05.- Agridulce

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Takemichi una vez más parecía distante e infantil, había momentos en los que de alegraba que alguien tan maduro fuera su mejor amigo, pero otros en los que no entendía cómo Hinata pudiera seguir enamorada de él.

- ¡Feliz cumpleaños! -exclamó en cuánto abrió la caja.

- Takemichi, eres un idiota. -con la misma revista que le regaló lo golpeó repetidas veces en la cabeza- ¡Sabes bien lo que pienso sobre las revistas eróticas! ¡Soy una chica!, pudiste haberme regalado algo mejor.

- Pero podrías prestármela luego. -dijo mientras se sobaba la mejilla.

- En verdad no entiendo como Hina puede seguir contigo. -rodó los ojos y aventó la revista dentro de su casa.

- Porque soy increíblemente genial. Por cierto, ¿cómo vas a celebrarlo?

- Baji vendrá más tarde por mí. -se encogió de hombros.

- ¡Genial! Son una pareja estupenda. -frunció el ceño, casi todo el tiempo estaba intentando separarlos y hacerla pareja de Draken- Creí que tus abuelos ya estarían aquí para estas fechas.

- Yo también, pero su vuelo se retraso por una tormenta. -dijo encogiéndose de hombros.

Akkun frenó frente a ellos y al igual que todos los años desde que la conocía la felicitó con un cálido abrazó. Incluso le llevó una golosina.
Ambos chicos se marcharon en la bicicleta del pelirrojo, dejándola nuevamente sola.
Entró a su hogar y tomó la revista de Takemichi, nuevamente salió y la dejó caer en el bote de basura y luego le prendió fuego.
Cuándo subió a su motocicleta sintió un nudo en su estómago e inmensa ganas de llorar, como si de tratara de un mal presentimiento, llegó a la conclusión que la bicicleta de Takemichi no sería una mala idea.

Apenas y le dió tiempo de arreglarse. El motor de la moto de Baji le avisó que ya estaba afuera, llevaba un traje negro con camisa blanca y corbata roja que combinaban con su vestido y su cabello.

- Oh, no. Tal vez no fue buena idea venir en moto, debí pagar un taxi.

- No pasa nada. -sonrió dulcemente- ¿Nos vamos?

- ¡Espera! -el joven sacó su teléfono y le apuntó- ¡Voy a tomarte una foto!

- Está bien, adelante. -mostró su mejor sonrisa y ángulo para después subir y aferrarse a su cuerpo.

- Feliz cumpleaños Raku. -le arrebató el celular y tomó una foto de ambos

Ya había pasado poco más de un año de la muerte de su madre y en su último cumpleaños había sido infeliz. Hoy un veintinueve de julio bastante soleado se sentía plena, estaba con alguien que la quería y aunque siempre se excusaba con el amor adolescente, pensó que tal vez Baji era el hombre que marcaría su vida.
La había llevado comer a un lugar bastante bonito y paseado por los sitios más extraordinarios, llevaba tanto tiempo sumida en la tristeza que se había olvidado de apreciar lo bueno que había a su al rededor.
Cuando la regresó a casa temió nuevamente a la soledad y las palabras de Draken bailaban en su mente: No tienes porque volver a conocer la soledad.
No, no tenía, pero Draken no estaba, ni siquiera la había felicitado, aunque tal vez ni siquiera sabía que era su cumpleaños. Y le aterraba arruinar un día tan mágico cómo ése.

- No te vayas, Kei. -dijo tomando su mano antes de que subiera- Por favor quédate conmigo.

El azabache esbozó una gran sonrisa y con un gran sonrojo en sus mejillas la tomó por la nuca con ambas manos, probablemente iba a golpearlo después pero valdría la pena.
Entonces ocurrió, la había besado.

- ¿Vas a golpearme? -preguntó alejándose un poquito de ella, negó con la cabeza- ¿Estás segura? -ahora asintió- No voy a quejarme. -solo soltó una pequeña risa- ¿Sabes? Es mi primer beso, quería que fuera con alguien especial.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora