Capítulo 78

9.9K 1K 1.2K
                                    

El viaje en taxi es bastante tranquilo en contraste con el sentimiento de angustia que ha estado naciendo dentro de Louis como maleza, silenciosa y atrapante, que cuando termina de crecer es muy difícil de cortar e incluso de desenredar.

No ha dejado de tronarse los huesos de los dedos y los nudillos, así como tampoco ha dejado de echar estos vistazos a través de la ventanilla como si eso le fuera a acortar el tiempo en el camino o lo fuera a teletransportar mágicamente hacia su destino, cosa que no sucede, pues la vida real transcurre con la ayuda de los segundos y no con la ilusión de que un deseo se puede hacer realidad si lo pide con todo su corazón. No está rogando con tantas fuerzas, de todas formas.

En realidad, una parte de él quiere que el tráfico se congestione un poco durante el camino en el coche, solamente porque no quiere llegar al piso de Wyatt y encontrarse con que le estuvo mintiendo en el teléfono acerca de su bienestar al descubrir que tiene un brazo enyesado o una pierna rota, o peor, una contusión cerebral que lo obliga a quedarse en cama haciendo reposo porque de lo contrario puede empezar a redactar su testamento sin más.

Sí, esa es la cuestión que le atemoriza en medidas justas, las suficientes como para que su pierna no deje de rebotar y que la pantalla de su móvil no deje de encenderse cada vez que revisa la hora.

Podría ser una exageración de su parte —y lo es—, pero mantiene abiertas las posibilidades al recordar lo mal que se escuchaba su voz a través de la línea y el pesar tan grande que ha mantenido en su tono al contarle sobre cómo la cena con sus padres no salió tan bien como se esperaría y sobre cómo terminó chocando un vehículo y metiéndose en un problema del que el castaño todavía no tiene la menor idea.

Se pregunta entonces si habrá pasado la noche en la comisaría, o si el dueño del auto dañado habrá iniciado una pelea, y está a punto de tener esta sobrecarga de interrogantes ansiosas y mentales hasta que de repente el taxista se aclara la garganta en un gesto bastante brusco para avisarle que ya ha llegado.

Finalmente.

Paga la tarifa con el poco efectivo que se ha llevado, se hace el breve recordatorio de que debe pasar por el cajero automático para no depender tanto de sus tarjetas y recorre el camino por la acera hasta adentrarse en el edificio en el que el inglés de sangre mixta reside.

Es una suerte que su cerebro haya recordado la dirección correctamente y que no haya tenido que dar ningún tipo de direcciones durante el trayecto, porque de lo contrario estaría tan perdido como el hijo de Lindbergh y no habría podido llegar a ningún lado.

Camina por la recepción con largas zancadas que denotan su necesidad, ignora el candelabro y agradece la presencia del elevador porque no cree que sus rodillas le permitan subir hasta el piso que le corresponde.

Es ahí cuando se da cuenta de que en realidad no recuerda en qué planta el peligro se encuentra y tiene que salir del elevador para enviarle un mensaje de texto para preguntarle a dónde es que tiene que ir.

Wyatt le responde al cabo de unos segundos que resultan ser más largos de lo que se podría imaginar y se vuelve a meter en el ascensor al tener más claro su destino. No le toma mucho tiempo y pronto está delante de la puerta que lo separa de su nuevo y atractivo amigo, el cual puede estar destrozado ahora mismo sin que Louis lo sepa.

Toca el timbre, el corazón le palpita en el centro de la garganta y el tamborileo de sus dedos contra sus dedos se vuelve insoportable hasta que la puerta es abierta y el movimiento cesa.

Louis recupera el aliento tan pronto como sus ojos caen sobre su amigo. El alivio se cuela por sus entrañas a través de sus fosas nasales y no puede evitar suspirar al mismo tiempo en que deja caer la cabeza en un gesto completo de sosiego.

Make daddy proud I ✦ daddykink! [ls] | ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora