Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo Revengers

40.- El infierno está en la tierra

- ¿Vas a perdonarlo? -preguntó Hinata.

- No.

- ¿Rotundamente es un no? "cuestionó esta vez Takuya.

- Sí, no. No lo sé. -apretó su libro contra su pecho y suspiro- Sí, es un rotundo no.

- Vas a arrepentirte después. -canturreo Yamawishi.

Akkun se adelantó para abrir la puerta y dejar que las dos chicas salieran primero.

- Pero, ¿sabes qué puede consolarte? -Makoto sonrió malicioso- Tengo unas revistas qué...

- Cállate, pervertido. -el estacionamiento estaba casi vacío y de no ser por los faros de luz estaría oscuro. Los seis se habían quedado a trabajar en un proyecto- En fin, Hina, ¿te llevo?

- Gracias pero papá está ahí. -señaló un auto- Nos vemos mañana. Descansen. -los cinco se despidieron de ella.

- ¿Alguien quiere qué lo lleve?

- No es necesario, gracias. -Takuya negó y los otros imitaron su acción- Cómo quieran. Nos vemos mañana. -dio la vuelta y enseguida Akkun tiró de su muñeca- ¿Qué?

- ¿Estarás bien?

- No veo porque no.

- Tu padre va a salir de prisión y bueno, Draken-san no estará más a tu lado.

- ¿Y?, no veo el problema.

- Raku-chan, por favor no vuelvas a ser la misma de antes. No nos dejes otra vez. -besó su frente y acarició su cabello- Nos vemos mañana, descansa.

Fastidiada y con el corazón roto pensó en seguir caminando hasta su motocicleta. Los faros de luz parpadeaban dándole un aspecto de terror al estacionamiento, la última vez que eso había pasado Sanzu había aparecido de la nada para decirle que mataría a su amigo y a su novio si no se alejaban de Manjiro, pero bueno, eran cosas que ocurrían cuándo salía tan tarde de la escuela. Dió un par de pasos para llegar a su motocicleta cuándo sintió una mano en su hombro, con los nervios de punta sin dudarlo o pensarlo, giró dándole un buen golpe en la cara a la persona.

- ¡Demonios, Raku! -exclamó sobándose la nariz- ¡Soy yo!

- Maldición, Ken-chin. -se acercó a él para revisarlo, su nariz estaba sangrando- Lo siento, es que me has dado un buen susto.

- Esto es increíblemente cómico, ¿sabes? -tomó las manos de Raku dejándolas en sus mejillas y suspiró sintiendo su calidez- La primera vez que te vi fue justo aquí: estabas furiosa y el sol iluminaba tu cabello, cómo si estuvieras en llamas. -las lágrimas comenzaron a mojar sus manos- Me daba miedo tu cercanía porque por alguna extraña razón sabía que iba a enamorarme de ti. Y hoy estoy ansiando desesperadamente que no dejes de tocarme, estoy enamorado cómo un loco.

- Ken-chin, no... -quiso alejarse pero la sujetó más fuerte.

- No, espera. Por favor, escucha. No vuelvas a llamarme de esa manera, todo lo que tenga que ver con Mickey quiero que se quede atrás. ¿Recuerdas por qué me llamas de esa forma? Por burlarte de mí y ése apodo tan ridículo. No quiero perderte a ti, si tengo que escoger a alguien va a ser a ti. Siempre has sido tú, ¿me escuchas? Siempre.

- Draken...

- Raku, por favor, dame la oportunidad de hablar, de explicarte y demostrarte cuánto te quiero. ¿Si?

- Tengo que ir a casa y...

- Ya hablé con tus abuelos, les he dicho que te tengo una sorpresa porque hoy estamos cumpliendo meses.

- ¿Por qué no puedo negarme? -acarició sus mejillas y preguntó más a sí misma que a él.

- Porque me amas tanto cómo yo a ti. -besó una de sus manos y luego su mejilla- Vámonos.