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capítulo 12

Se puede decir que Louis está realmente pasado de copas en algún momento de aquella noche, y es posible que él sea un poco consciente de ese hecho cuando la lengua se le empieza a adormecer y todo le parece excesivamente gracioso aun cuando ninguno de sus compañeros está haciendo nada que no pueda considerarse como otra cosa que no sea ridículo.

No tiene idea de qué hora es, fácilmente la madrugada se les ha ido encima y ellos todavía se encuentran en aquel bar con la suficiente cantidad de gente como para tener que haberse sentado en una esquina por la poca cuantía de mesas disponibles, la música sigue estando igual de alta, y las luces de colores que alumbran la pista de baile son lo suficientemente brillantes como para llegar incluso a fastidiarle los ojos en algún instante.

La está pasando bien, sin embargo. El alcohol se ha mezclado en sus venas y todo le parece increíblemente ligero y divertido, y tiene esta sonrisa bobalicona en las comisuras cada vez que uno de sus amigos le hablan que no se la quita nadie. Está sentado en una de las butacas de la mesa, con la pajilla entre los labios y balancea la cabeza de un lado a otro mientras aquella canción techno que no conoce de absolutamente nada resuena en el lugar.

Es bastante consciente de que Babette y Liam están bailando o algo por el estilo, porque los ha perdido de vista desde hace un buen rato y ningún pensamiento perverso se cruza por su cabeza ante la posibilidad de que se estén ligando aun cuando ellos en serio han estado coqueteando el uno con el otro desde, por lo menos, la segunda copa; y Niall y Marina, junto en él, se han encargado de ser este trío maravilla en donde no se han separado por nada del mundo y todo lo que han hecho ha sido hablar.

Hablar hasta por los codos, hasta que nada tiene sentido, hasta que las gargantas se le secan y tienen que pedir una nueva ronda de bebidas para poder seguir con la charla sin sentido, y en ningún momento tocan la vida amorosa de ninguno de ellos, por lo que Louis definitivamente no corre el riesgo de soltar información de más y contar absolutamente nada acerca de su admirador secreto, quien de cierta manera ha estado en alguna parte de su inconsciente, ocupando el mismo lugar en el que se encuentra el señor Styles cuando castaño en serio sabe que no debe de tenerlos presentes.

Es una especie de mecanismo de defensa el encerrarlo allí, y quizás no se siente tan mal cuando sabe que ahora hay alguien más a quien se tiene que forzar a olvidar en situaciones importantes como tal vez ha considerado esta. No tiene ganas de revelar que le está siguiendo el juego sexual a un completo desconocido, ni mucho menos entrar en detalles acerca de cómo en serio lo ha tomado con un anillo vibrador que en algún instante de la noche se ha quitado en el baño de hombres, ha lavado y guardado en su bolsillo con la esperanza de que no se pierda ni nada por el estilo.

Considera que sería demasiado bochornoso, aún estando ebrio, aun siendo un completo sinvergüenza sin temor a ciertos peligros que puede conllevar la vida; es plenamente consciente de que hablar sobre su vida privada es algo que no debe de hacer ni en sueños, sobre todo si se trata de sus compañeros del trabajo, que por muy amistosos que resulten ser, no dejan de ser colegas que bien pueden, o no, resultar ser lo que no espera.

En el fondo espera que puedan convertirse en los mejores amigos que pueda tener, y es posible que considere que Niall y Marina ya están en ese camino cuando ambos se ríen de la manera más encantadora de todas por algo que no llega a escuchar.

Deja la copa con un sonido sórdido sobre la mesa cuando ya se ha terminado la bebida dulce, esa que le ha dado seguidilla cuando no ha sentido el alcohol por el sabor tan agradable a manzanilla y que ha logrado emborracharlo hasta este punto. Se pasa la punta de la lengua por las comisuras heladas y se restriega las manos con un siseo antes de sacarse el móvil del bolsillo derecho y encender la pantalla. No tiene ningún mensaje ni ninguna notificación que le interese demasiado, su enamorado jamás llegó a responder su antiguo texto que ha consistido en la invitación de ir con ellos al club y por fin conocerse, y después de unas cuantas horas Louis ha dejado de tomarle importancia cuando ha supuesto que ha tenido que estar demasiado ocupado como para poder prestarle atención al teléfono.