Capítulo 77

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Louis se da cuenta de que no puede moverse en absoluto sólo cuando se despierta al día siguiente.

La claridad de la mañana se cuela por la ventana a causa de las cortinas mal cerradas, el ventilador zumba con cada vuelta que da, llenando el silencio que se balancea de un lado a otro entre las cuatro paredes de la habitación.

Hay una suave respiración haciéndole compañía al movimiento de las hélices, algo leve que por poco pasa desapercibido Gracias a la somnolencia que todavía tiene que desprenderse del castaño. Tiene la boca seca y las sábanas en la mitad de la cadera, uno de los ojos le pica y la presión que por poco exprime su abdomen no lo está dejando respirar apropiadamente.

Al principio, su cabeza está lo suficientemente ida como para provocar que se cuestione acerca de lo que está sucediendo. Sin embargo, las imágenes de la noche anterior regresan a su cabeza como una llovizna de verano, mojando su memoria, haciéndolo recordar que su jefe se ha quedado a dormir y que el cuerpo que descansa sobre el suyo le pertenece a él.

Son recuerdos bastante incitantes para esa hora tan temprana en la que el sol se mantiene en la mitad del cielo, pues el recuento mental se basa en Harry desvistiéndose delante de él, revelando finalmente todo lo que Louis ha guardado en su mente por más tiempo del que está dispuesto a admitir.

No va a mentir al respecto, ha tenido que contar números primos al momento en el que su jefe finalmente reveló su pecho, y cuando eso no fue suficiente para disuadirlo de la excitación que la vista le estaba provocando, tuvo que ponerse a nombrar colores y animales y a intentar recordar en qué año de la universidad tomó clases de francés sin llegar a aprender nada y preguntarse por qué existen las estaciones y un montón de cosas que lo mantuvieran cuerdo.

No ha sido su culpa. En particular, si hay que otorgarle la responsabilidad a alguien, ese tendría que ser Harry, por tener esos alucinantes brazos repletos de curvas y definición y toda esa deliciosa masa muscular que se acumula y se hincha en los lugares perfectos.

En algún instante llegó a flexionarlos a causa de todo el movimiento que requería quitarse la ropa, y Louis no sabe cómo es que salió vivo de allí después de haber atestiguado el poder de unos tríceps y bíceps que le han hecho saber que su jefe definitivamente es más fuerte que él y que no debería de ir en su contra en el jamás de los jamases.

También está el recuerdo de su pecho, y de sus pectorales.

Oh, sus magníficos pectorales, esos que Louis se quedó mirando como un completo imbécil sin saber qué decir o que hacer porque en todo lo que podía pensar era en llenarse las manos de toda esa carne impresionante y averiguar si eran tan firmes como lucían o si más bien eran tan suaves como el algodón.

No logró obtener una respuesta, primero porque la idea no era endurecerse en ningún instante —cosa en la que casi falla miserablemente—, y segundo porque no tardó mucho tiempo en distraerse con ese fantástico abdomen, demasiado marcado para su propio bien, pero sin llegar a extremos consternantes que el castaño habría aceptado de todos modos porque al final de cuentas, es un fanático silencioso de un buen abdomen.

El de Harry lo es, con hileras exquisitas divididas por la mitad, con una pelvis tan marcada que la gracia de sus huesos ligeramente sobresalientes fácilmente han podido ser la salvación de la tierra, y ni hablar de sus piernas.

Santo cielo, sus piernas.

No, sus muslos.

Virgen de todos los santos, sus muslos.

Louis estuvo a punto de ponerse de rodillas en el suelo y rezar cinco padres nuestros en agradecimiento a la vista de esos muslos que no podrá sacarse de su cabeza nunca, por lo menos no en lo que le queda de existencia, mucho menos en esa siguiente vida que ni siquiera sabe si va a tener pero que si lo hace, espera llevarse consigo el recuerdo de toda esa carne definida que se ha marcado ante el más mínimo movimiento Louis está seguro de que babeó un poco luego de que Harry se quitara los pantalones, pero no puede estar demasiado seguro de nada de lo que sucedió después porque a su jefe le pareció buena idea comérselo a besos encima de esa cama que desde cierta perspectiva no parecía lo suficientemente grande para los dos.

Make daddy proud I ✦ daddykink! [ls] | ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora