1.2.- Tristeza

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— Ey, ey, ey. ¿A dónde vas?

— Voy a ver a los abuelos.

— Espérame, te acompaño.

— Ay no. —señaló la mesa, dónde había paquetes de droga y fajos de dinero— Vas a tardar y no quieto llegar tan tarde.

— Llámame si tienes problemas, ¿de acuerdo?

— Lo qué digas. —se acercó a darle un beso en la mejilla a Ran— Los veo más tarde.

Raku salió de su casa con la intención de ir a Shibuya, tomó el metro y al llegar se tomó el tiempo de pasar a comprar algo de comer en una tienda de conveniencia. Algo dentro de ella la hacía querer volver, estar con sus abuelos, y tener una vida normal y tranquila. Ahí estaba más cerca de sus amigos, de Hinata, en cambio en Roppongi no tenía a nadie.
Al llegar, se encontró con la casa sola, llamó al celular de su abuelo pero no contestaron, a los pocos minutos sonó el teléfono de la casa.

— ¿Bueno?

— ¡Raku!, ¿qué haces en la casa?

— Venía a visitarlos. —respondió nostálgica— Me tomé la libertad de entrar, ¿hice mal?

— No, para nada. Sabes que es también tu casa, y si quieres volver puedes hacerlo. Pero ahora no vamos a llegar, estamos en Kyoto.

— ¿Qué hacen allá?

— Visitar un santuario, tu abuela insistió mucho. Tal vez pasemos la noche por aquí.

— Sí, entiendo. Diviértanse.

— Lo sentimos, hiciste la vuelta en vano.

— No, para nada. Sirve que veía que todo estuviera bien por acá, ¿y la abuela?, ¿Puedo hablar con ella?

— Ahora no, pasó al baño. Pero te llamaremos en cuánto podamos. Te queremos mucho.

— Y yo a ustedes.

La llamada se colgó y Raku volvió a salir. De vivir con ellos estaría teniendo un gran día en familia, con comida rica y recuerdos lindos, en cambio tenía una vida solitaria y comida casi nunca casera.
Al volver pasó por las canchas cerca de la primaria nueve, ahí solía ver a sus amigos, si sus abuelos hubieran estado probablemente le pedirían que no se fuera y ella, habría regresado a su hogar, pero no era el caso.

— Miren lo que trajo el viento. —Baji estaba sentado en un escalón— Miyagó Raku, ¿qué haces por aquí? —se puso de pie y caminó hasta ella.

— Vine a visitar a mis abuelos, pero ya estoy de regreso. ¿Vives cerca?

— Algo así. ¿Por qué vuelves tan pronto?

— Hice la vuelta en vano, no están en casa. —se encogió de hombros.

— No creo que haya sido en vano, has podido verme.

— Vaya, que egocéntrico. ¿Qué te hace creer qué eso es un logro? —Keisuke se quedó sin palabras— ¿Lo ves?

— ¿Por qué no te quedas? Estoy esperando a una amiga, después puedo invitarte a cenar.

— Lo siento, pero será para otra ocasión. No tengo ánimos. —besó su mejilla igual que la noche en que se conocieron— Gracias, nos vemos.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora