44.- La Emperatriz y La Inigualable

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31 de mayo, 2008

- No termino de entenderlo. Hinata, tú sabes algo. Dímelo.

- No sé nada. -Hina apretó los labios esquivó la mirada, Raku le había explicado lo ocurrido y cómo lo mejor era mantenerlos lejos de todo, y aunque no estaba de acuerdo en lo qué le hizo a Ken, estaba de acuerdo en qué era la única manera de mantenerlo lejos- Ella siempre ha sido así. -mintió.

- No es cierto. Raku es la mujer más dulce y cálida que conozco.

- No, Ken-san. Eso no es cierto, ella desayuna a hombres cómo tú.

- ¿Y me vas a decir ahora qué está enamorada de Ran?

- Sí, siempre ha sido así. -y aunque nos estaba de acuerdo, tenía que ayudarla- Ve todas las señales. Se fue con él después de Baji-san, el tatuaje en el cuello, el de las costillas, siempre acude a él. Era cuestión de tiempo para qué te dieras cuenta.

- No, no te creo. Me estás mintiendo y ella también.

- Ya te dije qué no. -suspiró y luego le acarició el brazo- Ken-san, te aconsejo qué te mantengas lejos de ella. Dudo mucho qué las cosas mejoren si sigues insistiendo. Raku-chan ella..., ella ha pasado por cosas difíciles, lo sabes. Esto no la va a justificar, pero no distingue lo bueno, de lo malo, si fuiste su refugio durante un tiempo, eso se acabó. -el mayor estaba haciendo un gran esfuerzo para no ponerse a llorar- La muerte de sus abuelos fue la gota qué derramó el vaso, y la trajo de vuelta a la realidad. Su realidad es con Haitani Ran, siempre ha sido así, desde qué eran niños.

- Entonces ¿por qué me mintió, Hina? ¿Por qué me dijo qué me amaba?

El corazón de la pelirrosa se hizo pequeño al verlo así. No lo conocía tanto, pero sí lo suficiente cómo para pensar qué había cambiado mucho.
Ahora parecía un pequeño niño indefenso y vulnerable.

- No lo sé. Lo siento, Ken. No te puedo ayudar.

Por otro lado, quién sí intentaba ayudarlo, era Takashi Mitsuya, se había colado a su escuela mientras ella estudiaba en un salón vacío o eso intentaba.
En su mente sólo se le ocurrían formas de intentar acercarse a Hiroki para poder matarlo.

- Miyagō Raku. -Mitsuya se recargó en el margen de la puerta- La emperatriz de Roppongi qué enloqueció a dos miembros fundadores de la ToMan.

- Mitsuya. -sonrió débilmente- ¿Qué haces aquí?

- ¿No puedo venir a saludarte?

- Alguien qué me llama la Emperatriz de Roppongi, no sólo viene a saludarme. -cerró su libro y lo dejó sobre la butaca- ¿Ocurrió algo?

- Dímelo tú.

- Vienes por Ken-chin. ¿Verdad? -rodó los ojos- Dile qué no sea necio.

- Él no me mandó. Vengo porque ha sido un poco tedioso tenerlo en mi casa lloriqueando todo el día, incluso Lana y Mana ya se han cansado de oírlo. ¿Qué ocurrió?

- Lo qué te haya dicho es verdad. -se encogió de hombros- No lo amo, nunca lo he hecho.

- ¿De verdad intentas mentirme? Te conozco bien, Raku-chan.

- Eso dicen todos. -metió su libro a la mochila- Mitsuya, no insistas, por favor. -se puso de pie y caminó a la salida, ambos comenzaron a caminar.

- Bien, no intentaré sacarte la verdad, pero sí voy a decirte lo qué pienso. Recuerdo cuándo te conocí, llegaste a una reunión cómo invitada, de la invitada de el invitado de Mickey. Eras la persona más irritante qué conocí en mi vida. -ambos rieron- Pero cambiaste mucho, primero con Baji... Pero el cambio que diste cuándo volviste de Roppongi es diferente. Supongo qué fue un poco de todo, y no puedo negar qué Draken también cambió. Pensé qué iba a amargarse totalmente después de la muerte de Emma, pero estuviste aquí. Él te ha seguido desde qué se conocen.

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora