cerca que el lugar de Wanda.

Tan pronto coloco el seguro al otro lado de la puerta Wanda comienza a deshacer su traje de nueva cuenta.

Sonrío sin poder ocultar mi felicidad.

Ahora ya no importa la hora, el sitio, el momento o el cómo, ahora soy libre de amarla como y cuando me plazca, sin miedo, sin nada que pueda detenerme.

Ahora puedo amarla, y es lo único que estoy dispuesta a hacer. 

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora