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capítulo 11

Louis está perturbado consigo mismo, y casi quiere llorar cuando se ha dicho una y otra vez que debe de apartar esos pensamientos prohibidos que abundan en su cabeza.

Sin embargo, trata frecuentemente de excusarse bajo el argumento de que es algo inevitable cuando el señor Styles no coopera en lo más mínimo con su estabilidad mental. Y es que él está allí, en aquella silla alta en el extremo de la larga mesa en esa sala de reuniones, luciendo como el hombre más poderoso que el mundo podría llegar a tener, con aquel traje negro y los ojos demasiado verdes, cargados de tanta confianza mientras tiene la boca llena de todo este conocimiento y datos y opciones legales que hacen que Louis lo ponga en una especie de pedestal en donde se debate entre lo mucho que quiere ser como él y lo mucho que le gustaría ser follado por él.

Ha sido una tortura todo este tiempo, especialmente porque tan pronto como consigue apartar aquellos pensamientos, una culpa terrible le invade con precariedad, porque piensa en su esposa, y en lo probablemente enamorados que se encuentran, y en lo imposible que resultaría ser tener una relación con su jefe, que definitivamente no tiene ojos para él de ninguna manera existente y que se imagina que no los tendrá para ningún hombre en general cuando cree que sólo le gustan las mujeres.

Y para Louis tiene sentido, por supuesto, y lo comprende completamente cuando tampoco ha esperado que el señor Styles fuera capaz de dejar su matrimonio para tener alguna especie de amante que Louis ni siquiera tiene ganas de ser en primer lugar, y tiene un poco claro que toda la situación es increíblemente imposible y ficticia, cosa que hace que se pregunte por qué siquiera está pensando en ello.

No lo sabe, como tantas veces tampoco lo ha sabido, y lo cierto es que se encuentra atrapado en este círculo vicioso en donde desea a su jefe con locura, se recuerda que está casado, se espanta al pensar que ni de broma se va a meter en un matrimonio ajeno y se convence de olvidarlo por completo hasta volver a empezar, una y otra vez, sin remedio ni causa.

Y llega incluso a pensar que aquel anhelo sólo desaparecerá cuando tenga la oportunidad de fundir su cuerpo con el de aquel hombre de ensueño, cuando sea el momento sagrado en el que lo tenga sobre su anatomía, casi asfixiándolo de la manera más exquisita del mundo con aquel peso corporal concentrado en masa muscular, que se le nota a leguas y que hace que Louis babee por instantes; cosas que por supuesto, no van a suceder en esta vida.

Por lo que Louis, por milésima vez, tiene que resignarse con casi enamoramiento definitivamente platónico que no va a pasar, y seguir adelante porque es lo único que queda por hacer y es la única opción que tiene.

Como ahora, que tiene que salir de sus propios pensamientos y prestarle atención a la reunión que todavía sigue vigente.

Ha sido un concilio algo extenso, de alrededor de dos horas y treinta minutos en donde han estado resolviendo estos asuntos sobre la Reestructuración y reorganización de un grupo de empresas que han contratado sus servicios, y aunque Louis no ha tenido mucho para aportar cuando el tema no es realmente su fuerte y tiene otros interés y aficiones, especialmente porque ha estado demasiado ocupado distrayéndose con el movimiento de los labios de su jefe y pensando cómo podría tenerla en todo su cuerpo de tantas maneras; por lo menos ha sacado el provecho de hacer algo además de fantasear con Harry y lo que podría hacer con aquellas manos tan gruesas y tatuadas que lleva de adorno contra su piel.

El muchacho definitivamente se cohíbe al querer preguntarse dónde más tendrá aquellos impresionantes dibujos, y si serán similares o un completo contraste a los que se encuentran a la vista.

De todas formas, y por muy tentadoras que sean interrupciones, no se olvida de la razón por la que se encuentra allí en primer lugar, que es aprender, cosa que hace mediante todas estas anotaciones de los comentarios y las observaciones que cree que son lo suficientemente relevantes como para dejarlas plasmadas en su libreta y en alguna parte de su cerebro.