CAPÍTULO DIEZ

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—¿Entonces, tu eres Evelyn? —preguntó un sorprendido Minie recogiendo sus piernas contra su pecho en donde se encontraba sentado sobre la tarima del escenario. —¿Como la Evelyn pasante de Jungkook?

La chica frente a él no era mayor más que por uno o dos años según presumía y se encontraba allí tomando uno de los cursos libres que Juilliard impartía para talentos jóvenes a medio tiempo.

Ella tenía una radiante sonrisa permanente que había sido la invitación de Jimin para hablarle. Aun en su segunda semana, no entablaba conversación con demasiadas personas y había ido a unos de los auditorios, no solo buscando un lugar tranquilo en donde refugiarse, sino también para maravillarse con el lugar. Aun se sentía caminando entre nubes en aquel espacio con el que había soñado por tanto tiempo y por azares del destino, Evelyn había estado justo allí perdida en su propia fantasía en medio del escenario.

—Él es un gran tipo —contestó la chica. Ella tomó asiento frente a Jimin, tomada con la guardia baja tras descubrir que el mundo era simplemente un pañuelo dada la coincidencia de estar ambos allí. —Aunque algo serio, si puedo decirlo.

Jimin se sonrió.

—Decir serio es quedarse corto, ¿hace cuánto que trabajas para él?

La chica revoleó una mano en el aire.

—Solo dos meses, es una práctica complementaria para la universidad, aun me queda mucho pero pensé que no había nada mejor que tomar el área de urgencias para prepararme para el futuro. Digo, después de todo, aquel mundo será mi día a día en unos años.

Jimin asintió entendiendo la idea. Él no comprendía lo que motivaba a un ser humano a convertirse en doctor pero no podía dejar de admirarlos por ello.

—Me parece una carrera que toma tanto de ti —Él dijo sumido en sus pensamientos. Recordó la vez que Jungkook anunció que se iba a la universidad para estudiar medicina. Él había estado en secundaria, perdido en el espacio referente a su futuro y para Jungkook había sido muy fácil tomar la decisión, o al menos así lo había dejado ver. —Tienes que postergar tus tiempos en servicio del prójimo; es honorable e injusto, al menos, en mi opinión.

Evelyn frunció sus cejas. Ella tenía un suave tono de piel y un cabello tan rubio que la hacía lucir mucho más delicada de lo que en realidad era. Sentada en la orilla del gran escenario dejó su cuerpo caer hacia atrás, recostándose en contra de la oscura madera del piso, dejando a sus ojos absorber el cielo decorado con motivos de angelitos con arpas en sus manos.

—Supongo que tienes razón, de cierta manera. —ella alzó sus manos de largos dedos para dibujar figuras en la nada. Minie la observaba concentradísimo. Era un rasgo particular de él darle siempre toda su atención a las personas que le hablaban. Siendo él mismo de pequeño, alguien a quien le gustaba ser admirado, pensaba que era justo dar un trato igualitario a sus pares. —Para mí fue más como una sola dirección. Ambos de mis padres son cardiólogos, así que todo esto de la sangre, el cuerpo y todo eso es tema fijo en los almuerzos.

—Sí, bueno, en mi familia son todos muy variados así que yo soy como la figurilla de porcelana. —Jimin dijo con una risita discreta. —Mi hermano Yoongi es relacionador público. Mi madre está en el mundo de las finanzas con la venta de su propia marca de perfume y mi hermana menor quiere darse una posibilidad en la gimnasia.

Evelyn le miró de lado desde donde estaba.

—¿Qué te atrajo del arte? —Su pregunta pudo haber sido tomada como una para continuar una charla tranquila, más el tono en el que la realizó, fue aquel que le hizo al chico mirarla intensamente. Era el trasfondo de un artista a otro.

En algún lugar del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora