Natalia R.
Comienzo a caminar con jojo de la mano, Wanda camina en la calle al frente nuestro, intento no mirarla mucho, supongo que ella intenta lo mismo pero su mirada está clavada en Jojo, y cuando la desvía de él, se enfoca en mí.
Subo por la vieja colina repleta de nieve, Johansen insiste en que debo sujetarme fuerte de él por si me resbalo, en realidad es él quien resbala en varias ocasiones, en una de ellas cae, y su saco se moja, se lo que está por suceder.
Lo tomo en brazos y él comienza a llorar, no en forma de berrinche, toma asiento en una de las bancas y llora de una manera realmente triste, sin decir nada.
Rio por lo bajo lista para consolarlo... Si mi corazón se deshiciera cada que Jojo decide llorar, ya no tendría uno, probablemente. Ser mamá me ha hecho superfuerte, eso creo.
Wanda aparece al inicio del lugar, lentamente sube por la colina, sus pasos son torpes... como los de Jojo.
- ¿Es tu amiga? No quiero que me vea llorar.
- Entonces no llores, cariño...
- Pero moje mi saco...
Estoy por consolarlo, la voz de Wanda nos interrumpe.
- Hey... - desearía que me mirara a mí, pero está mirando a jojo... y eso es válido.
Jojo saluda con la mano y regresa su mirada al suelo.
- Está bien si quieren tener una platica de chicas... Armaré mi lego mientras tanto.
Rueda los ojos en broma, él es así, tiene un buen sentido del humor.
Con la mirada le indicó a Wanda que me siga, una vez que llegamos a la entrada del mirador me aseguro de que puedo visualizar a jojo aún, entonces, me adentro.
Ella descansa sobre el pequeño recuadro del lugar, me observa en silencio, ahora puedo percatarme de sus ojos rojos e hinchados.
Es ridículo, pero no puedo ocultar mi sonrisa, verla me hace feliz, verla después de tanto tiempo me hace realmente feliz.
- ¿Estás bien? – eso es lo primero que dice, asiento con la cabeza, aún bastante desconcertada.
Titubea en sus pasos, pero, finalmente se acerca a mí, y sin preguntar, envuelve sus manos en mi cintura, y como una llave a su cerrojo, de manera perfecta envuelvo mis brazos en su cuello, volver a sentirla tan cerca enciende la chispa en mí que creí extinta.
- Estoy bien... eso creo.
Wanda M.
No puedo decir que ha sido un rato tan largo, pero nuestro abrazo no ha sido corto... Se siente como si fuese todo lo que hemos necesitado, nada más que eso.
Al separarnos, puedo observarla de cerca, es la misma... la misma mujer que conocí, con la misma sonrisa, y con la misma mirada repleta de tristeza.
Todo lo que Sylvie dijo pasa por mi mente en cámara rápida, y no puedo creerlo, me resulta imposible, pero más que nada, me hace sentir una completa basura.
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"Postales de amor." - Wandanat (g!p)
RomanceDonde Wanda Maximoff ha conseguido un lugar en el sello jurídico más importante de Europa, y Natalia Romanoff es esposa del presidente. (Wanda g!p) Para ti, siempre.