Cattive notizie
Belia.
Ingreso a la habitación donde se encuentra un hombre de espaldas, si bien se dice que el hijo mayor Accardi es como un dios griego no creo mucho eso.
— Llegaste — murmura con su voz gruesa y joder.
Porque tengo al mismo diablo en persona de eso estoy segura cuando lo veo una vez que se voltea, ya había visto una foto de él más joven, pero quien está frente a mí, me excita de sobremanera.
— ¿Te comieron la lengua? — se burla sentándose en la silla que se encuentra en el centro de la habitación — Entonces demonia
La tensión se siente en el ambiente, debo tener la cabeza en la tierra y no dejarme llevar por el bulto que se nota en el pantalón de tela que carga mi enemigo.
Pongo a reproducir la música acercándome a él, le pongo la mano en el pecho bajando lento y sensualmente, empiezo a desabrochar los últimos botones de su camisa, pero no termino mi trabajo porque me levanto dando una vuelta quedando detrás de él, mis manos recorren su torso duro y definido, la respiración de él se torna pesada.
Ni siquiera deja terminar la música porque se levanta tomándome del brazo para tirarme a la cama y subiéndose a horcajadas sobre mí.
—No debes provocarme — sisea — Porque no sabes a que tipo de persona estas tentando
—¿A qué te refieres? — habló por primera vez en todo el rato que llevo con él
Ignora mi pregunta atacando mis labios en un beso salvaje, atrapa mi labio inferior entre sus dientes y suelto un jadeo, los besos de él se siente como ir al mismo infierno.
Mierda estoy empapada
Me inclino para que pueda retirar el nudo del conjunto que llevo puesto y yo termino de quitarle la camisa. Mis pechos quedan al descubierto, lleva una mano a uno de mis pezones y lo aprieta jugueteando con él, mi piel se eriza ante su toque.
— ¿Lista? — pregunta
Asiento, me recorre los muslos, siento su miembro erecto en mi ombligo cuando sube sus manos a mis cuello, empieza a dejar besos húmedos por mi cuerpo abro las piernas invitándolo a entrar en mí y sin previo aviso me embiste con dos de sus dedos haciéndome gemir, se acerca a besarme el movimiento que hace produce corrientes en mi cuerpo, reitera sus dedos y juega con mi clítoris.
Vuelve a mis labios prendiéndose de ellos siguiendo con su trabajo de dejar besos húmedos por mis pechos, mi estómago, bajando más hasta llegar
— Quiero probarte — siento su aliento contra mi piel, alza un momento su mirada conectando con la mía. Esa mirada solo proyecta hambre, deseo, y lujuria.
Lame mi clítoris haciéndome estremecer, llevo mi mano a mis senos que reclaman atención
Lame, succiona en el punto indicado haciéndome jadear y gemir, acaricio su cuello en tanto hundo las manos en su cabello, muerdo la lengua cuando quiere salirse el nombre del que tengo ahora dándome el mejor sexo oral de mi vida.
No deja perder nada, siento su lengua en cada parte, en cada rincón, abro más mis piernas dándole más acceso. Con una de sus manos abre más mis pliegues para poder adentrarse más.
— Vamos preciosa — habla — suéltalo, quiero probarte.
Vuelve a meter sus dedos, mi cadera se mueve acompañando a sus dedos, buscando más, con total disposición hacia él. Acelera el ritmo, gimo disfrutando esto, me tenso sabiendo que me hará llegar, alcanzo el orgasmo que tanto quería tener.
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Inevitable Destrucción
Science FictionItalia... un país totalmente amplio si de territorio hablamos, pero donde en aquellas tierras existe la disputa de hace varios años atrás. Son cinco mafias, mismo país, comparten fronteras, pero ninguna está dispuesta a estar en último lugar. ¿Qué...