Entró en el departamento sumido en sus pensamientos, el lugar se encontraba a oscuras, por lo que encendió un par de luces mientras se despojaba del abrigo. No se escuchaba ruido alguno, ni había olor a comida en el aire, así que se supuso que tendría que pasar la noche solo, hasta que se volteó hacia el comedor y tuvo que llevarse el puño a la boca para no gritar.
—¡Jesucristo, Jungkook, me has sacado el alma del cuerpo! —exclamó recomponiéndose, dando un pisotón con su pie izquierdo.
El doctor Jeon estaba sentado en la cabecera de la mesa con papeles dispersos frente a él y el teléfono en una mano. En la otra sostenía su cabeza apoyada con descuido. Sus ojos ambarinos estaban oscurecidos y su boca se mostraba apretada en una línea recta severa.
—¿Qué haces ahí sentado? —Jimin preguntó caminando hasta él. Jungkook se apresuró en recoger todas sus hojas y agruparlas lo más lejos posible de donde Minie tomó asiento. —¿Jungkook?
Jungkook se sacudió, dejando su teléfono a un lado y haciendo sonar su cuello a cambio. Jimin le miró mal. Le molestaba enormemente cuando hacía eso. Él no era médico y sabía que aquello no era bueno.
—Estaba leyendo unas cosas, perdón si te asusté... Es tarde Minie, ¿por qué vienes llegando a estas horas? —quiso saber genuinamente curioso. Él alejó los papeles nuevamente y si Minie hubiese estado prestando atención, se hubiese dado cuenda de que incluso volteó una de las hojas con tal de que no se leyese lo que en ella se decía, pero el chico estaba preocupado de suspirar, dejándose caer contra el respaldo alto de la silla.
—He salido con TaeHyung y nosotros... nosotros nos hemos peleado —dijo y Jungkook captó el abatimiento en su voz.
—¿Qué pasó?
Jimin se mostró reticente, no muy seguro de querer charlar con Jungkook sobre lo que había pasado, pero se dijo que no había nada de malo. Necesitaba de una segunda opinión al respecto y la de Jungkook era tan buena como cualquier otra.
—Él siempre bromea respecto a nosotros —comenzó con voz suave —siempre hace insinuaciones y ha tonteado tantos años con el tema que llegué a pensar que estaba en el olvido. Cuando lo conocí, TaeHyung quiso que fuésemos algo más y creí que estaba todo claro entre nosotros, que él sabía que no podía haber más que la amistad que tenemos, entonces... ahora él viene y me dice...
Jungkook esperó a que el chico continuase con el relato. No le gustaba lo que le decía, pues se hacía una clara idea de lo que debía de haber pasado y no le sentaba nada bien. Sin embargo, no se trataba sobre él. Jimin estaba en verdad afectado por los sentimientos de su amigo y eso era algo que le tocaba más fuerte que los celos.
—TaeHyung está enamorado de ti —dijo Jungkook con simpleza y Minie asintió dejando salir otro suspiro. —¿Y tú no sientes nada parecido, en lo absoluto?
Minie se envaró.
—¿Debiese?
—Son tus sentimientos, sobre ellos no se puede juzgar.
Jimin lo pensó. ¿Era su idea o Jungkook estaba siendo muy racional al respecto? Si fuese una situación al revés, en donde Jungkook le hablase de un chico que andaba tras él, por muy amigo que fuese, Minie estaba seguro de que no reaccionaría del todo calmado.
Una advertencia saltó dentro de él recordándole que tenían que hablar sobre lo que estaba o no pasando entre ellos.
—TaeHyung es mi amigo solamente, yo no tengo sentimientos románticos hacia él, pero sé de una u otra manera lo que es estar enamorado de alguien que no te corresponde y saber que puedo provocar dolor en él, en serio me mata —dijo en su tono más sincero.
ESTÁS LEYENDO
En algún lugar del corazón
FanfictionJimin acaba de mudarse a New York. Se ha reencontrado con su mejor amigo de toda la vida, empieza las clases en la mejor escuela de artes del mundo y su cabeza va a la deriva. Después de todo, sólo tiene veintiún años. Jungkook, por su parte, está...