Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo Revengers

01.- Repercusión

Sentía que sus ojos pesaban, escuchaba a la maestra explicar pero era aburrido. Necesitaba dormir o refrescarse y claramente la primer idea no era opción.
Yamawishi le miró divertido, ella solo bufó cómo respuesta y salió del salón arrastrando los pies.

Después de lavarse la cara, entró al baño con una mejor actitud.
Enseguida escuchó como la puerta se abría acompañada de rumores y nuevas noticias.

- ¡Unos tipos de otra escuela vinieron a buscar a Takemichi-san de primer año! ¡Han golpeado a todos los de tercero!

Las otras dos gritaron con emoción y enseguida intentó salir del baño. La puerta estaba atorada, golpeó con fuerza pero claramente nadie iba a abrir. Retrocedió un paso y con todas sus fuerzas pateó la fuerza quedando por fin abierta. Lavó sus manos rápidamente y corrió fuera. Todos comenzaban a volver a sus aulas pero su pequeño grupo de amigos seguían ahí.

- ¡¿Y Hanagaki?!

- Siempre estás llegando tarde, Raku. -dijo Akkun- Unos sujetos geniales resultan ser amigos de Hanagaki.

- Son los líderes de la Toman. -Ella giró los ojos. Pandilleros, un fastidio- Primero golpearon a los de tercero, Hanagaki los siguió, entonces Tachibana-San apareció y golpeó al líder.

- ¡Debiste verlo! -dijo el pelinegro- Tomó a Tachibana-san y creí que iba a golpearla...

- ¿Golpear a Hina? -interrumpió y caminó a la salida de la escuela- Ése imbécil, ¿quién se creé?

Al salir se encontró con Takemichi y Hinata charlando con un joven de cabellos claros y sonrisa amigable. Más atrás había uno con un tatuaje de dragón en la cabeza.

- Oh, hola. Raku-chan, quiero presentarte...

- ¡Oye tú!, ¡idiota! -señaló al más alto y caminó hasta él, los cuatro la miraron confundidos- ¿Quién demonios te crees para venir y golpear a Hina?

- ¿De qué hablas?, yo no he... -antes de continuar, la pelirroja estampó su mano en su mejilla dejando a todos boquiabiertos- ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Voy a matarte!

- ¿Ah, si? ¿Tú y cuántos más niño bonito?

- ¡Raku! -Hinata corrió tras ella y la apartó- Ni él, ni nadie me golpeó, ¿quién te dijo eso?

- Ah, ¿no? Bueno... -rascó su nuca un poco nerviosa- En realidad Yamawishi y los chicos no me terminaron de explicar.

- Ken-chin, una niña que no mide lo que yo acaba de dejarte la mejilla roja. -el otro comenzó a reír- Parece que hoy no es nuestro día.

Takemichi y Hinata se dedicaron a explicar lo ocurrido y con un gran sonrojo, le pidió disculpas al más alto, Draken, según lo que escuchó.

- Agh, ya déjalo. -echó su cabeza para atrás evitando que siguiera sobando su mejilla- Sólo piérdete.

- Sólo piérdete. -arremedó- Eres un fastidio. -susurró.

- ¿De quién es esta belleza? -señaló una motocicleta.

- Mía, ¿por qué?

- ¿Estás en una pandilla?

- ¿Acaso tengo cara de una vaga? No porque sea fuerte, valiente y tenga una belleza de motocicleta significa que estoy descerebrada cómo tú.

- Oye niña, voy a ponerte las manos encima cuándo Mikey no esté y juro que voy a...

- Ken-chin, ya Vámonos. -dijo el mencionado- Hasta luego, ¿cuál es tu nombre?

- Soy Miyagō Raku.

- Me gusta más Raku, ¿puedo? -ella asintió- Raku-san, espero que nos veamos pronto. Mujeres como ustedes siempre son buenas amigas de la Toman.

Las chicas entraron de nuevo a la escuela y resoplaron todo el aire acumulado dejándose resbalar en la pared. Que tipos tan intimidantes.

- ¿Por qué no me dijiste qué no te hicieron nada?

- Porque no nos dejaste hablar. Siempre eres tan...

- ¿Impertinente? -ambas se miraron y rieron- El más alto, Draken...

- ¡¿Te gustó?! -exclamó Hinata bastante emocionada. Y tal un poco preocupada de que nunca volviera a tener novio aunque aún eran un par de adolescentes la pelirrosa solía ser un poco dramática.

- Iba a decir que daba miedo y que tiene la pinta de ser un idiota. -dijo mientras se ponía de pie- Vamos, hay que volver a clases. -le extendió una mano a su mejor amiga.

De vuelta a casa y después de terminar sus tareas pasó la tarde arreglando los frenos de su motocicleta, había algo que le daba una mala corazonada, así que sin falta, todos los días buscaba algún desperfecto.
Cuando el sol comenzaba a ocultarse escuchó pasos y vió a Hanagaki cruzando frente a la camioneta de sus abuelos, ella estaba debajo arreglando el motor, Takemichi llevaba las manos en los bolsillos y hablaba en voz baja.

- Ya los conocí, ¿ahora qué se supone qué debo hacer? ¿Lo qué hizo Raku tendrá repercusiones?

- ¿Repercusiones en qué, Hanagaki?

- ¡Ah!, ¿de dónde saliste?

- Si estoy en una patineta, en el piso y llena de grasa, ¿de dónde crees?

- No hace falta el sarcasmo.

- Últimamente te he notado diferente. Más maduro, ¿qué te ocurre? -limpió sus manos en el pantalón y se puso de pie.

- Nada.

- Ajá. ¿Y repercusiones en qué?

- ¡Raku-chan! -la tomó por los hombros y sacudió- ¡Golpeaste al segundo hombre más importante de la Tokyo Manji!

- No es más que otra pandilla... Cómo sea, -rodó los ojos- debes de tener cuidado. Takemicchy, -arremedó a Mickey- independiente de mi opinión sobre las pandillas, no sabes con quién te estás metiendo.