Capitulo 9

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Reunión inesperada


Belia.

Luego de aproximadamente dos horas de vuelo bajo en la pista de aterrizaje la cual me recibe con un ambiente cálido y suave. Dante me brinda su brazo el cual aceptó ubicándome mis lentes de sol.

— Bienvenidos — un hombre alto y fornido nos saluda — El jefe los espera.

La gente de seguridad de Dante nos rodea con cierta distancia de prudencia, estando atentos a cualquier ataque, nos dirigen a unos autos de doble cabina con vidrios polarizados, sé que estoy segura junto con Dante, ya que sabe que, si algo me pasa, mi padre lo cazara como lo estamos haciendo con los Magliana.

Nos subimos mientras guardan nuestras maletas, reviso mi celular que no exista ninguna novedad, la madre de los Accardi no me ha dado problemas aún, pero el que todo esté tranquilo, me hace saber que pronto algo sucederá.

Arrancan y me recuesto hacia la ventana cerrando mis ojos un momento, necesito estar tranquila, debo temer de mi sombra, pero no demostrarlo, suelto un suspiro vago recomponiendo la postura.

— ¿Problemas? — me pregunta el hombre que está junto a mí.

— Para nada — guardo mi celular — Estoy esperando noticias positivas.

— Ellos han sido mis enemigos desde siempre — me explica — Luego fueron parte de ustedes y eso los hizo aún más fuerte contra nosotros, por la seguridad que tu padre les brindaba, por experiencia te digo que no te será fácil dar con la cabeza de Lorenzo.

Mi mirada se dirige hacia al frente, donde se abren unos portones, dándonos la bienvenida a una gran finca, observó cómo realizan el mismo protocolo de seguridad que nosotros, que el auto no tenga ningún dispositivo extraño.

Me bajo del auto observando a mi alrededor, la gran casa que está justo frente a nosotros rodeada de hombres de seguridad, los árboles embellecen el lugar, las ventanas muestran la gran sala de aquella casa situada a metros de nosotros.

— Pueden seguir — informa uno de los hombres.

Dante y yo asentimos empezando a caminar hacia la casa, analizo cada rincón que puedo del lugar, mi vista va hacia la terraza la cual tiene un espacio para parrilladas con un techo de madera dura tropical y bambú, ingresamos a la gran casa que nos recibe con una gran decoración.

— Bienvenidos — Hablan detrás de nosotros — Me presento, Nikolay Lambert.

Me volteo y doy un paso atrás cuando lo reconozco desde que escuche su voz, la sorpresa en su rostro es notable cuando mantiene sus ojos en mí. No puedo creer que sea el mismo hombre con el que tuve algo hace dos años atrás. Lo analizo, la barba le resalta, el iris de ojos claros, aunque debería darme algún otro tipo de reacción, no lo hace, lo analizo, y sé que ha pasado por mucho, las marcas ya cicatrizadas lo hacen ver, y sus ojos al posarse en mí, me gritan que no me arriesgue a una locura, recordando aquellos ojos...

¿Cómo demonios no me di cuenta que era un mafioso?

Dante se acerca de forma familiar a abrazarlo y este le corresponde con una gran sonrisa, frunzo el ceño, ciega no soy, y esto me grita mi conciencia que ya han tenido tratos, lo cual me pregunto qué habría pasado si no me unía a Dante.

— Martini — menciona el hombre con la mirada en mí — ¿Cuáles son tus modales? ¿Quién es esta hermosa mujer que te acompaña?

— Puedo decírtelo — explica Dante — Pero mejor que ella se presente

Sonrió.

— Belia — extiendo mi mano hacia él — Belia Moretti, la doña de la Mafia Italiana.

Nikolay quien estaba a punto de deja un beso en mi mano, se detiene, regresando la mirada a mí y luego a Dante, grabó esa expresión, porque es la que tendrán todos cuando se enteren de a poco, y es que Nikolay es el primero de todos los grandes cabecillas en saberlo.

Inevitable DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora