62.- Vale la pena

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— Eh, Draken. —Rōnin lo movió para despertarlo— Tal vez sería bueno que fueras a tu casa, a descansar y bañarte. Mamá y yo ya llegamos. —abrió los ojos de poco en poco y los observó.

— ¿Irme? Já. ¿Y dejar a Raku contigo?, ¿con ustedes? —miró a Kyomi, la madre de ambos— Ni loco. Su ritmo cardíaco tiene preocupados a los doctores y ayer tuvo una convulsión.

— ¿Fue un paro cardíaco? —preguntó Kyomi.

— No. Dije convulsión. —respondió de mal humor.

— ¿Lo ves? Ella va a estar bien, mi hermana es fuerte. Ve a casa, nosotros estaremos con ella.

— Estás loco si crees qué voy a dejar un minuto sola a Raku. —bufó. Takemichi y Hinata le hacían compañía y sólo los miraban— Mucho menos con ustedes.

— Jovencito, soy su madre.

— Más que su madre parece su peor enemiga. —Draken era reconocido por ser muy respetuoso y prudente, pero estando enfrentando a la familia de Raku durante un mes lo hizo cambiar— Raku, mi Raku está aquí por su culpa. —Baji y Chifuyu recién llegaban al hospital, justo intentaban llevárselo a descansar— Discúlpeme, pero usted jamás supo darle su lugar. Prefirió que ella cargara con todas sus penas antes de dejar a Hiroki, y el resultado siempre es el mismo, su hija muerta, su hija infeliz..., —y aunque Kyomi no entendía a qué se refería exactamente con esas palabras, sabía cuál era su error— su hija en coma.

— Oye cálmate, no le hables así a mi mamá.

— Y tú. —lo miró con desprecio— No eres más que un cobarde. Nunca has podido cuidarla, y cuando ella se fue lo cambió todo. La escuché decir que esta era su peor versión, la más débil, pero eso no es cierto. Sólo estaba cansada, ¿y cómo no hacerlo? Lleva años, vidas protegiéndote. A ti, a tu madre, ¿cuándo será que la dejen en paz? —ó tal vez, ése era su verdadero yo. Un Ken sin miedo a faltar al respeto por proteger a la única persona que ha amado— Las únicas personas que en verdad nos hemos esforzado en cuidarla es Baji, Ran, Takemicchy y yo.

— Draken, ya cálmate. —Baji se acercó a él— Ellos siguen siendo su familia.

— ¿Familia? Tú y yo somos más que eso. Nosotros la hemos cuidado, la hemos defendido. Me he esforzado mucho los últimos cuatro años para que... —cubrió su rostro con ambas manos— No sé nada.

— ¿Familia de Igarashi Raku? —una enfermera se acercó a ellos. Kyomi, Rōnin y Draken levantaron la mano— Ah, la paciente se encuentra estable. Pueden pasar a verla.

— Espere un momento, ¿despertó?

— Hace un par de horas, no parece tener afectación en sus memorias o sus habilidades motrices, es cómo si sólo hubiera dormido mucho tiempo. Sólo una persona puede pasar a verla, se permitirán más visitas hasta mañana que salga de terapia intensiva.

— Tal vez deberías de ir tú. —le dijo Kyomi— Supongo que va a estar preguntando por ti.

— Aunque muero de ganas de verla, creo que lo mejor será que vaya Rōnin. Usted sólo va a alterarla y yo quiero que se tome un momento para procesar, Baji tiene razón, ustedes son su familia y ella necesita verlos, será bueno que vea a su hermano. Dile que estoy bien, y que mañana en cuánto pueda estaré con ella.

— Gracias. —le sonrió y siguió a la enfermera. Draken volvió a tomar asiento, escondiendo su cabeza entre sus rodillas.

— Puedes ir a casa, te prometo que voy a cuidarla. —Kyomi se sentó a lado de ella— Esta vez no voy a dejar que nada le pase.

— Sé qué... Se qué Raku va a volver con ustedes cuando salga de aquí, es lo mejor para ella. Que pueda estudiar como lo haría sin necesidad de vivir en un burdel para sobrevivir, ella tiene todo un mundo de posibilidades con su familia. Yo sólo tengo un techo que ofrecerle. Y la voy a extrañar mucho. —un nudo se fue formando en su garganta— Chicos, pueden irse. Les llamaré si hay alguna noticia. —miró a sus amigos.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora