Wanda M.
- El último tren sale a las 12 de la madrugada, puedes pasar la noche aquí si decides no marcharte aun, pero es peligroso, especialmente para las mujeres.
- ¡Viajar en el último tren sola ya es demasiado peligroso, carajo!
- Darcy... - Mónica intenta tranquilizarla, pero la menor no cede.
- Wanda, solo digo... eres una chica maravillosa, no tendrías que estar aquí con un ramo de rosas en mano esperando por alguien que no llegara.
- ¿Pero y si lo hace? Darcy... Ella, nada de lo que dijo es verdad. Ustedes lo saben, chicas... en mi cumpleaños estuvo todo bien, los fuegos artificiales, no... - mi voz se rompe, y Lewis es la primera en abrazar mi cuerpo al suyo... - alguien no puede decidir que ya no te ama más de una manera tan sencilla.
- Dices eso porque eres buena, e ingenua, y porque tienes un lindo corazón, Wanda, tú jamás harías algo como eso, ella es Natalia Romanova... Ni siquiera nos agradaba antes de que comenzaran a salir, solo éramos amigas de Yelena, todo el mundo sabe que ella era la única que valía la pena en esa familia.
- Creo que estas siendo un poco dura, Darc-
- No, Wanda, tu estas siendo dura contigo misma.
- Odio decir esto, pero tiene razón – coincide Mónica -Los Romanova son detestables... ¡Tienes un ramo de rosas en mano, y también la esperanza de que se aparezca en cualquier momento cuando literalmente te grito que habías sido un buen polvo para ella! Vales más que esto, Wanda, tienes que creerlo.
Mis amigas permanecen en silencio por un buen rato, el último tren para regresar hasta su región parte a las 10, no queda mucho para que el reloj llegue a esos dígitos.
-¿Sándwich? – Darcy coloca la comida frente a mis labios, yo niego, ella insiste – anda, te daré papitas después.
-No tengo h- sin éxito alguno en mi gesticulación de palabras... ya tengo la mitad del pan dentro de mi boca, cedo dando una mordida considerable, ella me entrega una pequeña bolsa de frituras, y sonríe satisfecha - ¿agua?
- Gracias – digo.
- Wanda... - advierte Darcy.
- Se que ya deben irse.
- Escucha, ¿esperaras aquí toda la noche? – divago en mi respuesta - si es así, esperaremos contigo.
- No tienen que.
- No te dejaremos sola – dice Mónica.
- Bien. No esperaré, si no llega antes de las 12 me voy, es una decisión, lo he decidido.
Darcy entrelaza mi mano con la suya.
- Por mucho que la detesto justo ahora, espero que las cosas salgan justo como las deseas, y si no es así, entonces saldrán mucho mejor porque lo mereces, ¿bien? – Deposito un beso en la mejilla de Lewis, se separa para permitir que Mónica se despida de mí también.
- Llámanos tan pronto llegues al aeropuerto.
- Lo haré – digo.
Al cabo de unos minutos las dos han desaparecido de mi vista, probablemente camino a casa.
Ahora solo soy yo, y mi maleta, y un estúpido ramo de rosas esperando a ser sujeto por la persona más especial de mi mundo.
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Natalia R.
He vivido en el mismo lugar por los últimos 5 años. Es un sitio bastante grande, un poco más grande que la casa familiar, irónico ya que aquí es donde somos menos, solo Steve y yo.
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"Postales de amor." - Wandanat (g!p)
RomanceDonde Wanda Maximoff ha conseguido un lugar en el sello jurídico más importante de Europa, y Natalia Romanoff es esposa del presidente. (Wanda g!p) Para ti, siempre.