Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo Revengers

59.- Libertad

⚠️CONTENIDO SENSIBLE⚠️
Se recomienda discreción.

El temido día de la muerte de su madre estaba acercándose, aunque Raku y Rōnin ya habían ideado varios planes para entregar a su padre o bien, evitar que su madre lo visitara nada les había funcionado.
Ella evitaba constantemente ir a visitarlo, pero había días en los que Kyomi simplemente se lo negaba.

Es tu padre, debes verlo. Sea lo que sea, siempre será tu padre y nos ama. —repetía una y otra vez.

Ni siquiera encontraba el sentido de ir a Odaiba, Hiroki ni siquiera se encontraba en casa.

— ¿En qué piensas? —Kyomi dejó su libro y se sentó frente a ella— Y no me digas que en nada, te conozco bien. Llevas días extraña, creo que desde tu pesadilla.

— ¿Por qué sigues amando a papá?

— Raku, no te metas en temas de adultos. Sé que Hiroki tiene un mal carácter, —Raku volvió a mirar por la ventana evitando hacerle un mal gesto a su madre, lo único que le gustaba de ir ahí era que podía ir a la playa o la bella vista que tenía desde casa— sus defectos, pero estoy segura de que en el fondo sigue el hombre del que me enamoré.

— ¿Y lo amas más qué a mí? —habló sin pensar, Kyomi la miró bastante preocupada esperando que le dijera algo más— Mamá, a veces siento que Hiroki me odia.

— Raku...

— Bueno, —rodó los ojos— papá me odia. Me está destrozando la espalda, ¿él tiene...? ¿Él me odia por algo en específico?

— Mi niña. —Kyomi le acarició la mejilla— Perdóname por hacerte tanto daño, —aunque con el paso de los días su sueño o recuerdos iban desvaneciendo cada vez más, esas palabras fueron un curita en su corazón. Porque era verdad, o al menos ella sentía que la culpa de muchas las cosas la tenía mamá— ya no voy a dejar que esto pase. No voy a dejar que esto te siga pasando, en cuánto llegue Hiroki voy a pedirle el divorcio.

... Pero por nada dejes que mamá le pida el divorcio, ése es el primer detonante. Él la asesina después de eso... —recordó de boca de Rōnin.

— ¡No!, mamá. Mejor espera, ¿y si nos vamos lejos? No le digas nada a Hiroki, por favor. —suplicó— No sabemos si vendrá drogado, luego se pone violento y..., y no quiero que te haga daño, tampoco a mí. En todo caso, espera a que llegue mi hermano, él dijo que vendría y es mi hermano, él puede cuidarnos, ¿si? Mejor, mejor ayúdame en otra cosa.

— Ay Raku, no entiendo. Pero está bien, voy a esperar. ¿En qué quieres qué te ayude?

— ¿Crees en las almas gemelas?

— Mh, no, no exactamente. Tú misma has visto cómo es mi matrimonio, ¿por qué?

— Es qué todos los días despierto sintiendo que algo me falta, y es mi alma gemela. —volvió a recargar su rostro sobre su brazo que descansaba en el marco de la ventana— Lo vi en mi..., sueño. Lo vi en mi sueño, pero ya no puedo recordar su rostro. —suspiró— Sé que es mi alma gemela, y me siento muy vacía sin él. Ni siquiera puedo recordar su nombre o su rostro, pero sé que él me amaba.

— Raku, tal vez no existe y fue producto de tu imaginación.

Se escuchó un portazo desde la entrada y en poco tiempo Hiroki apareció en ése pequeño saloncito dónde estaban ambas. Apenas lo vió, sintió su sangre arder. No importaba cuántas veces renaciera, Hiroki siempre sería la misma mierda y Raku siempre lo detestaría, pero ahora con esos recuerdos tan amargos en su mente sólo lo odiaba más.

— Él lo mató. —murmuró.

— ¿Qué?

— Él lo mató. —repitió aún viendo a su padre— A mi alma gemela. Yo sé que fue él. —aunque no estaba segura de si se trataba de un presentimiento o un recuerdo. Tal vez ambas opciones eran correctas.