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Wanda M.

-    Respira hondo, cariño… - Carol cada vez pone mas y mas presión en mi mano, me la va a destrozar, estoy segura – respira hondo… - Arizona asiente en aprobación mientras continúa haciendo su trabajo.

-    ¡Carol, tengo su cabeza! Preciosa… Esta casi fuera, necesito que continúes pujando.
Mi curiosidad me gana, quiero ponerme de puntillas para intentar ver pero no lo consigo.

-    ¡AHHHHH!

-    ¡Vamos, mami, eres fuerte!

-    ¿Ya salió su pancita? – pregunto.

-    ¡Tenemos la pancita, mamá!


Carol hace un último esfuerzo y se deja ir.

Lo siguiente que se escucha: Un llanto, uno fuerte, claro, un llanto, joder, que lindo lloran algunos bebes.

La doctora Arizona toma en brazos a mi hijo, al inicio me parece un alíen envuelto en una baba asquerosa… su cabeza es rara, y él también… pero, diablos… es, es mi bebé…

-    Masculino, sano, 2.9kg, 19:12 hrs, 10 de Noviembre. Felicidades, son mamis de un niño encantador.

Carol se parte en llanto, abraza mi mano y la besa, y no deja de llorar, el doctor Karev y un par de enfermeras le hacen cosas que no entiendo en una pequeña camita.

Lo veo escupir flemas, sigue llorando, eso es bueno. Lo limpian un poco, y entonces, así como a Simba, lo levantan donde todo el mundo puede verlo.

El doctor me entrega a nuestro hijo, yo lo sostengo y me agacho para que Carol pueda observar.

-    ¡Tienes los ojos de mamá, Oli! – eso es lo primero que se me ocurre decir, no se si es cierto, en mi mente son similares a los de Carol, lo son.

-    ¿Oli? – asiento emocionada, Carol ríe y acaricia la diminuta mejilla de nuestro pequeño – Oli… mami ya ha elegido el nombre, no le importo el frasco mágico… supongo que te va bien, ¿no? Oli…


-    Oli… Eres precioso, Oli.

-    Es precioso porque tiene mis ojos, ¿no?

-    Es lo único que se nota, porque aun está deform-

Carol me da un codazo, y junta su rostro al pequeño.

-    Ya se que está deforme pero no le digas…

Doy una última caricia a su manita, y de nuevo, se lo entregó a uno de los doctores quien nos espera paciente.

-    Todo parece bien, al haberse adelantado un poco tenemos que asegurarnos de que nada se nos escape, el doctor Karev lo llevará al área de pediatría, y en unas horas lo tendrán en la habitación de nuevo… Seguramente podrán irse al amanecer, así no manejan de madrugada.

Ambas nos perdemos en el pequeño carrito que lleva a nuestro bebe. Lo tratan como si fuese un casimerito, eso es gracioso.

-    Gracias, Doctora, de verdad.

Arizona sonríe.

-    Estarán monitoreando a Carol, en unas horas se sentirá mejor, y las acompañarán a su habitación de nuevo para que pueda ducharse. La cena está por servirse. Lo hiciste bien, mamá, ambas lo hicieron.

Estrecho la mano de la amable mujer, y ella se marcha junto con su voluminoso equipo.

Tomó asiento en uno de los sofás, y caigo en un leve sueño mientras que las enfermeras se encargan de Carol.

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Natalia R.

Varios empujones en mi hombro me despiertan, apenas abro los ojos e  intento moverme pero no puedo, mis manos están en cruz sobre mi pecho… ¿Atadas?

Una enfermera se acerca y acaricia mi barbilla.

-    Te soltaré, linda, mi nombre es Izzie, estás por conocer a tu pequeño.

Las telas que amarran mis manos sobre mi pecho dejan de apretar, una enfermera me acerca a un bebé envuelto en una sábana, aún está sucio, su piel es blanca… Muy blanca, y tiene cabello, bastante, su cabello es rubio… Rubio y brilloso, como un sol.

-    ¿Es mi hijo? – pregunto con miedo - ¿De verdad es mío?

Parece adormilado, no abre los ojos para nada, lo veo suspirar lentamente.

"Postales de amor." - Wandanat (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora