43.- Perder para no perder.

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La casa estaba tan fría, se sentía la ausencia por todas partes.
Todo estaba tal y cómo lo había dejado por la mañana.
Subió directamente a la habitación de sus abuelos, ya casi terminaba de empacar, faltaban objetos de valor y las fotografías.

- ¿Y las cajas? -preguntó a si misma- Ah, en mi cuarto. -tomó las tijeras y comenzó a jugar con ellas, encendió la luz de su habitación y se metió debajo de la cama para sacar las cajas. Al salir, prestó atención a su alrededor- Yo no dejé esto aquí. -tomó el vaso que reposaba en su mesa de noche y lo olió- Yo no tomo sake.

- Pero yo sí. -dejó caer el vaso al piso manchando su alfombra- ¿No vas a saludarme?

- ¿Cómo entraste aquí? -retrocedió un paso y le miró aterrada- ¿Qué quieres? ¡Lárgate Hiroki!

- Oye, esa no es forma de hablarle a tu padre. -la señaló.

- ¡Voy a llamar a la policía! -buscó en su bolsa del pantalón y sacó el celular.

- Hay uno de mis hombres en el burdel que vive tu noviecito ése. Si haces eso, se va a morir. -Raku arrojó el celular a la cama. Hiroki se detuvo a ver la pared llena de fotografías- ¿Ya te conté cómo conocí a tu madre? -apretó los labios llena de furia. Odiaba eso, sus cambios de humor tan repentinos, y odiaba que siguieran teniéndole miedo- Fue en un verano, creo que estábamos en quinto año. Crecimos, nos enamoramos, le pedí que se casara conmigo y nos fuimos a vivir a Odaiba. No estoy muy seguro de cómo terminé envuelto de todos esos crímenes, pero ya era demasiado tarde para salir. Ella no puso peros u objeción, apoyaba todo lo que hiciera aunque estuviera mal. Entonces llegó Rōnin y al poco tiempo, tú. Les di una vida llena de lujos, ¿no es cierto? Tenían Odaiba y varias prefecturas a sus pies, y si no hubiera pasado todo eso... Serían intocables.

- Pero pasó.

- Yo no quería hacerlo.

- ¿No querías golpearme hasta el cansancio? Porque yo no recuerdo que alguien te obligara.

- Te portabas muy mal. Bueno, Rōnin se portaba muy mal. ¿Creen qué no lo sabía? Él era el que arruinaba todo y tú siempre te echabas la culpa, para proteger a tu tonto hermano mayor porque él se quedaba son postre por tu culpa. No quería matar a Kyomi, aunque no lo creas yo la amaba.

- Entonces tienes formas muy extrañas de amar.

- Era el segundo al mando, pero aún así, los otros ejecutivos de OdaC tenían voz y voto, temían que tu madre dijera algo. Le pedí que no nos divorsiáramos, bastaba con qué no nos volviéramos a ver. Pero ella quería más.

- ¿Más? Era lo mínimo. Siempre estabas borracho, drogado, pasabas las noches en ése maldito club, ¿crees qué no sé a qué ibas? Y para poner la cereza en el pastel, dejaste que Rōnin se fuera, la golpeabas a ella y también a mí. -sus ojos se fueron llenando de lágrimas, recordar todo aquello era cómo poner limón en una herida abierta- OdaC se encargaba de los crímenes más sucios, narcotráfico, secuestros, asesinatos, lavado de dinero y prostitución. Mamá te amaba pero la superaste. Superaste todo ése amor que ella sentía por ti. -y las lágrimas comenzaron a brotar una tras otra- Me arruinaste la vida. ¿Qué más quieres?

-Recuperar a mi familia. -se acercó y acarició su mejilla, ella se retorcio ante el tacto.

- ¡¿Recuperar?! ¡Por Dios, Hiroki! Ya no éramos ni siquiera una familia. ¡Rōnin se había ido hace mucho tiempo! ¡Mamá y yo ya no vivíamos ahí! ¡Tú nisiquiera dormías en esa casa! ¡No hay familia que recuperar! -se apartó de él- La única persona que te apreciaba siquiera un poco está muerta. ¡Tú la mataste! Hace un tiempo fui a esa casa a buscar algo..., entré a la sala de estar, la alfombra seguía ahí. Mi sangre estaba sobre la alfombra. Esa casa huele a muerte, a odio, a tristeza. ¡Ya lárgate y déjanos en paz!

Un Sentimiento Muerto en Un Corazón Roto. ||Draken x OC Female|| Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora