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capítulo 18

Louis siempre ha sido algo así como un muchacho bastante ingenioso, hábil en las cuestiones sacadas fuera de lo normal, con una capacidad de pensar fuera de la caja asombrosa que bien ha podido llevarlo hasta donde se encuentra ahora a pesar de que todavía sigue siendo algo así como, demasiado novato en esta vida. Sin embargo, y justamente en aquellos instantes en los que su mirada está puesta en aquella frase que flota en la pantalla de su celular, Louis se considera ligeramente tonto al no poder comprender de qué exactamente está hablando su admirador secreto.

Es un hecho que sería una mentira de parte de Louis el decir que ahora no está confundido, que aquellas palabras no tienen el más mínimo de los sentidos para él cuando al final siempre ha tenido la creencia de que, para un castigo de esa índole, se necesitan dos personas y no una, particularmente no el que se supone que debe de ser reprendido por sus acciones previas.

Es posible que tenga que enderezarse en la silla, como si su espalda derecha fuera a ayudarle a comprender lo que dice aun cuando una cosa no tiene absolutamente nada que ver con la otra y su postura no le hará similar que es exactamente lo que dice. Y no lo hace, lo cierto es que a Louis se le hace algo así como complicado el entender a qué es lo que se refiere exactamente cuando dice que él es quien va a castigarse, por lo que se ve en la obligación de perder todo tipo de pudor y preguntar al respecto.

"¿Qué quieres decir con eso?"

Se muerde el labio inferior cuando la intriga se lo está devorando por dentro, y aprovecha el instante que esta persona se toma en contestar para cuestionarse la infinidad de significados que existen detrás de aquellas palabras, aun si la mayoría no tiene el menor de los sentidos.

Cualquier hipótesis se desvanece de cuando recibe una contestación que, en efecto, no tiene nada que ver con su inquisición previa, logrando que Louis frunza las cejas en un gesto de incomodidad que no le dura demasiado cuando, realmente, no puede estar de muy mal humor cuando la incertidumbre resulta ser mucho más fuerte que cualquier otra cosa en esos momentos.

"¿Qué estás haciendo ahora mismo?"

"Terminando de comerme unos fideos instantáneos" Contesta con una mueca de confusión mientras sus dedos se mueven sobre el teclado táctil con agilidad.

El corrector automático consigue arreglar sus errores de dedo, y no pasa demasiado tiempo para que sus ojos se paseen por la pantalla en una lectura silenciosa del mensaje que recibe casi en el siguiente segundo.

"Te explicaré detalladamente como tu castigo será ejecutado, pero antes de proceder a cualquier cosa, necesito saber si estás de acuerdo con utilizar aquella paleta en tu cuerpo y si aceptas tu castigo porque consideras que lo mereces por tu comportamiento previo"

Y bien, no ha terminado de leer aquel mensaje cuando la burbuja de texto asciende al recibir uno nuevo.

"Si consideras que es injusto de mi parte o te preocupa tu seguridad durante todo el proceso, tienes todo el derecho de negarte a hacer cualquier cosa que no quieras y podemos dejarlo todo aquí en buenos términos y sin ningún problema. Tu comodidad, seguridad y tranquilidad son mi consternación principal, y no deseo que en ningún momento te sientas conminado por mí, porque no soy una amenaza."

Y luego otro.

"Soy todo lo contrario. Al menos, quiero serlo"

Las pestañas se le sacuden por sí solas, y la expresión en el rostro de Louis se vuelve este completo poema de impresión cuando las arrugas se hacen presentes en su frente y sus cejas se elevan en una mueca que delata en su totalidad la sorpresa que le causa el hecho de que este sujeto de verdad está pidiendo su consentimiento para, aparentemente, castigarlo.